Cordone desató la alegría de San Lorenzo



Por ser contundente, esforzado en su andar y por tener a Sebastián Saja bajo los tres palos, San Lorenzo cortó su mala racha en Bahía Blanca.
Venció, injustamente, a Olimpo por 1-0 y le frenó a los aurinegros una racha de tres partidos invictos.
Por lo expuesto en los minutos finales --coincidentemente con el ingreso de Delorte--, donde tuvo cuatro situaciones clarísimas, el equipo de Falcioni mereció mejor recompensa.
Empero, por su falta de puntería, se quedó con las manos vacías y otra vez deberá mirar la tabla de promedios.
San Lorenzo fue inteligente para cortar las vías de creación de su rival e impuso, durante gran parte del trámite, su ritmo, frenando el vértigo de Olimpo.
Insúa paró línea de cuatro en el fondo y, muy cerquita, otra de tres, con la que logró, por intermedio de Zabaleta por derecha y Zurita por izquierda, entorpecer el espacio de maniobra de Fernández Di Alessio y Héctor González, precisamente los dos más revulsivos de los aurinegros.
Así, la pelota debió pasar por los pies de Pablo Mannara (de buen primer tiempo) y Rogelio Martínez, jugadores con más marca que manejo.
Con poco, San Lorenzo se adueñó del esférico, sustentó la tarea de contención en Mariano Herrón e insinuó peligro con la velocidad de Cordone, el manejo de Chatruc y la movilidad de Acosta.
Los azulgranas avisaron con un remate alto de Devaca a la salida de un tiro libre y con una escapada de Cordone que Vivaldo contuvo en dos tiempos.
Olimpo, sin claridad en el medio, se repitió en centros lejanos y, por la baja estatura de la retaguardia rival, forzó algunas posibilidades.
Sin embargo, el equipo de Insúa golpeó primero. A los 25, los tres hombres de ofensiva quedaron libres y no perdonaron. Chatruc pudo rematar desde el vértice derecho del área, Acosta (en posición dudosa) alcanzó a modificar la trayectoria del esférico y Cordone, tras la tapada de Vivaldo, entró solo para empujar el balón a la red.
Tras el 1-0, San Lorenzo se puso el overol para defender la ventaja. Retrocedió aún más sus líneas, aunque siguió sufriendo con los envíos aéreos.
Así, Carrario estrelló un frentazo en el travesaño, en la misma jugada que era tomado y derribado Mauro Laspada. Sesenta segundos después de esa, el "Tweety" picó un esférico, pero se fue desviado.
Y cuando el primer tiempo se moría, Saja volvió a aparecer para sacar un tiro corto de Fernández Di Alessio a la salida de un córner.
Julio Falcioni movió piezas en el entretiempo. Pasó a Mannara como carrilero izquierdo y ubicó a Fernández Di Alessio adelante de Rogelio Martínez para que escapara a la marca de Zabaleta y entrara en más contacto con el balón.
La modificación no dio los réditos esperados. Olimpo continuó sin encontrar claridad, aunque fue más punzante con los ingresos escalonados de Felipe Desagastizábal (por un intrascendente Cristian Castillo) y, especialmente, de Alejandro Delorte (por Rogelio Martínez).
Precisamente, el delantero cabildense fue incontrolable en el juego alto, el único que practicó Olimpo en los minutos finales.
Además de estas modificaciones, Falcioni mandó más arriba a Tavio y se plantó con tres en el fondo y con Fernández Di Alessio como volante central.
Cuatro minutos después de su ingreso, Delorte mostró su peligrosidad, pero Morel Rodríguez, luego de una salida fallida de Saja, despejó en la línea. El rebote le quedó a Laspada, pero lo alcanzaron a tapar antes de que gire en el cuadrante menor.
Totalmente volcado en ataque y con San Lorenzo sin fuerzas para la réplica, Olimpo tuvo otra oportunidad. Pero Saja, en su acción cumbre, tapó en gran forma el ingreso solitario de Delorte. En el rebote, los jugadores aurinegros reclamaron una falta, que Sequeira ignoró.
En el único contragolpe bien urdido, Vivaldo le desvió el tiro a Chatruc para dejar con vida a los aurinegros en los dos minutos epilogantes.
Pero Carrario (luego de que Delorte le bajara una pelota) no estuvo certero en la definición y Devaca, en la misma línea de sentencia, sacó un tiro de Domínguez con Saja vencido.
No hubo tiempo para más. San Lorenzo festejó largamente el triunfo y Olimpo se marchó con mucha bronca, sobre todo porque mereció largamente la igualdad.
Pablo Andrés Alvarez