"Era un robot, mi hijo es talentoso"

Redacción de La Nueva.

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 Carlos Delfino siempre tuvo una relación especial con su hijo.

 Desde chico, el jugador que actualmente forma parte del plantel de Detroit Pistons en la NBA, siempre necesitó del consejo y la contención de su progenitor, con quien compartía la mayor parte del tiempo, ya que además de padre, Carlos era su entrenador.

 Pero ahora, "Carlitos" creció.

 Tras un primer año complicado en la mejor liga del mundo, el alero se fue ganando un lugar en los Pistons y hoy es un jugador importante para "Flip" Saunders, el entrenador.

 Por eso Delfino padre decidió que era momento de que cada uno siguiera su camino y aceptó la oferta para dirigir a Alma Juniors.

 "Ya había tenido varias propuestas por parte de equipos del TNA, aunque preferí rechazarlas porque quería que mi hijo se termine de acomodar en la NBA. Y ahora que está tranquilo, que tiene continuidad, opté por aceptar este ofrecimiento", afirmó el ex coach de Colón y Unión de Santa Fe.

 "Con `Carlitos' siempre fuimos muy apegados. Lo entrenaba desde chico y ya ahí se notaba que era un jugador que no tenía techo. Aunque siempre necesitó un empujón en lo anímico y por eso trataba de estar siempre con él. Pero ahora está bien y creo que es momento de que cada uno haga lo suyo", continuó.

 Carlos también fue jugador de básquetbol, aunque nunca llegó a destacarse tanto como su hijo. Con un estilo totalmente distinto al de "Carlitos", el ahora entrenador se caracterizaba por ser un jugador más bien rústico y para nada vistoso. Disputó cuatro temporadas en la Liga Nacional en las que acumulo 116 partidos y 667 puntos (6,0 puntos por juego).

 "Era un robot, pero mi hijo es talentoso, puro talento. Yo cortinaba para que mis compañeros anoten, mientras que `Carlitos' es un jugador al que no se le puede dar espacio porque te liquida. ¡Menos mal que no me copió en nada y que adoptó su propia manera de jugar!", finalizó el ex jugador de Unión de Santa Fe, Echagüe (P), Atlético Rafaela, San Jorge de Roca, entre otros.

Sahdi crece. Con apenas 16 años, Fabián Sahdi se hace un lugar cada vez más grande en El Nacional. No le pesa para nada la responsabilidad de ser el base inicial y en cada noche se lo nota con mayor confianza.

 "Mis compañeros me hacen sentir muy tranquilo y me dan mucha confianza para que las cosas me salgan bien. Se que esto de ser el base inicial es provisorio, hasta que `Tati' (por Del Sol) se recupere del todo, así que trato de aprovecharlo al máximo", afirmó el Sahdi.

 "Trato que no se note la ausencia de Del Sol. Sin salirme del libreto, intentó copiar a Andrés en todo lo que puedo, porque se que mis compañeros están acostumbrados a su ritmo. Pero lo tomo con tranquilidad porque sé que tengo mucho por aprender", concluyó el juvenil.