Los peligros del "solcito" de primavera
Estamos ya en plena primavera. Aunque nos parezca todo lo contrario, el sol de esta época --en apariencia tenue-- es tan perjudicial como el del verano. A cuidarse, entonces.
En tiempos en que la ropa se aliviana, la piel se desnuda y el blanco del invierno sale a relucir, hombres y mujeres de todas las edades se esfuerzan por lograr, de manera simple y rápida, un bronceado socialmente aceptable.
No obstante, este sol, que parece tan tenue e inofensivo, obliga a una exposición tan cuidada como la que se puede realizar en pleno verano.
La dermatóloga de nuestra ciudad Alicia Mónica Vallejo brindó las principales pautas para un color tan firme como saludable. Veamos.
--Ante la aparición de los primeros soles un poco más fuertes, ¿cuál es la mejor manera de empezar a exponerse, en cuanto la protección, el horario y la permanencia?
--El ideal de la exposición solar en cualquier época del año es hacer una actividad física al aire libre, caminando, trotando, etcétera, siempre con un protector solar, que habitualmente los dermatólogos indicamos de acuerdo con el tipo de piel del paciente o fototipo.
"Las pieles que responden con una buena pigmentación y no enrojecen son las que menor índice de protección uno les
indica.
"En cambio, aquellas que enrojecen y no se broncean, requieren mucho cuidado y un alto factor de protección.
"Si nos remitimos al tema del horario de exposición, volvemos a lo dicho en años anteriores: en horas de la mañana, hasta las 11 y, por la tarde, después de las 16, son los horarios ideales.
"En cuanto a la duración de la exposición, habitualmente con pocos minutos, unos 15 o 20 diarios, se obtiene una estimulación del color sin producir un daño agudo como es la
inflamación de la piel, que termina luego con una descamación no aconsejada".
--El sol de esta época, ¿es mejor, igual o peor que el del verano?
--A juzgar por la información que tenemos, este sol es igual al del verano.
"En algún momento la información recibida nos decía que la radiación solar sólo disminuía en los meses de junio y julio y que luego se incrementaba y mantenía igual desde agosto hasta el verano. De cualquiera de las dos maneras, en esta época del año hay que fotoprotegerse".
Los riesgos siempre existen
--¿Qué riesgos corre aquella persona que no toma las precauciones enumeradas?
--La falta de cuidados genera diferentes riesgos, que se podrían clasificar en daños de tipo agudo, que se produce en aquella piel que se inflama, se pone muy roja, levanta
temperatura y luego se descama, apareciendo por debajo una piel muy débil. Esto, en forma repetida, se traduce, con los años, en una piel envejecida prematuramente, ajada, con manchas, que no condice con la edad cronológica del paciente.
"Si bien la cuestión parece ser un tema estético, los cambios más importantes son lo que no son visibles; no nos debemos olvidar que la radiación solar, de esta forma, opera como un factor inmunodepresor: la piel pierde la capacidad de protegerse y aparecen lesiones que, si no las atendemos, conllevan un riesgo de vida".
--Los niños ¿desde qué edad pueden exponerse a este sol y con qué precauciones?
--Hace años, la Academia Americana de Lucha Contra el Cáncer dejó establecido que los bebés hasta el año de vida no deben recibir un fotoprotector solar sobre su piel, por ende, no se puede exponerlos al sol en forma directa ni en horas prohibidas. Sí están indicadas las pantallas físicas, como la sombrilla, el sombrero y la ropa de algodón de trama apretada.
--De lo contrario ¿a qué peligros se exponen?
--El peligro más temido en los mas chicos es el golpe de calor, su piel no está madura para las grandes sudoraciones y se produce una inflamación de la piel que es muy pruriginosa con lesiones puntiformes rojas inflamadas por el calor recibido, no siendo el sol el único causante, también las temperaturas altas.
"Por supuesto que también cuenta el daño solar, que es
igual al de los adultos, no debemos olvidar que la dosis solar es acumulativa a lo largo de la vida, podríamos decir que la piel tiene memoria".
--Para lograr el tan ansiado color caribeño "en pocos minutos" ¿La cama solar es una buena opción?
--Lamentablemente, no.
Cómo cuidarse
--Si de todas maneras se decide tomarla ¿cómo se debe tomarla, para reducir los daños?
--Es aconsejable la fotoprotección como si la persona fuese a exponerse al sol, y recordar que algunos medicamentos hacen una reacción cruzada que provoca que la piel se manche o acentúa manchas que después son difíciles de blanquear.
