Araceli González, entre dos pantallas
La actriz y modelo Araceli González está ocupando niveles protagónicos en dos formas de espectáculo al mismo tiempo: en cine como intérprete, al lado de Guillermo Francella, del estrenado ayer filme Un día en el paraíso; y en televisión debutará mañana como conductora en solitario en el ciclo de entretenimientos de corte familiar Por mamá, en Canal 13.
En Un día..., Araceli pone en juego los atributos que la destacaron dentro del mundo del espectáculo vernáculo: simpatía, belleza, picardía y buenos sentimientos.
En el largometraje interpreta a Tati, una joven que se hace pasar por modelo famosa y no es sino una chica de un pueblo de La Pampa que intenta forjarse un destino de ilusiones en la gran ciudad.
"Tati es un personaje que viene de Chacharramendi, un pueblito de La Pampa, y es como que al ir entrando en toda la composición del papel me fui identificando también con ella, porque yo viví todas esas inseguridades cuando empecé mi carrera y corría de casting en casting", indicó González.
"Todo lo que hay en Tati en cuanto a la ilusión de crecer, a buscar trabajar en algo que le gusta, pero también toda la incertidumbre de no saber si vas a poder realizar lo que soñás, me removió una serie de sentimientos conocidos", señaló.
Respecto de su trabajo en el filme, el mejor de los dos (el otro lo cumplió en Alma mía) que hizo en su corta carrera en cine, la actriz, que logró notoriedad con una campaña publicitaria de prendas íntimas hace cerca de 20 años, sostuvo que a medida que avanzaba el rodaje "fui relajándome cada vez más y entregándome a lo que me pedía el director Juan Bautista Stagnaro".
"Esa es la única manera de trabajar en cine: tratar de lograr el personaje que el director ideó y aportar lo que uno tiene para lograr ese objetivo", comentó Araceli, quien en la película comparte una noche de amor en una playa con el fotógrafo a cargo de Francella, aunque ninguno de los dos le dice la verdad al otro sobre que en la realidad no son lo que simulan ser.
Un canto a la espontaneidad
Refiriéndose a Por mamá, González señaló que lo que le gusta del nuevo ciclo es que no se trata de componer a un personaje sino que la gracia está en ser lo más espontánea posible.
"En el nuevo rol debo moverme con la soltura con que me muevo en la vida y ser, en definitiva, yo misma", añadió Araceli sobre el envío que produce Promofilm e irá los sábados a las 21, y del que subrayó que es un programa que le da "mucho placer".
González redondeó sobre Por mamá, que marcará su debut como única animadora tras haber acompañado a Julián Weich en Fort Boyard, que la finalidad del ciclo es hacer cosas por la madre.
"Hay juegos y hay emoción y se genera una interrelación muy linda con las familias que se presentan en cada emisión", dijo.
En un 2003 signado por una fuerte crisis afectiva que la llevó a la ruptura matrimonial con Adrián Suar tras convivir varios años, Araceli confesó que "es todo muy raro" porque pretendía tomarse un año sabático, sin tanto trabajo, pero fueron surgiendo distintas cosas, y después de una etapa un tanto dura vuelve a estar "con las mejores pilas y emprendiendo desafíos diferentes".
"Lo que más me gusta de esto es tener que desdoblarme en distintas propuestas, trabajar en cosas diferentes sin quedar atada a un rol definido", señaló.
Al margen de su compromiso con la TV, Araceli ya tiene cerrado un contrato de publicidad que la trasladará a Barcelona, España, para una campaña y se encuentra a punto de resolver su participación en otro filme, del que prefiere no dar indicios.
"Tengo ganas de incursionar más en el cine, jugarme a otras cosas, tener esos tiempos y esa preparación que te da el cine en el trabajo del personaje.
"Esas oportunidades no me las tengo que negar", sostuvo una Araceli que con 36 años y la belleza de siempre parece encaminarse a un fuerte despegue en su carrera.
