Bahía Blanca | Sabado, 04 de mayo

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De tal Palacio tal astilla

En el fútbol no hay muchos casos en los que el hijo emula al padre. Y en todo caso, sí hay varios hechos en que el descendiente ha vivido a la sombra del progenitor. Pues no es el caso de los Palacio. José Ramón marcó el camino y su hijo Rodrigo Sebastián lo está continuando. Muchas veces se dice que las comparaciones son odiosas y hasta imposibles en tiempo y forma, pero lo cierto es que a los Palacio los une algo más que la sangre.
De tal Palacio tal astilla . Deportes. La Nueva. Bahía Blanca


 En el fútbol no hay muchos casos en los que el hijo emula al padre. Y en todo caso, sí hay varios hechos en que el descendiente ha vivido a la sombra del progenitor. Pues no es el caso de los Palacio. José Ramón marcó el camino y su hijo Rodrigo Sebastián lo está continuando.


 Muchas veces se dice que las comparaciones son odiosas y hasta imposibles en tiempo y forma, pero lo cierto es que a los Palacio los une algo más que la sangre.


 José Ramón deslumbró a los hinchas de Huracán de Tres Arroyos y de Olimpo jugando de wing por la derecha y lo mismo ocurrió con Rodrigo, pero en Bella Vista y en el conjunto tresarroyense.


 Y el gran momento del pibe de Banfield --golazo a Racing, el primero en Primera y nada menos que ante un grande, tras una jugada exquisita-- fue la excusa ideal para juntarlos en la casa del barrio La Falda y compartir ante "La Nueva Provincia" una charla de entrecasa.


 "Se que de chico iba a la cancha, pero no me acuerdo mucho. Salía de mascota de Olimpo, pero era muy chico", recordó Rodrigo para abrir el fuego.


 --¿Sabés que tenés un juego parecido al de tu padre?


 --Eso me dicen todos, pero también me dijeron que mi Viejo era medio c... (risas)", ironizó el "Pala" para romper el hielo.


 Y enseguida contrarrestó su papá.


 "Cuando iba a la cancha de Bella Vista todo el mundo me decía eso, de que juega igual a mí y que hasta camina igual. Y cuando fui a verlo a Tres Arroyos, también me pasó lo mismo", comparó el "Gallego".


 --¿Y usted lo ve así?


 --Tiene las mismas características, aunque él también puede ir por adentro. Igualmente, él es más inteligente de lo que era yo a la misma edad. Cuando yo era joven no tenía el panorama que tiene Rodrigo. Y cuando me preguntan quién es mejor, siempre digo que él.


 --¿A veces ser el hijo de... juega en contra?


 --En ese aspecto nunca quise meterme. Igual, el día que Rodrigo debutó en Huracán de Tres Arroyos ante Antoniana estuve muy nervioso, cosa que nunca me había pasado. Debe haber sido porque yo me crié en ese club y era como mi segunda casa; y como no conocían mucho a Rodrigo sentía que tenía que rendir una dura prueba.


 "Es cierto lo que dice mi Viejo. Cuando debuté en Bella Vista o en Banfield fue como jugar cualquier partido, pero en Huracán tuve muchos nervios. Además, en Tres Arroyos no me conocía nadie. Si el día que llegué en el diario de allá pusieron: llega Ramiro Palacio", agregó el atacante del "Taladro".


 "Tal vez asumió una responsabilidad que no debía tener y pensó que debía dejar bien sentado el apellido. Y por eso los dos estábamos muy nervioso. Igualmente, yo sabía que él iba a andar muy bien", amplió José Ramón.


 --José, el sábado estuviste en la cancha. Le trajiste suerte.


 --Y ya lo había ido a ver contra River en el Monumental. Fui a dos partidos y los dos los ganaron, así que voy a tener que ir más seguido.

Compañeros y rivales




 --José, ¿alguna vez lo dirigiste a Rodrigo?


 --Lo dirigí en la escuelita y en un equipo de Efuba que fue a Chile con una categoría `82 muy buena. En ese equipo jugaban Evangelisti, Mancinelli (Federico), Isabella, Catani, Arditti, De Leo y Camacho, entre otros.


 --Rodrigo, ¿es exigente como entrenador?


 --Y... Me tenía cortito. La verdad es que me trataba como a todos los demás.


 --¿Y alguna vez lo enfrentaste?


 --Sí, en menores, cuando yo jugaba en Bella Vista y el dirigía Olimpo. Le ganaba siempre.


 "Y me hacía goles en offside", agregó el "Gallego".


 --José, ¿te hubiese gustado ver a Rodrigo en Primera y en Bahía?


