Se fue Lavagna, pero para el campo todo seguirá igual
Los productores agropecuarios de la zona recibieron ayer con un marcado escepticismo y muy pocas esperanzas la noticia de que el ministerio de Economía de la Nación no seguirá a cargo de Roberto Lavagna, a quien habían definido como un funcionario "anti-campo".
Los dirigentes rurales consultados coincidieron en que no creen que el cambio de nombres en la cartera económica nacional provoque modificaciones de relevancia en la política productiva del gobierno de Néstor Kirchner.
Jesús María Díaz, presidente de la Asociación de Productores de Coronel Pringles, opinó ayer que la partida de Lavagna del ministerio de Economía nacional no tendrá mayores repercusiones para el campo "si no cambia la manera de pensar de quien le impartía órdenes" (en alusión al presidente Néstor Kirchner).
"El ex ministro cumplía las órdenes del presidente, que es un hombre anti-campo. Si Kirchner sigue con la idea de que el campo es una 'mina de oro' y no empieza a reconocer el esfuerzo que el sector hace por la economía argentina, por más cambios de nombres que haya seguiremos igual", indicó a "La Nueva Provincia".
"El problema es que el gobierno parece no conformarse con 'ordeñar la vaca' al límite, sino que también quiere quedarse con la vaca. Eso puede ser muy peligroso", advirtió, con una curiosa metáfora.
El reconocido dirigente pringlense confió, de todas maneras, que el reemplazo de Lavagna lo sorprendió.
"Ojalá el gobierno nacional entienda que la situación del sector agropecuario está comprometida y que hay que bajar drásticamente las retenciones, porque la rentabilidad está muy comprometida", dijo.
"Esta situación es aún más dura en distritos como Coronel Pringles, donde el 70% de la siembra fina está perdida y se han vendido 80 mil vacunos por encima del promedio anual de venta, a raíz de la sequía", se lamentó.
Idéntica opinión manifestó ayer el dirigente agropecuario villarinense Fernando Carrizo Fierro, quien recordó que la reemplazante de Lavagna, Felisa Miceli, era del equipo del ahora ex ministro.
"Esto de cambiar el comandante del barco en medio de la tempestad es muy raro, a pesar de que no comparto la política de Lavagna de considerar a nuestro sector como una fuente de recursos permanentes para hacer caja chica y atender el problema fiscal del gobierno", señaló.
Pablo Simone, presidente de la Sociedad Rural de Saavedra, sostuvo en la víspera que la partida de Roberto Lavagna de la cartera de Economía podría frenar la comercialización de productos primarios por un tiempo, pero advirtió que no cree que de aquí en más se tomarán medidas favorables al campo.
"Con las retenciones que pusieron a la carne están apretando cada vez más al sector, y no creo que se piense en aflojar. Las medidas que se tomaron no van a ser vueltas para atrás", opinó.
Roberto Coquet, integrante de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), recordó ayer que, en su momento, la flamante ministra de Economía se reunió con representantes de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
"Sin darnos soluciones, al menos nos atendía, algo que no pasaba con Lavagna. Sin embargo, no sé si esta señora tiene el bagaje de conocimientos necesario para cargar con su nuevo trabajo", señaló.
"Este gobierno, esté quien esté al frente del ministerio de Economía, no atiende al sector rural porque sólo lo considera un 'tarro' donde meter la mano para sacar plata", sostuvo.
Sergio Urrutia, presidente de la Asociación de Productores de Villarino Sur (Aprovis), dijo sentirse esperanzado, aunque en un modo muy particular.
"Creo que este cambio puede ser para mejor... porque pegarle más al campo es imposible", aclaró.
Sostuvo que, durante de la gestión de Lavagna, la experiencia del sector agropecuario fue "pésima".
"Si el plan para el sector que se implementó hasta ahora fue armado por Lavagna, lo que viene será para mejor; en cambio, si todo fue ideado por Kirchner... que el último que salga apague la luz", ironizó.
"Lo único que veíamos era un interés netamente recaudatorio"
El titular de la Sociedad Rural del distrito de Tornquist, Horacio Buitrago, indicó ayer que el cambio de ministro de Economía nacional debería necesariamente influir en la adversa situación que atraviesa el sector agropecuario de nuestro país.
"Las últimas medidas que llevó adelante el ministerio de Economía fueron muy negativas para el sector. Creemos que se tienen que tomar medidas que alienten la producción, tanto primaria como industrial", explicó Buitrago.
"Hasta ahora, lo único que veíamos era un interés netamente recaudatorio, ya que todas las medidas cercenaban, de alguna manera, la producción", añadió.