--¿Y el novedoso sol pleno?
--Es excelente por no tener contraindicaciones, pero cuidado, que tener un color dado por este método no protege del daño solar.
--¿Y en cuanto a los autobronceantes?
--Son igualmente buenos, no protegen del sol, pero constituyen una alternativa válida para verse bronceado si se los sabe colocar: hay que usarlos luego de un baño y habiendo aplicado previamente una emulsión humectante para que el producto autobronceante se deslice bien.
--Usted, ¿cuál recomendaría?
--De todo lo dicho me queda una reflexión final y no muy feliz para quienes desean un bronceado solar intenso: no podemos dejar de hacer actividades al aire libre; son saludables y nos sentimos muy bien realizándolas.
"En consecuencia, yo aconsejo continuar haciéndolas pero inteligentemente, teniendo en cuenta sólo 4 items: el horario, un fotoprotector adecuado, anteojos de sol con filtro y, si fuera necesario por antecedentes familiares, se indica el uso de ropa liviana para la estadía en la playa.
"También quisiera remarcar que para la gente joven, cuya piel no evidencia todavía un daño, estas recomendaciones son a veces difíciles de entender. El problema es que, en la medida en que el daño se expresa y el envejecimiento se empieza a notar, se agotan los medios para devolver la lozanía a la piel, que difícilmente se recupera".
(otros temas)
Cómo cepillar los dientes
Un cepillado correcto lleva, al menos, dos minutos.
Para realizarlo adecuadamente, hay que seguir los siguientes pasos:
* Colocar el cepillo a lo largo de la encía, marcando un ángulo de 45 grados.
* Una hilera de cerdas debe penetrar levemente debajo de la línea de la encía.
* Realizar movimientos de adelante hacia atrás unas 10 a 15 veces cada dos o tres dientes, para remover la placa bacteriana.
* Cepillar las superficies internas de cada diente utilizando la técnica del paso anterior.
* Colocar el cepillo verticalmente para cepillar la cara interna de los dientes superiores e inferiores.
* Cepillar las superficies de masticación, realizando movimientos de adelante hacia atrás.
Y el hilo dental. Asimismo, hay maneras precisas de limpiar las juntas de los dientes:
* Cortar 30 a 40 centímetros de hilo dental y enrollarlo en los dedos medios de ambas manos dejando aproximadamente 12 centímetros entre uno y otro.
* Deslizarlo suavemente entre los dientes hasta llegar por debajo de la línea de la encía.
* Curvar la seda en forma de "C" y deslizarla entre los dientes con un movimiento de barrido.
* Repetir esta acción en todos los espacios entre diente y diente.
La sonrisa de la embarazada
Es muy importante que durante el embarazo la mujer reciba un control odontológico adecuado para prevenir complicaciones que pueden aparecer como consecuencia de los cambios hormonales de la gestación.
Esto es fundamental para la salud bucal de la embarazada y la del futuro bebé.
Con una dieta bien balanceada y una correcta higiene dental, se evita que se cumpla el antiguo proverbio "con cada embarazo se pierde un diente".
Durante los primeros meses, es muy común que el cepillado dental aumente las molestias digestivas tan frecuentes durante el embarazo como las náuseas o los vómitos.
Esto lleva a que se descuide la higiene dental y, por este motivo, asociado a los efectos de las hormonas propias del embarazo, pueda aparecer una gingivitis (inflamación de las encías), que se manifiesta con sangrado de encías y sensibilidad al calor o al frío.
Estas molestias se pueden controlar mediante un cepillado adecuado, que también previene la placa bacteriana, origen de las caries tan molestas.
También es muy importante el uso del hilo dental, para eliminar restos de comida que hayan quedado entre los dientes, inaccesibles para el cepillo.
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El corazón avisa. Sea cual sea su edad, es muy probable que sepa que una especie de presión en el pecho es el síntoma físico más común de un ataque cardíaco. Puede saber, incluso, que el cuerpo a veces "envía" el dolor de un ataque cardíaco al cuello, la mandíbula o los brazos. Sin embargo, alrededor de un tercio de todas las personas que sufren ataques cardíacos no sienten dolor en los músculos. Por eso los pacientes de ataques cardiacos que no experimentan dolores en el pecho tienen el doble de posibilidades de morir en el hospital que quienes lo padecen. Reconocer estos síntomas puede salvar nuestra vida. Estos son algunos: falta de aliento, indigestión, sudoración excesiva, náusea, dolores en el pecho, cuello, brazos o espalda.