Reclusión perpetua para un violador y homicida
BUENOS AIRES (DyN) -- La justicia condenó ayer a Claudio Alvarez a la pena de reclusión perpetua por la violación y el asesinato de una mujer, el abuso sexual e intento de homicidio de la hija de la víctima y los ultrajes a otras cuatro jóvenes en el barrio porteño de Núñez.
La pena fue impuesta por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 13 de esta capital, que además declaró reincidente a Alvarez (31), por haber tenido una condena anterior por violación.
"Es lo que esperábamos, se hizo justicia", expresó Sandra Calvo, hija y hermana de la asesinada Elsa Escobar (56) y de la niña de 13 años, quienes sufrieron el ataque el 3 de diciembre del año pasado en el departamento que habitaban, en el edificio de la calle 11 de Septiembre 3526, de esta capital.
"Todos podemos estar tranquilos por muchísimos años de que Claudio Adrián Alvarez no va a estar en la calle y no va a atacar a nadie, a la madre de nadie, a la hermana de nadie y a la hija de nadie. Es la única tranquilidad que me llevo", agregó en referencia al condenado, bautizado como el "violador de Núñez".
Por su parte, el abogado querellante, Claudio Mazaira, consideró que el agravamiento por reincidencia significará que Alvarez "no saldrá más (de la cárcel)..., tal vez a los 70 años para cumplir prisión domiciliaria".
"No podemos decir que estamos contentos porque hubo seis víctimas, pero en cuanto a la parte legal, nos vamos satisfechos", dijo Mazaira.
La pena dictada por los jueces Diego Leif Guardia, Adolfo Calvete y Enrique Gamboa contra el acusado --quien al momento de los hechos estaba en libertad condicional-- coincidió con el pedido de Mazaira y del fiscal del juicio, Julio César Castro.
Por su parte, el abogado del condenado, Luis Llaneza, quien siempre apuntó contra el marido de Escobar y padre de la menor, anunció que apelará ante la Cámara Nacional de Casación Penal. "No esperaba un fallo así porque no había pruebas contundentes para condenarlo", sostuvo.
Ni una palabra.
Antes de escuchar el veredicto, Alvarez, por consejo de su abogado, se negó a utilizar su derecho a decir sus últimas palabras en el juicio que había comenzado el lunes pasado.
El condenado escuchó el veredicto serio y reconcentrado, con la mirada clavada en el piso y sin gestos de contrariedad ni pesar, tras lo cual personal del Servicio Penitenciario Federal (SPF) le colocó un chaleco antibalas y lo trasladó nuevamente al penal de Marcos Paz.
Tras oír el fallo algunas de las víctimas y sus familiares rompieron en llanto, sin provocar ningún tipo de incidentes.
Por el caso de Escobar, Alvarez fue condenado por "homicidio criminis causa" (para ocultar un delito) y abuso sexual agravado por el uso de arma, con acceso carnal. La misma calificación recibió por el caso de la hija de Escobar, aunque en grado de tentativa por el homicidio.
Asimismo, Alvarez fue condenado por otros hechos de abuso sexual.
Uno de ellos ocurrió el 21 de abril del año pasado en perjuicio de dos amigas, a quienes obligó a practicarles sexo oral y les sustrajo dinero y un celular. En este caso, entonces, se le agregó el cargo de robo.
Una de las víctimas, de nombre Cinthia (26), entregó una remera manchada con semen y la pericia determinó que el fluido correspondía en un 99,99 por ciento a Alvarez.
Los otros casos ocurrieron el 31 de julio de 2005, donde fueron víctimas otras dos amigas de 17 y 15 años. Con la segunda de ellas no pudo consumar el acceso carnal, por lo que la violación fue considerada en grado de tentativa.
El tribunal dará a conocer los fundamentos de la sentencia el próximo viernes a las 13.30.
Salvajismo.
Escobar y su hija, conocida por el nombre ficticio de "Berenice", dormían en el departamento número 1 del edificio de Núñez, al lado de la vivienda de Alvarez.
Cerca de las 3.30 del 3 de diciembre pasado, se escucharon pisadas en el techo de chapa y a los pocos minutos irrumpió un hombre con el rostro cubierto, que le exigió plata a la mujer.
Acto seguido encerró a la niña en un placard y violó a la mujer, a la que mató con un cuchillo. Luego abusó de la chica, a quien apuñaló en la espalda. La adolescente se desmayó, pero el sujeto creyó que estaba muerta y entonces escapó, después de permanecer cuatro horas en la vivienda.
Cerca de las 13.30, Sandra Calvo llegó a la casa y halló a su madre muerta y a su hermana herida. La adolescente se recuperó milagrosamente y su testimonio fue clave para condenar a Alvarez, a quien reconoció por su voz y porque le vio la cara.
Tras ese caso, las otras cuatro víctimas reconocieron a Alvarez como la persona que abusó de ellas.