"En televisión todo es mucho más rápido: se lee, se actúa, se graba y se edita mientras que el cine tiene otra sintonía. Ya la lucecita de la cámara al encenderse te transporta a otro mundo, y eso está muy bueno", comparó.
La actriz, quien acaba de hacer pública su separación definitiva del actor y productor televisivo Adrián Suar, de quien se enamoró durante la realización del programa La banda del Golden Rocket, y con quien tiene un hijo, advirtió que nunca se acostumbra a que los medios de comunicación se metan en su vida privada.
"Uno aprende a convivir con la exposición pública y sabe cuáles son las reglas del juego, pero nunca te acostumbrás al asedio de la prensa en situaciones en las que se está jugando tu futuro y que son muy dolorosas", indicó.
Julián Weich cambia para triunfar
Julián Weich, quien trabajó durante 18 años consecutivos en Canal 13, conducirá por Telefé desde el próximo domingo, a las 21, Trato hecho, un programa de entretenimientos en el que jugarán 500 personas y que pondrá en juego un premio de 500 mil pesos.
El conductor y actor, de 37 años, fue consultado sobre qué le atrajo de la propuesta.
"Me fascinó la idea de que 500 personas puedan jugar en el estudio, lo cual nunca se ha hecho en TV y además que haya un premio tan interesante. También me gustó el hecho de que para ganarse la plata no hay que saber, o mejor dicho que no es solamente una cuestión de cultura general, sino también que intervienen un poco el azar y por supuesto las ganas de jugar y ganar", sintetizó Weich, antes de aclarar que la propuesta venía con el pase de canal.
Con relación a la mudanza de Canal 13 a Telefé, definida por alguna prensa como "el pase del año", Weich respondió que es como toda mudanza.
"Uno deja cosas buenas y se va a encontrar con nuevas situaciones. Es como irse de la casa de los viejos. En definitiva, lo de irme del 13 resultó como en un divorcio. ¿Viste cuando uno dice `me voy' y el otro no hace nada por detenerte? Bueno, fue así. En realidad nunca sabés si el otro quería que te vayas o si al no hacer algo para retenerte te está dejando ir...", remató Weich en torno al resonante cambio de emisora.
El interés de ganar algo
El animador desechó que el envío se vuelva obligadamente interesante por ofrecer un suculento premio en efectivo en un país en crisis.
"Más allá de la situación de un país, siempre está bueno ganar algo, desde un walkman hasta 1 millón de pesos, y divertirse", señaló.
En cada emisión se pondrán en juego 500 mil pesos (que no se acumulan semana a semana) y participarán 500 jugadores, de los cuales sólo quedará un finalista.
La primera parte del envío consistirá en la selección de "el" participante que jugará por los 500 mil pesos, a través de una típica competencia de preguntas y respuestas.
La segunda etapa desarrollará una especie de punto y banca, pero sin cartas, donde ya no importan tanto los conocimientos del participante sino el azar. Una vez elegido el gran finalista, se le ofrecen 26 maletines cerrados, cada uno con un premio, que puede contener desde 1 centavo hasta los deseados 500 mil pesos.
El participante deberá elegir entre los 26 maletines y es entonces cuando la "banca", que al igual que el participante y el conductor desconoce el contenido de cada maletín, intentará comprar al menor precio posible el maletín elegido por el participante.
Así, la "banca" ofrecerá una suma de dinero que el participante puede aceptar o rechazar. Si decide no vender el maletín, seguirá abriendo los restantes esperando una nueva oferta aunque, cada vez que no haya trato, cierta cantidad de maletines serán abiertos y el finalista deberá negociar con la "banca" a medida que vaya descubriendo los montos que hay dentro de cada maletín.
Quien fuera la cara visible de ciclos como Sorpresa y media, Expedición Robinson, ¿Quién quiere ser millonario por un día?, Fort Boyard y El agujerito sin fin subrayó que siempre está convencido de lo que hace.
"Eso es algo que la gente nota y le da mucho valor", aseguró.