 --Claro que me hubiese gustado. El es hincha de Bella Vista, pero fue mascota de Olimpo cuando yo jugaba. Pero las cosas están dadas así y lo que quiero es lo mejor para él. Si está bien y feliz, yo también lo estoy.


 --¿Cómo es Rodrigo afuera de la cancha?


 --Muy familiero. Cuando lo quisieron llevar para jugar afuera del país nunca estuvo convencido de irse. La idea era jugar acá y justo apareció la posibilidad de Huracán de Tres Arroyos, que en definitiva fue una muy buena elección.


 "Siempre le digo que deje en los clubes un buen recuerdo como persona. Reconozco que es muy lindo escuchar lo que me dice la gente de Bahía y de Tres Arroyos con respecto a su manera de actuar por la vida".


 --¿Es de contarle muchas experiencias?


 --Algunas sí, pero no soy muy comunicativo. Me cuesta decir lo que verdaderamente siento. Igual, no había que repetirle mucho las cosas; siempre supo que tenía que cuidarse, que tenía que sacrificarse y que se iba a perder muchas cosas que otros chicos suelen disfrutar.

El "Pala" explota




 --Rodrigo, ¿esperabas este presente?


 --No esperaba jugar tan rápido de titular. Adelante mío hay delanteros como Bustos Montoya y Amato, quienes tienen un nombre en el fútbol argentino, mucha experiencia y son goleadores. Sabía que me iba a costar jugar, pero Julio (por Falcioni) me dio la posibilidad y traté de aprovecharla.


 --¿Qué sentiste cuando hiciste el gol ante Racing?


 --Salí corriendo y no sabía para qué lado salir. Me agarró el "Moncho" (por Fernández) y ahí me abrazaron todos. Por suerte, sólo tuve que empujarla y me favoreció que la pelota se me levantó para puntearla por arriba de Cuenca. Tuve la fortuna de culminar una jugada hermosa.


 --¿Se ilusionan con entrar a una Copa internacional?


 --Ese es el objetivo del plantel porque la campaña del torneo pasado fue muy buena. Ahora el equipo está jugando muy bien y se están creando muchas situaciones. A River le metimos tres goles y pudieron ser más, al igual que a Racing.


 "Y la gente está muy ilusionada con entrar a una Copa porque nunca se logró. Ojalá podamos quedar en la historia", añadió el delantero, quien llegó a Banfield a préstamo por seis meses y con opción a compra de un 30 por ciento del pase.


 --¿Qué te sorprendió de Falcioni?


 --Que sabe mucho de fútbol, que trabaja muy bien en los entrenamientos y que te enseña bastante. Plantea muy bien los partidos, sobre todo en lo táctico.


 --¿Qué diferencias notás entre la "A" y la "B"?


 --Jugar en Primera es muy difícil y por algo no todos llegan. Hay muy buenos jugadores y el ritmo es muy distinto a la "B" Nacional. Contra Racing salí faltando 10 minutos y no daba más de tanto correr, porque hay que tener un ida y vuelta terrible. Y más en Banfield, donde todos tenemos que sacrificarnos para el equipo. Después, también hay que resolver rápido cuando tenés la pelota, porque si la perdés podés generar una contra para el rival.


 --Dicen que hay más espacios para jugar que en la "B" Nacional. ¿Es tan así?


 --Todavía no lo noté. Para mí, el espacio es el mismo que cuando jugaba en Bella Vista y en Huracán de Tres Arroyos. Será por mi forma de jugar.


 --¿Qué te cambió esto que estás viviendo?


 --Por ahora no le doy mucha trascendencia a todo esto. Tuve la suerte de que las cosas me salieran bien, pero debo seguir trabajando para mejorar algunos aspectos.


 "El ambiente que hay alrededor del fútbol de Primera es muy distinto a todo. Uno sale del entrenamiento y hay 50 ó 60 periodistas en la puerta", agregó.


 --¿Ya asumiste que tenés enfrente a quienes hasta hace poco eran tus ídolos?


 --Y sí. Lo único malo que me pasó fue que no pude enfrentarme a Guillermo (por Barros Schelotto) porque Boca jugó con suplentes. Quería sacarme una foto con él y cambiarle la camiseta.


 "Todo me pasó muy rápido. Hace cuatro años jugaba en Bella Vista y ahora estoy en Primera. Pero tengo que seguir mejorando porque recién llevo 8 partidos. Y quiero seguir progresando".


 --¿Ya te dicen "Pala"?


