Bahía Blanca | Viernes, 04 de julio

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La misteriosa cédula azul para manejar

Después de ser, durante décadas, la documentación más común del automotor, la cédula verde ya está conviviendo con la cédula azul, la credencial instrumentada por la Dirección Nacional del Registro Automotor para reforzar los controles y disponer de una herramienta más contra los robos de vehículos.


 Después de ser, durante décadas, la documentación más común del automotor, la cédula verde ya está conviviendo con la cédula azul, la credencial instrumentada por la Dirección Nacional del Registro Automotor para reforzar los controles y disponer de una herramienta más contra los robos de vehículos.


 Se trata, simplemente, de una autorización que el titular del vehículo hace a nombre de quien (o quienes) quiera que lo manejen.


 "La tarjeta azul es una opción para quien la quiera tomar, que brinda, en ciertos casos, alguna ventaja respecto de la cédula verde", sostuvo Antonio Omar Delgado, titular del Registro Nacional de la Propiedad del Automotor Nº 3, de nuestra ciudad.


 Delgado se esmeró en subrayar que "mientras la cédula verde no esté vencida, cualquier persona puede conducir el vehículo, portándola.


 "Tampoco es cierto que cuando se vence la tarjeta verde, los terceros que manejan ese vehículo tengan obligación de sacar la cédula azul.


 "Puede darse el caso de que el titular no quiera sacar la tarjeta azul y, en consecuencia, renueve la cédula verde, por lo que, durante el lapso de vigencia, esta credencial le sirve a cualquiera que conduzca el vehículo", añadió.


 La cédula azul está en vigencia desde principios de marzo, aunque a partir de este mes se empezó a requerir en los controles de tránsito.


 Asimismo, desde el 4 de septiembre, la vigencia de la tarjeta verde se limitó de dos a un año.


 "La razón de este cambio no es recaudatoria, como podría llegar a suponerse, sino que tiene que ver con la seguridad jurídica. Es que, frente a los robos de vehículos, los delincuentes contaban con un instrumento que, durante dos años, los habilitaba a circular por todo el país, por lo que se buscó un período razonablemente amplio como para no tener que renovar la tarjeta verde en forma periódica, pero lo suficientemente corto como para que no sirva de manera indefinida a quien delinque", destacó Delgado.


 El titular del Registro Automotor Nº 3 resaltó que "así como para el titular del vehículo la cédula verde no vence nunca, la tarjeta azul tampoco tiene vencimiento, a menos que expresamente el propio titular del dominio revoque la autorización.


 "La cédula azul contiene los mismo datos que constan en la tarjeta verde, sólo que se agregan los datos personales y el número de documento de la persona autorizada a conducir por el titular del vehículo", acotó.

La tramitación.
Para tramitar la cédula azul, el Registro Automotor solicita que el titular del dominio complete un formulario tipo 02 y presente su DNI, libreta cívica o de enrolamiento; es decir, los únicos documentos que acreditan identidad (no se aceptan cédulas federales o provinciales, carnet de conductor u otro tipo de documentación).





 Se pueden solicitar todas las tarjetas de este tipo que se desee, debiendo desembolsar 31 pesos por la primera (16 pesos por la cédula en sí y 15 pesos por la certificación de firma) y 16 pesos por cada otra cédula que se requiera.


 En otro orden, en lo que representa un hecho meramente declarativo, tiene que detallar nombre, apellido y tipo y número de documento de la persona a la que autoriza a conducir su vehículo, quien no es necesario que concurra ante el Registro ni que presente su documento.


 "De todas formas, siempre es conveniente que los terceros acompañen al titular del vehículo, porque nos brinda mayor certeza de los datos personales y, de tal manera, se minimizan los errores", concluyó Delgado.

Más vale denunciar que padecer






 Delgado indicó que "si a la hora de vender un vehículo, el nuevo propietario no quiere transferir, el dueño del dominio puede extenderle una cédula azul para que transite, aunque asume todas las responsabilidades civiles por lo que pase con ese automotor.


 "Está claro que quien obra de esta manera comete un gravísimo error, porque lo conveniente sería presentar la denuncia de venta, con la que automáticamente prescriben todas las autorizaciones o documentaciones que habiliten a terceros a conducir ese vehículo", agregó.


 En tal sentido, destacó que la figura de la denuncia de venta "está dada por una ley nacional, por cuanto, desde el momento en que queda inscripto el trámite en el Registro Automotor, se libera al anterior dueño del vehículo de todas las responsabilidades civiles por los daños que pudieren ocasionarse.


 "No ocurre lo mismo con las responsabilidades tributarias, porque ese caso en particular requiere de un trámite en Rentas, que incluye la presentación de la denuncia de venta y el cumplimiento de otros requisitos que exige ese organismo provincial", sostuvo.

Para tener en cuenta

* Una persona que no es titular del dominio de un automotor puede circular conduciéndolo sólo si la tarjeta verde del vehículo no está vencida o si cuenta con cédula azul que lo autoriza expresamente a ello.
* La tarjeta azul, denominada oficialmente como Cédula de Identificación para Autorizado a Conducir, brinda mayor seguridad y control sobre quiénes estén autorizados, por el dueño, a manejar el vehículo.
* Esta cédula se tramita en el Registro donde está inscripto el automóvil, cuesta 31 pesos y es optativa. En el caso de solicitar más de una tarjeta, el costo de las siguientes asciende a 16 pesos cada una.
* La cédula azul no quita responsabilidad al titular, ya que, en caso de accidente, es el dueño del vehículo quien deberá hacerse cargo de los daños causados.
* Desde el 4 de este mes, la cédula verde pasó a vencer cada año, y no cada dos, como era hasta el momento.
* La tarjeta azul se puede revocar, por lo que el propietario tiene derecho a quitar la autorización cuando lo considere oportuno.