El dirigente ruralista dijo que esta nueva conducción del ministerio de Economía debe darse cuenta de que el país necesita ponerse a producir fuertemente.
"Hoy tenemos un futuro muy promisorio para exportar y los productores del país necesitan el apoyo del Estado, como en el caso de la carne, para producir más kilos y aumentar el stock ganadero", afirmó.
"Espero que este cambio de ministro traiga beneficios para el sector, pero no lo puedo asegurar. Todo cambio genera expectativas nuevas", agregó.
Por último, Buitrago señaló que esta decisión del gobierno pretende, de alguna manera, desarticular las protestas que en este momento están programando las entidades agrarias.
"A corto plazo veremos si (el cambio de ministro de Economía) es solamente una cortina de humo para seguir creando políticas antiproductivas o realmente mejorar el sistema productivo", finalizó.
CARBAP promoverá un paro agropecuario nacional
Con el objetivo de mostrar la disconformidad del sector agropecuario ante la decisión oficial de aumentar del 5% al 15% las retenciones a la exportación de carne, en la reunión nacional de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) prevista para hoy se tratará la posibilidad de efectuar un paro rural durante dos días.
La paralización absoluta de negocios que involucren al sector será propuesta por la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), a pesar de las versiones que indicaban que el alejamiento de Roberto Lavagna del ministerio de Economía de la Nación retrasaría la discusión de la medida.
"Mañana (por hoy), se encontrarán los presidentes de las confederaciones y seguramente le van a marcar al gobierno nuestra disconformidad con la situación actual por medio de un paro de comercialización. Luego pediremos una reunión para que nos atiendan", sostuvo ayer Roberto Coquet, ex presidente de la Sociedad Rural de Saavedra e integrante de CARBAP.
El profundo descontento de los productores fue uno de los aspectos más salientes de la última reunión del consejo directivo de CARBAP, que sesionó en Necochea durante dos jornadas. Además del aumento señalado, los dirigentes agropecuarios señalaron que el gobierno nacional evita dialogar con ellos.
Por este motivo, durante el encuentro realizado en la sede del Centro de Acopiadores de Cereales Zona Puerto Quequén se coincidió en solicitar una audiencia con el presidente de la Nación, Néstor Kirchner, a los efectos de trasladarle las inquietudes del campo.
También se hizo hincapié en los efectos negativos de las nueve disposiciones tomadas por el gobierno en relación con el sector, y se remarcó que en las esferas oficiales se advierte una "constante improvisación" que no sólo perjudica a los productores, sino a las inversiones en general.
También se insistió en que no se puede dejar de cumplir con los 90 mercados internacionales en los cuales Argentina ha logrado colocar sus carnes.
De acuerdo
Tras calificar de "retrógrado" al aumento de las retenciones a la exportación de carnes, Manuel Domínguez, presidente de la Sociedad Rural de Coronel Pringles, destacó ayer que cada vez se escucha con más fuerza la idea de efectuar medidas de fuerza.
El dirigente señaló que las medidas impuestas por el gobierno no serán efectivas para controlar los índices de precios, sino sólo para obstaculizar la actividad ganadera.
"Estas medidas son intervencionistas y no sirven para nada. Lo único que consiguen es agravar la difícil situación que atraviesa el productor del sudoeste bonaerense, que está sufriendo una seca que ha malogrado la cosecha fina, dejado en peligro la gruesa y golpeado muy fuerte a los rodeos", enfatizó Domínguez.
En los mismos términos se expresó el ingeniero Mario Tamburo, integrante de la Sociedad Rural de Coronel Dorrego (SRCD), quien señaló que el aumento de las retenciones no pondrá freno a los aumentos de la carne.
"Este tipo de medidas son retrógradas, dirigistas y atentan contra la producción y el consumidor", explicó el dirigente gremial.
Para la SRCD, sólo con más producción se podría haber evitado el incremento de los precios en carnicerías, mientras que con el aumento de las retenciones a las exportaciones cárnicas "se dilapidan años de sacrificios y esfuerzos de los hombres y mujeres del campo".
Juan Pedro Marcenac, presidente de la Sociedad Rural de Pigüé, consideró ayer que el aumento de las retenciones no hace más que "poner de manifiesto que se sigue improvisando en la búsqueda de lograr bajar el precio de la carne".
"Creen que, recortando la posibilidad de exportar, habrá una mayor oferta en el mercado interno. Sin embargo, es sólo otra medida improvisada tomada sobre la marcha, como fue la de aumentar el peso mínimo de faena", añadió.
