Bahía Blanca | Sabado, 19 de julio

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Como se presumía, Duhalde será el presidente del PJ provincial

BUENOS AIRES (Télam) -- Con la meta de apoyar al gobierno de Néstor Kirchner y de evitar tironeos en un territorio que controla hace más de una década, Eduardo Duhalde puso fin a las especulaciones y oficializó ayer su aceptación para conducir, nuevamente, al peronismo bonaerense. El ex presidente interino (2002-2003) aclaró, no obstante, que el cargo será simbólico porque su intención es seguir al comando político del Mercosur, aunque en la interna peronista ese simbolismo pasará porque él continúe al frente de la máxima estructura partidaria.


 BUENOS AIRES (Télam) -- Con la meta de apoyar al gobierno de Néstor Kirchner y de evitar tironeos en un territorio que controla hace más de una década, Eduardo Duhalde puso fin a las especulaciones y oficializó ayer su aceptación para conducir, nuevamente, al peronismo bonaerense.


 El ex presidente interino (2002-2003) aclaró, no obstante, que el cargo será simbólico porque su intención es seguir al comando político del Mercosur, aunque en la interna peronista ese simbolismo pasará porque él continúe al frente de la máxima estructura partidaria.


 Duhalde decidió aceptar porque, según sus palabras, recibió pedidos desde todos los sectores, aunque lamentó que, quizás, carezca de tiempo para concurrir a las reuniones debido a su responsabilidad en la comisión de representantes permanentes del pacto comercial sudamericano.


 En cuanto a la posible candidatura senatorial de su mujer, Hilda "Chiche" González, o de Cristina Fernández de Kirchner para los comicios parlamentarios de 2005, comentó que recién se decidirá en agosto del año venidero.


 "No creo que la gente quiera que nos pongamos a discutir eso. Mi esposa, cuando le hablan de este tema, dice: `Me da vergüenza hablar de esto, con todos los problemas que tiene la gente'. Yo tampoco voy a pasar vergüenza hablando de eso", remarcó el caudillo peronista.


 El 21 de noviembre, mientras tanto, los afiliados al PJ bonaerense elegirán a la nueva conducción. Ya es un hecho que cuando Duhalde decida pedir una licencia, será reemplazado por José María Díaz Bancalari, seleccionado por ser un duhaldista fiel, de excelente llegada a la Casa Rosada.


 Como cada vez que el PJ bonaerense debe designar candidatos o autoridades, el proceso estuvo precedido por una puesta en escena, iniciada cuando el ex gobernador (1991-1999) anunció su retiro de la política.


 Esa postura generó un "operativo clamor", coronado, ahora, con el sí final de Duhalde. Esta vez, sin embargo, la película no lo tuvo como único protagonista estelar; debió compartir roles con Kirchner y Felipe Solá, a quien se le reserva una vicepresidencia, pese a que las relaciones no son lo que eran.


 El jefe del Estado tuvo letra hasta la primera semana de julio, cuando cenó con Duhalde en un lugar no revelado y allanó el camino para que Cristina Fernández sea la candidata a senadora bonaerense.


 Duhalde, además, ratificó que los dirigentes de su sector --ya fueran de la provincia de Buenos Aires o de otros distritos-- mantendrían su apoyo al gobierno nacional. Como respuesta, los kirchneristas se sumarían a las listas de postulantes del PJ bonaerense.


 El papel de Solá, en cambio, tiene mucho de dramático. Amén de todos los problemas que entraña administrar al principal distrito del país, sostiene una difícil convivencia con el duhaldismo.


 Un dato: en el Consejo Provincial Justicialista, se halla en soledad ante los caciques que, a regañadientes, lo invitan a los tradicionales encuentros de los martes.


 Hace poco más de un mes, el ministro de Gobierno bonaerense, Florencio Randazzo, pasó un mal trago en la sede de Avenida de Mayo al 700, cuando acusó al duhaldismo de armar una conducción para marginar a Solá. La respuesta llegó en forma de gritos e improperios.


 Desde ese día, Solá ocupa el lugar de su colaborador y, en la primera tenida, consiguió que la fecha de cierre de listas fuera postergada hasta el martes próximo. La premisa es dar tiempo para que dirigentes de su riñón puedan armar boletas opositoras en un par de secciones electorales.