Bahía Blanca | Viernes, 04 de julio

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Inolvidable colación número 200 de la Universidad del Sur

En un Teatro Municipal repleto, 124 nuevos egresados en 32 áreas de especialización recibieron su diploma. Asimismo, se homenajeó a quienes participaron de la primera ceremonia de este tipo, realizada en 1958. Ningún acto de colación de grados es igual a otro. En cada uno se renueva la emoción y las expectativas de los flamantes diplomados que, a partir de ahí, ya cuentan con todas las herramientas para encarar una vida profesional cada día más exigente, en cualquier área de trabajo.

En un Teatro Municipal repleto, 124 nuevos egresados en 32 áreas de especialización recibieron su diploma. Asimismo, se homenajeó a quienes participaron de la primera ceremonia de este tipo, realizada en 1958.






 Ningún acto de colación de grados es igual a otro. En cada uno se renueva la emoción y las expectativas de los flamantes diplomados que, a partir de ahí, ya cuentan con todas las herramientas para encarar una vida profesional cada día más exigente, en cualquier área de trabajo.


 Y la ceremonia de anoche, en un Teatro Municipal desbordante, fue la más diferente y emotiva de los últimos tiempos, por varias razones y símbolos.


 Uno fue que se trató de la número 200; otro, que se realizó en un escenario distinto al habitual del Aula Magna de Colón 80, y se eligió nada menos que la principal sala de la ciudad.


 El tercero, y aquí una de las grandes particularidades, es que estuvieron presentes varios de los egresados que recibieron su título en el primer acto de esta clase que organizó la Universidad Nacional del Sur en 1958.


 La celebración se inició con la entonación de los himnos nacional y de la Universidad, éste último con letra de Ezequiel Martínez Estrada y música de José Luis Ramírez Urtasun, nombre que ahora lleva el coro de esta institución, justamente encargado de cantar ambas obras bajo la dirección del maestro Carmelo Fioriti.


 Luego se sucedieron los discursos, comenzando por el del rector de la casa de altos estudios, doctor Luis María Fernández.


 "En esta nueva camada de profesionales veo coronado el esfuerzo de quienes formamos parte de la universidad. Pero, además, se hacen presentes todos aquellos que aportaron a lo largo de estos años para el prestigio, la continuidad y la mejora de nuestra casa; para que haya logrado la calidad que hoy ostenta entre sus pares a nivel nacional. A todos ellos debemos nuestro agradecimiento", señaló.


 Fernández no quiso dejar de mencionar a quienes nunca pasaron ni lo harán por las aulas de una institución de educación superior, pero que con su esfuerzo han sostenido la universidad pública y gratuita.


 "Solemos escuchar que en una situación como la de nuestro país un título universitario no garantiza nada --agregó--. Yo me opongo terminantemente a esa afirmación, a la que considero completamente falaz y malintencionada. Un título universitario garantiza que la persona que lo tiene es idónea y calificada para determinadas funciones.


 "Garantiza que una comunidad educativa de excelencia ha reconocido en él a un digno portador del mismo. No crean pues en las frases hechas de quienes pretenden embargarnos con el pesimismo y el derrotismo, colaborando a que miles de jóvenes pierdan sus motivaciones en una sociedad que muchas veces poco hace para que las tengan".


 A continuación, tomó la palabra el intendente Rodolfo Lopes, médico de profesión, quien se refirió al orgullo que siente personalmente y debe sentir la sociedad bahiense por contar con un establecimiento que resulta un ejemplo para la Argentina.


 "A los nuevos egresados les auguro el mayor de los éxitos, y no suerte como se les desea a los mediocres. Sino éxito para su futuro desempeño en la comunidad", dijo.


 Inmediatamente después empezaron a desfilar por el escenario más importante de Bahía Blanca quienes representaron a aquella legendaria promoción de hace 46 años (ver aparte).


 Hasta que llegó el momento más esperado para los flamantes 124 profesionales, en 32 áreas de especialización. De manos de sus padres, maridos, mujeres, novios e hijos, fueron atesorando un documento que los avala para demostrar su preparación en un mundo que demanda permanente superación e impone constantes desafíos.