"Con este aumento de las retenciones, lo único que se hace es poner obstáculos a las exportaciones en un momento en que el mundo está ávido de carne roja argentina", añadió.
Horacio Buitrago, miembro de la Asociación Rural de Tornquist, calificó ayer a la medida como "anti-productiva", ya que --según enumeró-- va en contra de las inversiones que está haciendo el productor y desfavorece la exportación de carne al extranjero.
"No van a parar la inflación por colocar las retenciones a la carne, ya que sólo se exporta el 20 por ciento del producto", añadió.
Asimismo, señaló que en esta zona muchos productores van a dejar de realizar la producción de cría.
"La medida es un grave error que ya hemos visto con las retenciones a la leche y a los cereales, sectores cuyos productores se van empobreciendo día a día", dijo.
El secretario de la Asociación Rural de Patagones, doctor Hugo Suárez, manifestó ayer que se esperaba que las retenciones fueran bajando paulatinamente, pero ocurrió todo lo contrario.
"Para colmo, esto ocurre en un momento de fuerte sequía", se lamentó.
Respecto a las medidas a tomar, el secretario de la rural maragata señaló que las entidades están gestionando un contacto directo con el gobierno.
"Las entidades madres del campo han hablado en muchas oportunidades, pero hasta ahora no hemos tenido respuestas. Seguiremos insistiendo...", aseveró Hugo Suárez.
Protesta
Horacio Fernández, integrante de la comisión directiva de la Sociedad Rural de Coronel Suárez, recalcó que resulta necesario definir un plan de protesta inmediato contra las medidas del gobierno.
"Estas medidas no son sólo perjudiciales para el campo o para el productor, sino para el país. Si necesitamos generar divisas, hay que exportar", aseguró.
El presidente de la Asociación de Ganaderos de Villarino para la Sanidad Animal Zona norte, Fernando Carrizo Fierro, sostuvo ayer que la medida gubernamental no es más que "un despojo, una metida de mano al bolsillo del sector sin ningún resultado a la vista, ya que la carne no baja".
Agregó que en cualquier país del mundo el problema de precios se soluciona produciendo más cantidad, a fin de que haya mayor oferta.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Productores Agropecuarios de Puan, Julio Rausch, reconoció ayer que "estaba esperando" el último aumento de las retenciones dispuesto por el gobierno.
"Si además de las retenciones consideramos que nos cobran el 21% del IVa sobre la producción, vemos que se nos va casi el 50% del total en impuestos", concluyó.
Carlos Marino, vicepresidente de la Sociedad Rural de Guaminí, señaló ayer que la medida impactará con mucha fuerza en el distrito, ya que el 60% de la superficie del partido se destina a la ganadería.
"El poder adquisitivo del salario se recupera vía aumentos, no con retenciones al sector más dinámico, más fuerte y más impulsivo de la economía argentina", aseguró.
Para él, este era el peor momento para imponer una suba a las retenciones de las ventas de la carne, sobre todo en distritos tan golpeados por la falta de lluvias.
Guillermo Clausen, consignatario de hacienda y representante de la firma Sanz Valiente & Bullrich SA en Tres Arroyos, indicó ayer que la disposición del gobierno será "completamente negativa para el sector".
"Esperábamos algo así, porque el productor ya está resignado a que el manejo del precio de la carne sea una cuestión política", comentó.
Una quita mayor
Horacio Fernández, de la Sociedad Rural de Coronel Suárez, explicó que, en la práctica, el incremento de las retenciones es mayor al 10% porcentual. "Antes, cuando un frigorífico quería exportar 100 toneladas de carne, tenía que pagar una caución del 5% garantizando esa exportación. Una vez concluida la operación, el gobierno le devolvía el monto. Ahora, es quita encubierta no se devuelve, por lo que el porcentaje de retención no es del 15%, sino del 20%", señaló.
Resolución
El Concejo Deliberante de Coronel Dorrego, durante su última sesión ordinaria, aprobó por unanimidad su rechazo al aumento de las retenciones a la exportación de carnes. Desde las distintas asociaciones de productores se indicó que se espera un apoyo manifiesto similar de parte de las autoridades de sus respectivos distritos.
Autocrítica
"Todo esto pasa porque el sector agropecuario no tiene fuerza, ni unión, ni estrategia. Entonces, siempre estamos a expensas de los gobiernos de turno. Mientras no cambiemos esa estrategia, siempre va a haber un gobierno que, con un método u otro, obtenga del campo la solución a sus problemas" (Textual del dirigente rural Fernando Carrizo Fierro).
Producción: Agentes informativos de "La Nueva Provincia"