Cómo prevenir enfermedades en jardines y guarderías
Con la incorporación de la mujer en el mercado laboral, cada vez es mayor el número de niños que concurre a guarderías y jardines de infantes y permanecen en ellos varias horas por día.
Debido a su corta edad, estos chicos carecen de defensas contra enfermedades infecciosas comunes, como cuadros respiratorios, diarreas, conjuntivitis y otras menos comunes como hepatitis, meningitis, neumonía.
El doctor Antonio Giuliano, especialista en Pediatría, explicó que cuando un niño adquiere una enfermedad infecciosa elimina microorganismos desde uno o dos días antes de la aparición de los síntomas y puede transmitirlos a sus compañeros, a los adultos que los cuidan y a sus familiares.
"La aparición de dos o más casos de infecciones en una guardería o jardín de infantes causa preocupación en los padres, absentismo de docentes y puede, incluso, ser motivo de cierre temporario de la institución con las consecuentes complicaciones para las autoridades, los niños y sus familias", reflexionó el facultativo.
Sin embargo, gran parte de las infecciones que se adquieren en guarderías y jardines se pueden prevenir a través de un programa de protección y promoción de la salud y normas de prevención y control de infecciones.
Las claves, paso a paso
El doctor Giuliano brindó tres pautas a tener en cuenta, para evitar enfermedades e infecciones:
A
Educar a los niños y al personal en la protección de la salud.
El primer objetivo de este programa se cumple con el entrenamiento del personal para la educación de los niños sobre pautas de higiene, alimentación e inmunizaciones que ayudan a prevenir las infecciones.
La adquisición de los conocimientos necesarios para cuidar la salud, a una edad temprana, a través de los docentes, logra crear hábitos que perduran toda la vida.
Contamos con un material didáctico que incluye cuentos y juegos, desarrollados según las necesidades de cada edad.
B
Entrenar al personal en medidas de prevención y control de infecciones.
Los niños pequeños aún no se han expuesto a muchas enfermedades infecciosas y por lo tanto carecen de defensas contra ellas.
El contacto íntimo entre estos niños que todavía no han adquirido hábitos higiénicos puede ocasionar la transmisión de gérmenes desde niños asintomáticos, facilitando la rápida transmisión de infecciones en guarderías y jardines.
Los motivos antes mencionados explican por qué la exclusión de los niños enfermos no es suficiente para evitar la propagación de las infecciones.
Para que este riesgo se minimice es indispensable el entrenamiento de las autoridades y el personal en los siguientes temas:
-- Modo de transmisión de las infecciones.
-- Pautas higiénicas para preservar el medio ambiente.
-- Alimentación sana y segura.
-- Cuidado de los niños con pañales.
-- Salud del personal.
El entrenamiento se realiza a través de reuniones educativas y distribución de recomendaciones escritas para el personal y padres de los niños, las que son adaptadas a cada lugar.
C
Informar y asesorar a las instituciones y padres sobre situaciones que requieren intervención médica y medidas de control epidemiológico.
-- Asesoramiento en el cuidado escolar de niños con alteraciones de su sistema inmune. Los progresos en los tratamientos de niños con enfermedades que alteran las defensas, tales como leucemias, linfomas, otros tipos de cánceres, infecciones por VIH, etcétera, han mejorado su calidad de vida y muchos de ellos están en condiciones de asistir a guarderías y jardines de infantes.
Si bien estos niños no son un riesgo para los demás, ellos están expuestos a tener mayor número de complicaciones infeccionas que las que podrían sufrir si estuvieran en sus hogares.
Algunas de las infecciones comunes en los niños pueden generar graves complicaciones en aquellos con alteraciones en sus defensas cuando no se actúa rápidamente instrumentando adecuadas medidas de prevención.
-- Asesoramiento médico en situaciones que requieren control epidemiológico. Es frecuente que los niños padezcan enfermedades infecciosas que pueden desencadenar epidemias en guarderías y jardines. En algunas infecciones, como la meningitis, la evidencia de un único caso es suficiente para implementar medidas de control; en otras, como la diarrea, dos o más casos en una semana marcan el alerta epidemiológico.
La capacidad de observación del personal adecuadamente entrenado para la detección de estos problemas es de suma importancia.
La precoz evaluación clinocoinfectológica permite categorizar tempranamente la situación, indicar las medidas de control, proveer de información adecuada a los padres y colaborar con los pediatras de los niños para lograr una rápida solución del problema, con los menores costos para la institución, los chicos y las familias.
(GRISADO)
Metodología
1) Relevamiento epidemiológico.
2) Asesoramiento sobre medidas de control.
3) Elaboración de un informe escrito.
4) Entrenamiento del personal.
5) Visitas periódicas de asesoramiento y vigilancia.
(ventana superior)
Jornadas sobre Tumores en Buenos Aires. El Registro Regional de Tumores del Sur de la Provincia de Buenos Aires, con sede en el Hospital Interzonal Doctor José Penna de Bahía Blanca fue invitado a participar de las jornadas internacionales denominadas Vigilancia de Enfermedades no Transmisibles y Factores de Riesgo: Registro de Tumores. Tendrán lugar entre mañana y el miércoles 7 en Buenos Aires.
Entre los principales invitados se encuentra el doctor Eduardo Laura, director del registro con sede en Bahía Blanca, quien disertará sobre el tema "Indicadores de calidad de los datos: exhaustividad, validez". Han sido invitados dos participantes por provincia, de forma de difundir estas experiencias de estos dos registros y que sirvan de base para la creación de otros.
Diez claves para mitigar el estrés
1
Identificar el problema: reconocer que se está atravesando una situación de estrés que no es normal y que es preciso revertir.
El principal implicado en esta crisis tendrá que tomar la decisión de hacer la consulta con un especialista de la salud mental, si ésta se prolongara durante más de seis meses.
2
Adoptar conductas que tengan que ver con el cuidado del propio cuerpo, como hacer caminatas, deportes, etc.
3
Respetar las necesidades psicofísicas, tales como los horarios de las comidas, el descanso nocturno, la recreación, etc.
4
Buscar nuevas oportunidades laborales. Una crisis también es oportunidad de cambio.
5
No aislarse socialmente: ampliar la red social y comentar que se está emprendiendo una búsqueda laboral.
6
Reducir el consumo de cigarrillos, alcohol, mate y té, aunque al principio sienta un leve decaimiento en el ánimo. Las crisis pueden generar adicciones.
7
Mejorar la capacitación: cuanto más experiencia pueda ofrecer, más chances tendrá tanto de seguir en el mismo puesto de trabajo como se conseguir uno nuevo.
8
Eliminar los estimulantes de la dieta (café, chocolate, etc.)
9
Evitar las situaciones competitivas que lo coloquen en situaciones de peligro o tensión.
10
Desactivar también las situaciones de violencia que se le presenten, recordando que la mayoría de ellas pueden generarse en uno mismo.
Para no olvidar (¿recuadrito grisado?)
Recuerde que en las crisis se ponen en juego los valores. No bajar los brazos y solicitar la ayuda de un profesional son recursos valederos cuando la situación supera las propias posibilidades.