La noche que la magia iluminó el Casanova
"Admiro muchísimo a `Tony' Parker, pero sobre todo a `Manu' Ginóbili", dijo recientemente a un diario italiano en una expresión que, dada la dimensión del declarante, se esparció por todo el mundo.
Y si un mítico se acuerda de un bahiense, nobleza obliga a recordarlo a él.
Estuvo aquí, entre nosotros. A Earvin Johnson, mundialmente reconocido como "Magic" (1) dejamos de verlo en la pantalla chica para gozarlo en persona.
Fue un domingo, 16 de enero de 1994. El nativo y criado en Lansing, poblado cercano a Detroit, llegó con un equipo denominado All Stars, que tenía en su plantel a varios ex NBA y otros que habían brillado en rectángulos europeos.
En un Osvaldo Casanova algo remozado (2), enfrentó a Estudiantes, reforzado, frente a una multitud que colmó las gradas de cemento, para disfrutarlo, pese a que hacía casi cuatro años que se había retirado (3).
Y lo vio casi a pleno, porque tuvo que exigirse en forma (jugó 41 minutos de los 48, que se dividieron en 4 cuartos) porque el albo le presentó batalla hasta los últimos pasajes, dentro de un juego que distó de ser mera "exhibición", aunque su trámite fue limpio de asperezas (4).
Respondiendo a su fama, "Magic" ofició de conductor, pero rotó casi todas las funciones (5) y terminó despidiéndose con un triple de casi media cancha, que hizo explotar a los espectadores en ruidosa ovación.
No fue la única, porque el festival montado esa noche tuvo otras (muchas) alegrías y emociones. Por ejemplo, previo al compromiso, el propio base de 2m06 y 102 kilos se estrechó en un abrazo y le entregó una plaqueta a otro inolvidable base, Alberto Cabrera, que justo ese día cumplía 10 años de su alejamiento oficial de las canchas argentinas.
Después, José Luis Gil ganó un torneo de triples sobre Juan Alberto Espil (17 de 25 contra 15 de 25) y Reggie Fox, hizo suyo el torneo de volcadas donde uno de los jurados fue Jaime Linares, ex basquetbolista y, por entonces, intendente de la ciudad.
No fue ese el único halago para "Josi", ya que le pidió y obtuvo de "Magic" su pantaloncito corto y las medias, mientras que para Espil le quedó el "consuelo" del par de zapatillas del ídolo que con Los Angeles Lakers engrosó las estadísticas enebeaistas, desde anillos obtenidos hasta encabezar varios rubros de medición individual.
Menos suerte tuvieron los fanáticos que, sea en el estadio, como cuando llegó y se retiró de él, no tuvieron acceso a aunque más no sea "tocar" al megaastro. Su corpulento guardaespaldas, Anthony Pitts, se ocupó y preocupó de que nadie se le arrimara. Ni siquiera de la policía local.
El plato fuerte de esa memorable noche, el partido en sí, arrojó estas estadísticas, que incluimos porque los nombres que se vuelcan en ellas traerán no pocas nostalgias.
Estudiantes, reforzado (141): Montecchia 14, Espil 37, Bryant 32, Faggiano 3, Jadlow 16, iniciaron; Ferrari 1, Del Sol 4, Gil 18, De la Fuente 10, Iglesias, Pettorosso 2 y Grishaev. DT: Néstor García.
All Stars (153): Theus 13, Long 20, Cureton 15, "Magic" 46, Conner 14, iniciaron; McGree 3, Henry 17, Fox 19, Martin y Thompson. DT: Earvin Johnson.
Parciales: Estudiantes 33-38, 71-74 y 108-111.
Arbitros: Raúl Chaves, Jorge Morillo y Daniel Godachevich.
1) El apodo se lo puso, y luego se impuso, el periodista Fred Stabley Jr, de "Lansing State Journal", cuando en 1974 presenció un juego de high school en el que Earvin anotó 36 puntos, bajó 18 rebotes, dio 16 asistencias y robó 20 balones... Quedó encandilado.
2) "Si no cambian el piso por otro más blando, a Bahía no vamos", había amenazado el sueco Onni Nordstron, encargado de la gira, un par de semanas antes. Y el Casanova contó rápidamente con otro acorde.
3) El 25 de octubre de 1991 Michael Mellman, médico de Los Angeles Lakers le dio la angustiante noticia de que era portador del virus HIV (Sida). Veinticuatro horas después el doctor David Ho le confirmó el diagnóstico. El 7 de noviembre Earvin anunció su retiro.
4) Hay que aclarar que los golpes nunca intimidaron a "Magic". Por ejemplo, en 1988, luego de un juego decisivo frente a Detroit Pistons (integrado por los mentados Niños Malos) debió estar horas metido dentro de una bañera llena de cubitos de hielo, para desinflamar los hematomas que pintaban su cuerpo.
5) Fue el primer rookie en la historia de la NBA en ser elegido MVP de una final, ante Philadelphia Sixers, en la temporada 1979/80. Como Kareem Abdul-Jabbar estaba lesionado, cumplió la función de pivote con estos números: 42 puntos, 15 rebotes y 7 asistencias.
Enrique Nocent/"La Nueva Provincia"