El humor de Chris Rock, una elección peligrosa
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El comediante, actor, y, sobre todo, un polémico experto en monólogos, resulta la mayor novedad de la 77º edición de los premios más promocionados de la industria del cine que se entregarán mañana por la noche.
Antecedente. Sin ningún gran éxito en la pantalla como actor, el humor de Rock se hizo popular en los Estados Unidos gracias a sus giras por los clubes de la comedia y por su programa de televisión The Chris Rock Show.
LOS ANGELES (EFE) -- Chris Rock será el maestro de ceremonias más atrevido que los Oscar hayan tenido. Con él, la Academia quiere ganar nuevos espectadores, pero hay quienes dudan de su poder de convocatoria.
Su debut viene precedido de declaraciones transgresoras como "nunca he visto los Oscar", "¿qué negro heterosexual vería algo así?", "los premios son una estupidez" o "siempre me ha parecido una gala de abuelos".
Gil Cates, productor de la velada, subrayó que ninguna de esas expresiones lo sorprendió y que trata de contratarlo desde 1997.
"¿Por qué tanto empeño? Quienes lo conocen, por caso el humorista y actor Robin Williams, dicen que será el estandarte de los Oscar del nuevo milenio.
"Ya era hora de que contaran con Rock", considera el actor y director Mario Van Peebles.
Rock no deja títere con cabeza y no tiene prurito al tocar temas raciales, personales, religiosos o políticos. Tampoco se priva de gritar o decir groserías. Pero la fórmula le aportó una masiva audiencia masculina, principalmente menor de 40 años, emergente, en especial, de las minorías raciales.
"Es uno de los tipos más divertidos que he escuchado", subraya Cates, blanco y mayor de 60 años, un ejemplo de que Rock no descarta otros adeptos.
Novedosa fórmula.
Hasta la fecha, el humor de Rock fue incapaz de encontrar su lugar en la gran pantalla. Con más de 22 películas en su haber, durante 15 años, ninguno de sus títulos ni New Jack City, ni Head of State, que también escribió y dirigió, consiguió difusión internacional.
Su paso por otras entregas de premios como los MTV o los Emmy fueron mejor recibidas, pero también crearon polémica.
Es que sólo alguien como Rock se atrevió insultar desde el escenario al rapero Suge Knight, en la entrega de los premios MTV de 1996, mientras hacía de maestro de ceremonias.
Y su paso por los Oscar como presentador del premio a los Mejores Efectos Sonoros, el mismo año que la Academia entregó un galardón de honor al cineasta Elia Kazan, vino acompañado por un comentario en el que llamó al homenajeado "rata" por su apoyo a las autoridades de los Estados Unidos durante la "caza de brujas", a mediados del siglo XX.
Rock hizo sólo una promesa a los organizadores: que se abstendrá de decir palabrotas en público.
"Quizá alguno, para probar si funciona el diferido", arriesgó ante la prensa, en referencia a los segundos de "retraso de seguridad antiobscenidades" con los que se emitirá la ceremonia.
También se abstendrá de los números musicales que tanta fama dieron a sus predecesores, desde Billy Crystal hasta Whoopi Goldberg.
Además, dedicará dos minutos de la gala a los mejores momentos del fallecido Johnny Carson, cuando fue maestro de ceremonias de los Oscar.
El resto lo tiene preparado desde hace cerca de dos meses, incluyendo nuevos chistes, monólogos y comentarios. Promete no callarse ninguno y ser la mayor incertidumbre de estos Oscar.