Bahía Blanca | Miércoles, 25 de junio

Bahía Blanca | Miércoles, 25 de junio

Bahía Blanca | Miércoles, 25 de junio

Oscar Coria: "No me cambió nada el éxito de Guillermo"

Fue una sorpresa. Oscar Coria, papá de Guillermo, el pasado fin de semana estuvo en Sociedad Sportiva apuntalando en un torneo nacional a los dos créditos de su escuela de tenis, como son Julián Guarnieri y Federico, su hijo menor. "Cacho" (48 años), un tipo sencillo, humilde y muy apegado a sus orígenes, sigue en la brecha de enseñar y sacar jugadores desde abajo, tal como lo hizo con "El Mago".
Oscar Coria es un retrato de su hijo Guillermo. (Néstor Malaspina-LNP)


 Fue una sorpresa. Oscar Coria, papá de Guillermo, el pasado fin de semana estuvo en Sociedad Sportiva apuntalando en un torneo nacional a los dos créditos de su escuela de tenis, como son Julián Guarnieri y Federico, su hijo menor.


 "Cacho" (48 años), un tipo sencillo, humilde y muy apegado a sus orígenes, sigue en la brecha de enseñar y sacar jugadores desde abajo, tal como lo hizo con "El Mago".


 "A mi no me cambió nada el éxito de Guillermo. Sigo haciendo lo que me gusta, que es enseñar tenis en la escuelita. Ahora trato de no despegarme de Federico, porque lo quiero disfrutar como hijo como no pude hacerlo con los otros", señaló Coria.


 --¿Hacía mucho tiempo que no venías a Bahía?


 --La última vez que estuve acá fue hace doce años, como capitán del equipo de Preinfantiles de Santa Fe. Guillermo era de esa edad pero ya había pasado a jugar en Infantiles.


 --¿Sos nativo de Rufino?


 --Nací en un pueblito de Córdoba que se llama Italó, que casualmente es donde empieza la zanja de Alsina para la campaña del desierto y que termina aquí, en Bahía Blanca.


 --Y siempre en tu rol de profesor...


 --Empecé a dar clases a los 16 años, o sea que hace un rato largo que estoy en esto. Nunca voy a ser entrenador o coach, porque enseñar tenis y formar a los chicos es lo que más me gusta. Además, me gusta recorrer el país, contar mi experiencia y ayudar a los "profes" que están luchando para sacar chicos que jueguen bien al tenis.


 --Vaya si te dio satisfacciones esta tarea.


 --Un día, hace varios años, encontré en un torneo a Paola Suárez. Al año siguiente, al ver que no jugaba, salí a buscarla y tuve la suerte de encontrarla y motivarla para que vuelva a competir en los torneos. Después, la ayudé un poco hasta que se fue a vivir a Buenos Aires.


 --¿Estás establecido en Venado Tuerto?


 --Desde el '78 estoy en Venado. Este año intenté hacer algo en Buenos Aires, pero como padre me estaba sintiendo mal porque había abandonado mucho a Federico, entonces después del último G-1 me volví a instalar en Venado Tuerto.
--Y ahora estás acompañando a Federico y a Julián Guarnieri.



 --Son las dos caras de la moneda. Julián fue mi alumno desde que arrancó y siempre quise que juegue tenis. No así con Federico, mi hijo menor, de quien vengo a ser más el abuelo que el padre.


 --¿Cómo lo ves tenísticamente a tu hijo menor?


 --El está atrasado porque creo que lo perjudiqué mucho al dedicarme a Guillermo y a Román. De chico tampoco demostró tanto interés como Guillermo, entonces por ahí no lo llevé para que se metiera mucho en el tenis.


 --¿Todos son de River?


 --Por accidente. Yo soy de San Lorenzo y además, anti Boca, entonces como si se hacían hincha de mi club iban a festejar partidos pero no campeonatos, preferí que se hagan de River.


 --¿Cómo se está recuperando Guillermo de su lesión en el hombro?


 --Hasta la semana pasada no podía sacar bien. Estuvo trabajando físicamente y haciendo más que nada rehabilitación. Había bastante líquido en el hombro. Por suerte zafó de la operación.


 --¿Cuándo volverá a competir?


 --Si todo va bien volverá en el Masters Series de Toronto. Luego jugaría Cincinnati y después irá a las olimpíadas, que es su gran sueño, aunque con un golpe duro encima por no poder llevar la bandera. En fin, son estas cosas que pasan en este país, que no se qué sistema tienen de evaluar a un deportista para decir quién lleva la bandera.


 --¿Vos también le enseñaste la magia a Guillermo?


 --Yo no soy mago. Lo que sí, en mi escuela siempre me gustó que los chicos se diviertan y hagan de todo. A mis alumnos los vuelvo locos a drops, porque creo que después que lo sufran en carne propia, les va a gustar y lo van a hacer. No tuve la suerte de ser jugador, pero fui un cuidadoso de la técnica y que en la cancha hagan todo. Una vez Guillermo Vilas dijo que el que más posibilidades tiene de ganar es aquel que en el mismo punto hace más cosas. Eso me quedó y es lo que hago.


 --¿El dinero es fundamental para llegar?


 --Hoy puedo decir que la plata es importante pero no es todo. El fiel reflejo de eso es que mis dos mejores alumnos, Guillermo y Paola, no tenían un peso y hoy son los dos número 1 del país y tuvieron la suerte de ser protagonistas a nivel internacional. Por supuesto que el que no tiene plata tiene que sacrificarse más, que golpear muchas puertas, pero no es la excusa para no triunfar.


 --¿Es cierto que estos días, en Bahía, dormiste en un albergue?


 --En ese que está ahí (se da vuelta y señala al "dormi" de Sociedad Sportiva). A mi me encanta la vida. El tenis de antes era distinto, era una fiesta, los chicos paraban en casa de familia o albergue y todos la pasaban bien. Hoy no, se alojan en un hotel y eso no te deja nada. Tenemos que volver a los orígenes. Estos chicos no son profesionales para ir a un hotel.

Se sienten seguros




 --¿La familia adoptó alguna medida de seguridad personal?


 --Tenemos la suerte de vivir en un lugar muy tranquilo. De todas maneras la policía se está portando muy bien con nosotros, no nos molesta y nos cuida. Lamentablemente el periodismo es responsable de que sucedan algunas cosas que pasan con la seguridad de los jugadores porque dicen que ganan una cifra y no tienen en cuenta cuánto se achica por descuentos y gastos. A Guillermo, del premio que gana en un torneo le quedará el 40 por ciento.