 Así lo entendió el rector Fernández:


 "Actualmente, vivimos en un mundo de enormes contradicciones. Grandes avances científicos conviven con la violencia más brutal. Inmersos en él, enfrentamos nuestro desafío más emocionante: construir un orden capaz de brindar contención e inclusión. La educación en todos sus niveles es un derecho y un bien social; pero los derechos imponen deberes. Ustedes ejercieron el derecho a educarse, y ahora tienen el deber de volcar sus conocimientos en beneficio de otros".







Aquel 6 de mayo de 1958...














 Hacía dos años que Celia Priegue esperaba ese momento. Y para la ocasión se puso su mejor traje negro de Gath y Chaves: bien entallado, de falda negra y cuello aterciopelado.


 Acompañada por su familia, Celia fue a recibir su título de profesora universitaria en Letras y aún recuerda las palabras del entonces rector de la universidad, Roberto Arata, quien destacó la labor de los padres durante el cursado de cualquier carrera.


 Fue una ceremonia sencilla en la que casi 130 egresados de 1955, 1956, 1957 y principios de 1958 obtuvieron la prueba de que eran profesionales.


 El acto comenzó como estaba pactado: a las 19.35 en el edificio de Colón 80, el mismo en que hoy se entregan regularmente los títulos de los egresados de la Universidad Nacional del Sur.


 "Fueron fantásticas las palabras del rector --dice Celia, sentada en un palco especial del Teatro Municipal durante la celebración de la 200º colación de la UNS--. Mis padres me esperaban con la comida cuando llegaba tarde de clases, y mi madre a veces me acompañaba".


 Con los años hizo ayudantías, dio clases en el Ciclo Básico y hasta escribió un libro sobre literatura bahiense.


 Jorge Reyes también estuvo esa tarde en Colón 80. El suyo era el título de Ingeniero Civil, ya indispensable para inscribirse en el consejo profesional. "Teníamos dificultades porque las entregas se postergaban mucho", comenta.


 Asegura que fue un acto normal, pese a ser el primero. Por supuesto, resultaba indispensable vestir saco y corbata, pero también lo era, aclara, para ir a clases.


 Angel Vanzonlini fue otro egresado. Tenía 35 años y ya estaba casado. "Fue emocionante, porque recibíamos el título y se concretaba algo por lo que habíamos peleado mucho", observa.


 Es que el nuevo profesor en Letras había pertenecido al Instituto Tecnológico del Sur y desde hacía tiempo él y sus compañeros luchaban por recibir el diploma otorgado por la UNS.


 Por años fue periodista en "La Nueva Provincia", Canal 7 y Canal 9 y, agrega, siempre estuvo vinculado a la casa de altos estudios.


 Para el ingeniero Isidro Ruz fue un poco más complicado. El mismo 6 de mayo, cuando se acercó a que le dieran su título, comprobó que habían puesto "Ruiz" y que, para enmendarlo, lo habían raspado.


 --Yo así no recibo nada --les dijo a los encargados.


 --Pero ahora no hay calígrafo, ni tinta --le contestaron frente a la inminencia de la colación.


 --Así no lo quiero y no tengo apuro. Puedo esperar --insistió.


 Finalmente le gestionaron su pedido y a los pocos días Isidro se salió con la suya.

El docente más antiguo.




 Pedro González Prieto está próximo a recibir el diploma que lo designa honoris causa, una distinción que la universidad otorga por primera vez a un docente de sus propias aulas.


 El también estuvo en la aquella colación y la recuerda como una ceremonia muy austera.


 Por entonces ya era docente de Geografía Económica y añade que fue muy importante vivir esa experiencia, porque estaba desde la primera época del Instituto Tecnológico del Sur.


 "La UNS solucionó el problema para entregarle los diplomas a los graduados", destaca hoy, sentado en el Teatro Municipal junto a su compañero de siempre, Miguel Medrano.


 Precisamente, con él comparte el cargo de Guardasellos, es decir, quienes firman los diplomas de los egresados.


Todos los graduados


Magíster en Ciencias Agrarias.
Lucrecia Gallego, María del Carmen Sabatini y Diego Carlos Zappacosta.


Doctora en Biología
María Sonia Barría.


Especialista en Derecho Penal
Dino Berdini y Gabriel Darío Jarque.



















 
Doctor en Ingeniería
Marcelo Tulio Piován.


Doctora en Ingeniería Química
Selva Pereda.



Magíster en Matemática
Flavia Edith Buffo y Sonia Mónica Savini.


