Bahía Blanca | Sabado, 05 de julio

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La vida sigue siendo una moneda

Tiene bien clara la diferencia entre los años de juventud que pasaron y los que transita cargados de experiencia. Uno de los contrastes más claros entre una etapa y otra se encuentra en la intención de cambiar algo, de realizar una obra justa ante tanta injusticia. A modo de ejemplo, Juan Carlos Baglietto explica que antes se planteaba objetivos muy grandes, por lo que el logro se tornaba inalcanzable. En cambio ahora se propone ideales pequeños y palpables, pero con resultados seguros.
La vida sigue siendo una moneda . Aplausos. La Nueva. Bahía Blanca


 Tiene bien clara la diferencia entre los años de juventud que pasaron y los que transita cargados de experiencia.


 Uno de los contrastes más claros entre una etapa y otra se encuentra en la intención de cambiar algo, de realizar una obra justa ante tanta injusticia.


 A modo de ejemplo, Juan Carlos Baglietto explica que antes se planteaba objetivos muy grandes, por lo que el logro se tornaba inalcanzable. En cambio ahora se propone ideales pequeños y palpables, pero con resultados seguros.


 "Siempre digo que si creés en la igualdad entre el hombre y la mujer debés lavar los platos de vez en cuando. No vas a salir en los diarios, pero...", dice Baglietto.


 -- ¿Los años le fueron amansando la rebeldía propia de la juventud?


 -- Uno continúa haciendo cosas para cambiar ese mundo inmodificable. Lo que pasa es que cuando uno es joven se plantea modificar grandes cosas que no están a su alcance, como una excusa para no hacer nada.


 -- Entonces la idea es concentrarse en su entorno inmediato.


 -- Cuando uno va cumpliendo más años y te ponés menos pretencioso, podés cambiar todo el tiempo pequeños detalles, cositas, cuestiones. Generar un ambiente alrededor tuyo que sea parecido a lo que vos pensás.


 -- Los artistas quizás tienen más llegada como para poder hacerlo.


 -- Tenemos la posibilidad de poder hablar, aunque no sé si lo logramos. Creo que los pequeños cambios están en cada uno, independientemente de tener la capacidad o no para decirlo públicamente. Uno no necesita grabar discos para cambiar algo.


 -- Pero los artistas pueden llegar a influir en más cantidad de personas...


 -- Pero también se puede desde tu oficio y entorno inmediato, cualquiera sea. A lo mejor nosotros tenemos la posibilidad de decir algunas cosas y de escupir otras. O de gastar menos plata en analistas, qué se yo...

El 50 por ciento de la razón




 Después de un tiempo sin realizar giras, aunque tocando en recitales esporádicos, Juan Carlos Baglietto volvió a grabar un disco (Sabe quién) con muchas ganas de salir a presentarlo.


 "El disco trae aparejado un nuevo proyecto. Se trata de volver a salir a la ruta y a los escenarios después de algún tiempo de estar dedicado a otras cosas", contó Baglietto.


 -- ¿A qué por ejemplo?


 -- Estaba relacionado con la música y el show, pero desde otro lugar. En realidad nunca paré de cantar. Quizás dejé de hacerlo en forma orgánica, reiterada y ordenada. Dejé de mostrarme en público en forma masiva. Hicimos algunas cosas solidarias con mi amigo Lito Vitale que no fueron públicas.


 -- ¿Se había cansado de las giras?


 -- Uno tiene metido adentro esta cosa de la música, de cantar, de salir. Pero hay momentos en los que querés alejarte y parar un poco. Sobre todo cuando se torna muy mecánico. Claro que hay otros momentos en los que decís esto es mi vida, cómo hago para vivir sin esto.


 -- ¿Qué puede decir de "Sabe quién"?


 -- Es un disco que tiene algunas canciones que no son pretenciosas. Son temas que están puestos ahí para quien quiera tomarlas. No es un disco conceptual que quiere aleccionar.


