Los helados más locos del mundo
LISBOA (EFE) -- Con la llegada del verano europeo un establecimiento de la turística ciudad portuguesa Algarve propone sobrellevar el calor paladeando un helado cuyo nombre y sabor evocan otro goce estival, el "sexo en la playa".
Una mezcla de licores y almendra triturada, que pretende crear la sensación de la arena, es la apuesta más sensual para este verano de la heladería Coromoto, abierta recientemente en Portimao, al sur del país, siguiendo la filosofía con la que se abrió en Venezuela la primera heladería familiar de este tipo.
El propietario del local algarvío, Manuel Oliveira, es hijo de un emigrante portugués que abrió la original heladería Coromoto en la ciudad venezolana de Mérida y que figura en el "Libro Guiness de los Récords" como la que ofrece un mayor número de sabores, con más de 830 opciones para elegir.
El dueño del local portugués aseguró que todo lo que es comida y bebida puede transformarse en un helado y, siguiendo el ejemplo de su padre, creó ya más de 350 sabores, buena parte de los cuales están relacionados con la gastronomía local.
El heladero explicó que, aunque también ofrece los habituales chocolate, fresa o crema, los veraneantes se decantan por las últimas y curiosas novedades.
El propietario presume de que los cerca de 50 sabores que ofrece cada día los elabora artesanalmente junto con su hija y que va variando en función de la época del año.
En este inicio de verano, en el que Portugal vive en plena fiebre futbolística, Oliveira se lanzó a crear dos nuevos sabores, uno dedicado al Mundial y otro destinado a animar a su manera a la selección nacional, elaborado con vino de Oporto y cerezas rojas y verdes, colores de la bandera lusa.
Tras esta variada y sorprendente oferta culinaria se esconde además una historia de reencuentro familiar, en la que Oliveira descubrió a los 47 años que su padre vivía en Venezuela a través de una noticia en la prensa lusa que informaba de la original heladería Coromoto, regentada por un emigrante portugués con su mismo nombre.
"Deme uno de caballo cansado"
En la heladería de Portugal se ofrecen helados de bacalao, courato (pellejo de cerdo), sardina asada o "sopa de caballo cansado" (pan con vino).
Junto a estos sabores, Oliveira presenta además otros de nombres tan evocadores como "pétalos de rosa", "amor a medianoche", "Romeo y Julieta", "a media luz" o "corazón blue", aunque para hacerse una idea aproximada de a qué saben hay que probarlos.