El joven protagonista de una tragedia conducía alcoholizado
BUENOS AIRES (Télam) -- El joven que manejaba el Fiat Duna que el lunes a la madrugada chocó contra un camión de reparto de agua en el partido de San Martín, en un accidente en el que murieron cuatro personas, "conducía alcoholizado, sin capacidad de reacción y cálculo", informaron fuentes judiciales.
La autopsia realizada a los cuerpos de las víctimas reveló que el automovilista Juan Manuel Agud, tenía 1,4 miligramos de alcohol en sangre, casi dos veces más de lo permitido para conducir --0,5 miligramos por litro de sangre-- y el equivalente a la ingesta de cerca de cuatro litros de cerveza.
Las fuentes explicaron que otro de los chicos que murió, Nicolás Albornoz, de 19 años, tenía 1,1 miligramos de alcohol por litro de sangre, mientras que Nicolás Agud y Norberto Hugo Malaespada, las otras dos personas que fallecieron, no registraron consumo de bebidas alcohólicas.
En el marco de otro peritaje realizado por los investigadores a cargo del fiscal de San Martín, Mario Marini, se determinó además que el Fiat Duna que tripulaban los jóvenes, "no presentaba señales o marcas de haber sido chocado por un auto antes de impactar contra un camión de reparto de agua" en la ruta 8 y José Hernández, de Billinghurst, partido de San Martín.
"En el auto no se observa transferencia de pintura, ni choque con otro vehículo", indicaron los resultados preliminares del estudio.
Los peritajes señalaron que al momento del accidente, el Fiat Duna circulaba a "alta velocidad", al igual que un Renault 12 azul que, se sospecha, pudo haberlo encerrado sin llegar a tocarlo, para luego escapar, dijeron los peritos.
Volvían de un boliche. El accidente ocurrió anteayer a la madrugada, cuando cinco jóvenes, uno de los cuales sobrevivió, aunque quedó gravemente herido, regresaban del boliche Chankanab, de San Martín, donde habían festejado el Día del Amigo.
La primera hipótesis judicial de la tragedia fue que los muchachos corrían una picada con el otro vehículo, el Renault 12, y que debido a la alta velocidad a que circulaban, Agud perdió el control del volante y, tras cruzar el bulevar de la ruta 8, el auto chocó de frente contra el camión.
De hecho, se estableció que el padre de los hermanos Agud, muertos en el choque, Rody Agud, es un conocido preparador de automóviles para competencias de Turismo Carretera.
Anteayer, en el velatorio de los muchachos, un familiar negó que los chicos estuvieran corriendo una picada, ya que el auto en el que viajaban tenía GNC y no estaba preparado para correr. "Si hubiesen querido correr una picada, hubieran tenido otros medios para hacerlo", dijo.
Con el correr de las horas, familiares y amigos de las víctimas se sumaron al rechazo de esa hipótesis y dijeron que los jóvenes se accidentaron cuando escapaban del Renault 12, en el que los perseguían otras personas con las que se habían peleado a la salida del boliche.
Las fuentes judiciales dijeron que durante la jornada, un conocido de los chicos accidentados declaró ante el fiscal Marini que, efectivamente, hubo una pelea a golpes entre los jóvenes y un grupo de personas en la puerta de Chankanab.
Pero el testigo no se refirió a una persecución posterior, ya que, dijo, sólo alcanzó a presenciar la pelea y desconoce qué ocurrió después, cuando sus conocidos se marcharon del lugar.
Ahora, los investigadores están abocados a localizar el Renault 12 negro que escapó tras el accidente, con el fin de identificar a los ocupantes y establecer si tuvieron alguna participación en la tragedia.
Inhumación. Ayer a la mañana fueron inhumados en el cementerio de San Martín, los restos de Juan Manuel y Nicolás Agud y Nicolás Albornoz, en medio de desgarradoras escenas de dolor de sus familiares y allegados. Norberto Malaespada fue sepultado en otro sitio, aunque no se informó dónde. El único sobreviviente es Gonzalo Ubal, de 18 años, quien permanece internado, con pronóstico reservado, en el Hospital Thompson, aunque con señales de mejoría. El fiscal aguarda que se recupere, para recibirle declaración.