 -- ¿Por qué lo encaró de esa manera?


 -- Porque uno va entendiendo, poco a poco, que los demás pueden tener el 50 por ciento de la razón.

Lejos del rock




 Aunque la actitud y la entrega sobre el escenario delatan su pasado rockero, Juan Carlos Baglietto reconoce que hoy está lejos de aquel género.


 "Soy un tipo que hace cosas con una actitud de rock, en cuanto a la entrega, la energía y la pasión. No sé si estoy muy capacitado para opinar sobre el rock. En alguna medida, hoy desconozco qué es", explicó.


 -- ¿Qué tipo de música le gusta escuchar?


 -- Probablemente no sea la que le apasiona a los más jóvenes. Pero hay otra música de gente más joven que me gusta como Los Tipitos o algunas cosas de Arbol.


 -- ¿Qué le atrae de Arbol?


 -- Las canciones, que afinan, que hacen voces y que "laburan" la música. Además de la actitud de ser "frenteros" o rockeros, son tipos preocupados por las melodías, la armonía y el ensamble grupal. Eso me gusta.


 -- ¿Y cuál es la que ahora le gusta tocar?


 -- Yo hago música popular, canciones que tienen que ver con el folklore, el tango, la música pop. Yo fui cambiando a lo largo de mi carrera. Fui creciendo, pero hoy no estoy muy lejos del formato de las canciones que encarábamos hace muchos años.


 -- ¿Hoy como siente su música?


 -- Quizás llego a mejores resultados porque me siento un poco más certero. Ahora parece que todo suena un poco mejor. Hago algunas más al "palo", otras más tranquilas pero todas tienen relación con el folklore y con el tango. Está como metido abajo de la piel, es una especie de marca.


 -- Hoy los compositores le están prestando mucha atención al tango y al folklore.


 -- Nosotros cuando nos planteábamos hacia dónde mirar, lo hacíamos hacia afuera. Nos entusiasmaban Los Beatles y toda esa cosa rockera de Led Zeppelin y de muchos grupos.


 "Hoy me parece que hay como una actitud de mirar un poco hacia adentro. De hecho, antes éramos bastante poco amplios en nuestra visión de la música. A tal punto que tapábamos lo que llevábamos adentro sobre el folklore o el tango. Tratábamos de ocultarlo para que no se dieran cuenta que nos gustaba por ejemplo, Julio Sosa".


 -- Hoy es un paso superado.


 -- La gente que toca hoy no oculta, sino que saca para afuera de la manera más auténtica lo que lleva adentro.


 -- ¿Por qué la vida es una moneda?


 -- (risas)... Porque es eso. Por lo menos lo era cuando la hicimos hace casi 30 años.


 -- ¿Hoy qué opina sobre esa frase?


 -- Es una metáfora. Tiene muchísimas aristas. La vida tiene siempre dos caras, es un rebusque continuo. La letra dice: "ojo que hablo de monedas y no de gruesos billetes". No hace falta que sea mucha o poca la plata que está en juego, siempre hay algo en juego. La vida es eso.

En frases

Todavía es posible






 "Hay varias canciones que creo que quedaron muy bien en el nuevo disco. Una de las que me gusta es El faro, porque representa una gran canción de amor. Es de un autor que se llama Javier Sánchez. Creo que es la prueba contundente de que todavía es posible hacer alguna canción ingeniosa, atractiva, emocionante y no `berreta' como hace Arjona".

Su relación con Lito




 "Somos amigos. La música no logró que nos peleemos. Hicimos como 500 conciertos juntos. Discutimos muchísimo (risas). Imaginate que hicimos 250.000 kilómetros uno al lado del otro. Juntos fuimos partícipes de dos giras solidarias realizadas por 31 ciudades. Logramos donar una suma de 227.000 pesos a distintas escuelas".

Franco Pignol/"La Nueva Provincia"