Especialista en Gestión de Calidad

Lorena Beatriz Antivero, Esteban Ariel Boviez, María Laura González, Adriana Elena Illes, Darío Kreder, Patricia Liliana Marucci, Carlos Alberto Salerno, Beatriz Liliana Serrángeli, María Gabriela Sica y Claudio Marcelo Vanina.


Magíster en Química
Darío César Gerbino.


Doctor en Química
María Susana Di Nezio y María Alicia Pugliese.



Ingenieros Agrónomos
Elisa Brignole, Juan Pablo Cerezuela, Rodrigo Cevedio, Pedro Manuel Errecart y Roberto Jurgen Kiessling.

Técnico Superior Agrario en Suelos y Aguas
Eduardo Andrés Hajas.

Licenciados en Ciencias Biológicas
Andrea Viviana De Arriba, Alejandro Sebastián Mechaly y Francisco Rodrigo Tizón.


Bioquímicos
María Verónica Balla, Sandra Noemí Colombo, Jorge Andrés Delbes, María Elena Durán, María Luisa Iglesias, María Natalia Maffioli, Fernando Carlos Pérez, Paulina Pettinari, Virginia Puccia y Marcela Marina Quintana.


Farmacéuticos
Valeria Yamila Baptista, María Inés Bustos, Natalia Gabriela Cabrera, Agustina Cabrera Gabardós, Natalia Lorena Coria, Nieves Silvina Cutura, Gustavo Hernán Huici Retman, Analía Gabriela Santucho, María Marina Skliar, Martín Alejandro Taverna y Julieta Venara.


Contadores Públicos
Dalila Erika Barrera, Isabel Ester Noemí Barrera, Alejandra Blanco, Leonardo Máximo Cayssials, Sebastián De Haro, Martín Santiago De La Dehesa, Georgina Giselle Domizi Guarino, Paula Verónica Genaro, Lorena Elizabeth Hiriart, Elizabet Koehler, Paul Gastón Larbiou, Gabriela Susana Lorenzo, Diego Raúl Martínez, Ana Isabel Orso, Carolina Inés Paoloni, Laura Pietragalla, Leandro Javier Tunessi Macchia, Rosana Mabel Ulloa y María Inés Weimann.


Licenciados en Administración
Gabriela Fabiana Adolf, Ariel Oscar Barreiro, Fernando Javier Bostal y Gonzalo Suardíaz.

Licenciados en Ciencias de la Computación
Silvina María Gelormino y Luciano Héctor Mayor.


Abogados
Lucas Omar Beier, Carlos Alberto Carnevale, Julia Chirico, Marina Valeria D'Amato, Andrea Viviana Domenech, Jimena Gallardo, Ana Laura Peretto, Luciana Maite Sánchez, Pablo Alberto Tolú y Laureano Vincent.

Licenciados en Economía
Carlos Aníbal García Petroni, David Ariel González, Maximiliano González, Melina Gabriela Manso, María Laura Romanelli, Andrea Valentina Segurado, Lucrecia Straguzzi y Javier Alberto Tolosa.


Licenciada en Geografía
María Cecilia Bernal.

Profesorado en Geografía
Luciana Carolina Forneron y Leticia Mabel Peñacorada.

Guía Universitaria de Turismo
Verónica Del Cero.

Técnico en Emprendimientos Turísticos
Flavia Carolina Illanes, Gabriela Nora Sauvanet y Susana Magdalena Sigampa.

Licenciado en Historia
Sebastián Leandro Alioto.

Profesorado en Historia
Leandro Adrián Di Gresia, María Eugenia Justo, María Fabiola Serralunga, Rodrigo Javier Vecchi y María Paula Vegnau.


Ingeniería Electrónica
Guillermo Sebastián Braun, Diego Javier Chapalcaz y Pablo Rafael Serratti.

Ingeniería Electricista
Mario Luis Baraybar y Hernán Camilo Berón.


Agrimensores
Guillermo Celso Arhex y Darío Ariel Urban.


Ingeniería Civil
Carlos Horacio Almaraz, Alejandro José Lezcano y Verónica Edith Migoya.

Ingeniería Industrial
Gustavo Omar Campetti y Juan Manuel Ritacco.

Ingeniería Química
Jorge Mario Marchetti y Luis Alberto Palma.

Técnica Universitaria en Emprendimientos Agroalimentarios
Andrea Alejandra Distel.