Palpitando la presidencial
En sintonía con el frío proceso electoral, existe en el mapa político de La Plata y, por ende, en cada rincón de la Provincia una nada desdeñable cuota de incertidumbre sobre el desarrollo de un escrutinio presidencial condicionado a priori por la sensación de paridad que refleja la mayoría de las encuestas.
Las razones para explicar la dispersión del voto marcan también en el seno del PJ que el candidato oficialista, Néstor Kirchner, deberá seguir trabajando duro, no sólo para ser asimilado inclusive por los apóstoles del duhaldismo, sino para torcer la balanza de cara a una eventual segunda vuelta.
"Menem gana el domingo, pero Kirchner se impone en el ballottage", es la apretada síntesis que se sostiene en la Gobernación platense. En la trinchera del peronismo, sus tres versiones (Carlos Menem, el eje Duhalde-Kirchner y Adolfo Rodríguez Saá) se ven a sí mismos como triunfadores.
En el espacio no peronista, Ricardo López Murphy cuenta con avances notorios, según sondeos realizados en varias ciudades del interior provincial.
Conforme un reciente trabajo del encuestador Carlos Germano en suelo bonaerense, lo verdaderamente novedoso sería la percepción de la mayoría en otros tópicos: hay un 75% de consultados que se pronunció por la participación estatal en la resolución de la cuestión ferroviaria; un 79 % adoptaría como válida la recreación de un ente público en la esfera petrolífera o de los combustibles y un 52 % opta hasta por la intervención de las Fuerzas Armadas en la lucha contra la delincuencia y la inseguridad ciudadana.
Si se aplicasen mecánicamente estos criterios al ámbito comicial, los favorecidos deberían ser, en ese orden, el adolfismo y el menemismo, se explica. Además, los incidentes entre la Policía y los piqueteros y grupos de izquierda en la textil Brukman "no ayudan para nada", como arriesgó Eduardo Duhalde, a pocos días de las presidenciales.
Tanto el duhaldismo como Kirchner y el propio Menem descartan que López Murphy pueda alcanzar la segunda vuelta, aunque ello contrasta con el aluvión de votos en favor del líder de Recrear apreciado en varias ciudades del interior bonaerense, donde estaría alcanzando un 25% de adhesiones, en su mayoría ex votantes del radicalismo. Inclusive, en La Plata se sigue de cerca la evolución de la compulsa que realiza LU2 Radio Bahía Blanca.
Ya casi dando por descartado que los indecisos se vuelquen masivamente a favor del ARI, la candidata a gobernadora, Graciela Ocaña, afirma que si Elisa Carrió no llega a un eventual ballottage, votaría a Kirchner, aunque esto no se haya definido en términos partidarios. Si bien la postura no parece definitiva, se abrió una puerta a la existencia de un acuerdo previo, al menos una sintonía entre el ARI y el santacruceño.
Duhalde sabe que necesita una victoria holgada en la Provincia para arrimar a Kirchner en los números del ballottage, aunque no sea una tarea sencilla, teniendo en cuenta que más de un intendente daría todo por no verse obligado a quedar pegado en estos últimos días de campaña. No obstante, creen que habrá tiempo para recomponer con quien resulte ganador el domingo o en segunda vuelta, en caso de que no sea el santacruceño y sí otro peronista.
El nerviosismo en el duhaldismo puro es evidente. Temen que Kirchner, al fin, no llegue al 18 de mayo, con un Menem bien instalado en las encuestas y el crecimiento de López Murphy, que es indisimulable. Se sospecha que si el santacruceño pierde, el propio Duhalde deberá soportar los más duros reproches del propio peronismo bonaerense, al que arrastró tras la candidatura de Kirchner.
Por las dudas, el candidato a gobernador menemista, Luis Patti, y el compañero de fórmula de Menem, Juan Carlos Romero, estuvieron reunidos casi dos horas con el juez federal platense Manuel Humberto Blanco, para transmitirle sus inquietudes respecto del proceso electoral en la Provincia y buscando garantías de transparencia. En definitiva, habrá que esperar el escrutinio con "pronóstico reservado". De hecho, la Provincia aguardará las cifras casi con angustia, ya que el resultado, cualquiera sea, puede vibrar con fuerza en su dirigencia política y, por lo tanto, también en la Gobernación y en las administraciones municipales.
"Hasta puede llegar a producir cambios en las candidaturas 'fusibles' para las elecciones de cargos provinciales en septiembre, aunque parezcan hoy formalizadas y cerradas", se explica en los cenáculos platenses. Tal puede ser el caso de la fórmula del PJ (Felipe Solá - Graciela Giannettasio), ya que entre los propios ultraduhaldistas confiesan que alguno de ellos puede "saltar por el aire" ante una eventual derrota de Kirchner.
Hace pocas horas, el gimnasio del club Atenas de La Plata fue insuficiente para recibir al gobernador patagónico y a Daniel Scioli, ante la convocatoria y la movilización moderada que brindaron los principales dirigentes del peronismo, con Solá y el intendente Julio Alak a la cabeza.
Fundamentalmente, porque el reducido ámbito elegido para el acto, con unas 2.500 personas, se colmó, pues se montó un enorme escenario que ocupaba un tercio de la superficie cubierta, ajustando aún más la capacidad disponible para los militantes.
Scioli asegura que existe una particular "armonía y afinidad" con Solá y jura que en la Provincia está garantizado "que todo lo que sea producción va a tener prioridad", para acelerar la recuperación de las economías regionales. Igual, el escaso poder de seducción de la fórmula Kirchner - Scioli, sumada a la paridad de las encuestas en la Provincia, hace que muchos dirigentes apuesten a múltiples candidatos, con el fin de no quedarse fuera del potencial reparto, a la hora de definir un ganador. Por eso, además del candidato "oficial", varios referentes, tanto del PJ como del radicalismo, se inclinan por un candidato "paralelo". Inclusive, se sospecha que aun cuando muchos dicen apoyar formalmente a Kirchner o al aspirante radical, Leopoldo Moreau, estarían poniendo a trabajar a un grupo de dirigentes en las campañas de Menem, Rodríguez Saá, Carrió o López Murphy.
Algunos intendentes justicialistas afirman, sin ponerse colorados, que en sus distritos "Menem gana cómodo". En la Gobernación y en la Legislatura también reparten su apoyo entre los tres peronistas presidenciables, aunque en los papeles la mayoría aparezca como fiel a Kirchner. Quizás por esa razón, algunos sospechan que Solá podría estar preparando el terreno para aliarse con alguno de los otros dos candidatos del PJ. Por lo pronto, prevé nuevos cambios en su gabinete para después del proceso electoral en marcha. Aparentemente, prefiere esperar que se defina la elección del sucesor de Duhalde pues, en el caso de que sea Kirchner el derrotado, deberá iniciar un proceso de apertura de las puertas que dejó entreabiertas con referentes como Menem o Rodríguez Saá.
Los retoques en el elenco ministerial siguen básicamente siendo los mismos: Juan Pablo Cafiero (Seguridad), Mariano West (Trabajo) y Alfredo Meckievi (Justicia). De ellos, West, porque será legislador provincial y Meckievi porque aspira a volver a conducir la comuna de Dolores.
Ricardo Salas/"La Nueva Provincia"