 --Todavía me llaman Rodrigo. Aunque el otro día leí en un diario deportivo que me había puesto mi sobrenombre. No sé de dónde lo sacaron porque así me dicen acá y en Tres Arroyos.

Quien es quien

-- José Ramón.






 Nació el 25 de noviembre de 1950, en un pueblo llamado Mioño de la zona de Cantabria, España.


 A los 3 años se vino a la Argentina con su familia y se radicó en Tres Arroyos.


 Comenzó a jugar en las inferiores de Huracán de esa ciudad y luego estuvo una temporada en El Nacional --donde debutó en Primera-- en el '66.


 Retornó al "Globito" en el '67 y jugó hasta el '78, aunque también jugó un regional para Boca Juniors de Tres Arroyos.


 Luego recaló en Olimpo junto a "Tito" Alonso y estuvo en el club aurinegro hasta el '90. En ese lapso, reforzó a Círculo Deportivo Otamendi de Mar del Plata en un torneo Nacional.


 Posteriormente jugó en El Nacional de Tres Arroyos y regresó a Bahía para disputar su última temporada en Rosario Puerto Belgrano, donde obtuvo el ascenso a Primera en el año 1991.


 "Después me agarró hepatitis y dejé la actividad. Raúl Rivero me llamó para trabajar de ayudante de campo de Olimpo en los regionales y a partir de ahí me dediqué a dirigir", sostuvo José Ramón, quien en la Liga del Sur dirigió cuatro partidos a Comercial en 2002.


 
-- Rodrigo Sebastián.



 Nació en nuestra ciudad el 5 de febrero de 1982.


 Debutó en la Primera de Bella Vista el 4 de abril de 1999. Ese día, los albiverdes cayeron de local ante Olimpo 4 a 1. Ingresó a los 67 minutos por Gabriel Fiori.


 En la Liga del Sur disputó 81 partidos, 25 en el '99, 27 en el '00, 22 en el '01 y 7 en el '02. Marcó 25 tantos, 9 en el '99, 6 en el '00, 7 en el '01 y 3 en el '02.


 Por el Argentino "B" jugó 27 cotejos en la temporada '01-02, convirtió 16 goles y fue expulsado en una ocasión.


 Posteriormente, recaló en Huracán de Tres Arroyos, donde disputó tres torneos en la Primera "B" Nacional y marcó 15 goles (6 en el Apertura 2002, 4 en el Clausura 2003 y 5 en el Apertura 2003).


 Este año se sumó a las filas de Banfield y jugó todos los partidos de las ocho fechas que van del Clausura 2004.


 Fue titular ante Quilmes y Racing y convirtió su primer gol en la "A" justo ante La Academia el último sábado.

Enfoque

Pavada de legado para Rodrigo






 La genética sorprende constantemente con comprobaciones científicas, unidas a su notable difusión como tema predilecto de los comunicadores, al punto de que la influencia de los genes en la herencia de facultades es ya tema de manejo popular.


 En el fútbol los ejemplos abundan, provocando la ya consabida exclamación: ¡Son los genes, sabés como jugaba el padre!


 Y aquí, en nuestro medio se viene renovando un caso de obligado comentario, aunque sin sorpresa, porque todos saben que Rodrigo Palacio, el ex Bella Vista que ya se ganó la titularidad en Banfield y que el sábado pasado ante Racing marcó su primer gol en la máxima división del fútbol argentino, es hijo de José Ramón, el "Gallego", el de los centros perfectos en el ataque de Olimpo, de recordadas formaciones ubicadas a fines de la década del `70 y gran parte de la del `80.


 Por entonces, el "Gallego", al que le venían bien cualquiera de las dos puntas, aunque le quedaba muy cómoda la de la izquierda, se había ganado con creces una repetida definición periodística: "Los de José Ramón Palacio no son centros, son pases".


 El ámbito futbolístico local comenzó a visualizar las bondades de su juego cuando apenas veinteañero apareció en la delantera de un muy buen equipo de Huracán de Tres Arroyos (formada junto a "Tito" Alonso y Barberón) que fue donde primero afincó futbolísticamente su origen español.


 A propósito, alguien recordaba su transitorio regreso a la península para una prueba que deparó notables comentarios sobre sus condiciones, al punto de que una publicación especializada se atrevió a titular que "España encontró un puntero para el próximo mundial".


 Pero eran tiempos en que al éxodo se lo pensaba dos veces, y el "Gallego" terminó afianzando su recordada trayectoria con la casaca aurinegra, para una tribuna que añora sus desbordes y sus..."pases".


 Pavada de legado para Rodrigo.

Osvaldo De Rosa/"La Nueva Provincia"