Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

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Diputados avanzan con la creación de la empresa ENARSA

La Cámara de Diputados se aprestaba a aprobar al cierre de esta edición, con modificaciones, el proyecto que crea la empresa estatal de energía ENARSA, con la cual el Estado Nacional aspira a tener un rol protagónico en el mercado energético. En el debate, el justicialismo acepta cambios que aumentarán los controles de la empresa y garantizarán que el Estado preserve siempre la mayoría accionaria.


 BUENOS AIRES (DyN y Télam) -- La Cámara de Diputados se aprestaba a aprobar al cierre de esta edición, con modificaciones, el proyecto que crea la empresa estatal de energía ENARSA, con la cual el Estado Nacional aspira a tener un rol protagónico en el mercado energético.


 En el debate, el justicialismo acepta cambios que aumentarán los controles de la empresa y garantizarán que el Estado preserve siempre la mayoría accionaria.


 ENARSA, que será una sociedad anónima privada con mayoría accionaria estatal, tendrá facultades para explorar y explotar yacimientos de hidrocarburos y gas, y generar energía eléctrica, pero también podrá participar del mercado de transporte y distribución de lo producido.


 La compañía, que por su tamaño y presupuesto modesto demuestra que fue pensada para asociarse con petroleras privadas, podrá entregar concesiones de explotación sobre la totalidad de las áreas marítimas.


 Para presentar la iniciativa, el diputado justicialista Jesús Blanco, titular de la Comisión de Energía, retrocedió hacia el pasado, hasta los orígenes de YPF y la labor del general Enrique Mosconi en la segunda década del siglo XX, con una enfática defensa del papel del Estado en la economía y una crítica de lo actuado por el propio Justicialismo en los '90.


 "No es intención formar un ministerio de Energía, sino todo lo contrario: una herramienta que se mueva agilmente en el mercado", afirmó el legislador, quien a su vez calificó la creación de la empresa como "una bisagra frente a la década pasada".


 Desde la derecha, voces como Alberto Natale (Demócrata Progresista) y Federico Pinedo (Compromiso para el Cambio), criticaron la figura jurídica elegida por el gobierno y advirtieron que "la compañía podrá contratar por sumas fabulosas y sin licitación pública".


 Pero Natale rechazó, incluso, la necesidad de contar con una compañía estatal de energía y, en el espacio opuesto al discurso de Blanco, aseguró que "la historia del Estado argentino no nos llena de orgullo".


 La diversidad de opiniones a lo largo del debate dejó en claro que ENARSA era una propuesta resbaladiza para la oposición: Claudio Lozano (CTA) elogió los cambios adelantados por el PJ y votó a favor en general, pero el socialista Héctor Polino consideró las modificaciones "insuficientes" y se mostró a favor de una sociedad del estado tradicional.


 Los radicales coincidieron en la necesidad de recuperar una empresa estatal de hidrocarburos, pero criticaron la forma elegida por el gobierno.


 "El Ejecutivo no logró definir una política energética, por ende, es muy difícil presuponer que la creación de ENARSA pueda contribuir a este fin", sostuvo Horacio Pernasetti, titular de la bancada de la UCR.


 Y, para terminar de dibujar un variado abanico ideológico, el ucedeísta Mauricio Bossa ensayó una defensa del neoliberalismo y pidió recordar "cuando la estatal YPF nos obligaba a importar petróleo porque no alcanzaba el autoabastecimiento".


 Los cambios que aceptó el PJ permitieron dejar a la empresa bajo la fiscalización de la Sindicatura y la Auditoría General de la Nación, a la vez que se agregó un párrafo donde impide expresamente que el Estado quede en posición accionaria minoritaria.


 De todas formas, la inclusión de modificaciones obligaron a devolver el proyecto al Senado para su sanción definitiva.