La "fiesta", en Salta, se terminó por culpa de una bomba
SALTA -- El partido que disputaban esta anoche River Plate y Racing Club, en el estadio Padre Martearena, de Salta, fue dado por concluido por el árbitro Rafael Furchi en el entretiempo debido a la caída una potente bomba de estruendo en el campo de juego minutos antes de que concluyera la primera etapa.
El cotejo, que estaba 0-0, fue suspendido por determinación de los jugadores y técnicos de ambos bandos, situación que se produjo al caer la segunda bomba (de menor calibre), tras el alerta que jugadores de ambas instituciones ofrecieron al árbitro Rafael Furchi.
Si bien hubo declaraciones encontradas en el vestuario, donde los de River mantuvieron la postura de suspender y los de Racing mantuvieron algunas dudas --Emilio Comisso declaró que quería seguir jugando--, tanto los jugadores como técnicos y dirigentes resolvieron no continuar con el espectáculo.
"No hubo forma de reconsiderar la situación. ¿Quién nos da la garantía? Cuando cayó la primera bomba nos dijeron que no pasaría más, pero luego cayó otra y así no se puede seguir. Esto que era una fiesta se pudo haber convertido en una tragedia", dijo Norberto Alvarez, dirigente de River.
"Los técnicos y los capitanes del equipo querían suspenderlo, es una postura entre ambos técnicos y capitanes, y la tomaron cuando
"La vida de un ser humano está delante de todo. En la primera bomba se habló una cosa, pero insistieron los hinchas y así no se puede jugar. Todos estamos mal, aunque ésta posturas hay que tomarlas para salvaguardar la vida de los jugadores y prevenir desgracias", apuntó Alvarez.
La policía actuó rápidamente y fueron cuatro los detenidos, según trascendió todos hinchas arribados de Capital Federal.
Furchi señaló, por su parte, que los representantes de los dos equipo decidieron suspender el cotejo.
"No estoy en contra, dudé en el campo de juego porque la gente de Salta nada tuvo que ver con esto. Los jugadores tuvieron buen tino para no seguir, ellos quieren preservar la integridad", dijo.
"Acá se pudieron de acuerdo los dirigentes, técnicos y jugadores. Me lo comunicaron de ambos bandos. Rivarola, Astrada, Ameli, Gallardo, Ubeda y Simeone fueron algunos de los que se acercaron al vestuario para pedir que suspendiera el encuentro", señaló Furchi.
En lo que respecta al partido, tanto River como Racing se mostraron imprecisos, fallaron en la creación y dispusieron de contadas acciones de peligro.
Lux le contuvo un cabezazo a Crosa, de movida, y luego fue River el que contestó con un disparo de Luis González que Lucchetti, con esfuerzo, desvió sobre el horizontal.
La tercera, y la última, le correspondió a Racing, a los 42 minutos, con un disparo de Lisandro López que se fue cerca de un palo. Y luego vino los de las bombas y la suspensión.