Desafío al coraje: a 40 años del estreno del primer film bahiense
Julio García Ventureyra fue el autor del guión y uno de los principales actores; también el director y el productor. Y debió lidiar con no pocas peripecias para poder exhibirla por la negativa de los cines porteños.

Audionota: Florencia Albanesi
Mario Minervino / [email protected]
No fue fácil para Julio García Ventureyra (1946) llevar adelante Desafío al coraje, la primera película de producción completamente bahiense —filmada en 1975—, estrenada en 1982 en la sección trasnoche del Gran Cine Plaza de nuestra ciudad.
Autor del guión, la dirección y la producción, el actor García Ventureyra repasa, hoy, detalles y peripecias de aquel trabajo que debió sortear la negativa de los cines porteños de darle un espacio, y hasta la censura del recordado Miguel Paulino Tato.
Filmada en Eastmancolor, la película tuvo como principales actores a Julio Garven (seudónimo de García Ventureyra), Alberto D'Amico, Susana Daverio y Juan Carlos Spaltro.
Radicado en nuestra ciudad con Silvia, su pareja, y la gata Lizzie, Ventureyra es padre de la abogada María Alfonsa.
Julio García Ventureyra está radicado en Bahía Blanca.
Hoy disfruta plenamente de la lectura, preferentemente cuentos y novelas y, si bien no está escribiendo (tiene varios libros publicados), menciona que dispone de material y varios proyectos encaminados.
—¿Cómo surgió la idea de hacer Desafío al coraje?
—Empezó a partir de un guión que elaboré cuidadosamente, plano por plano y encuadre tras encuadre.
“Mi experiencia no era mucha, apenas unos cursos de Realización Cinematográfica en la Universidad Nacional del Sur, organizados por Alberto Obiol y Agustín Neifert; algunas filmaciones familiares y los cortos La estatuilla y El nutriero, donde hice guión y dirección, que fueron exhibidos en la UNS, en la Biblioteca Rivadavia y en Canal 7, que obtuvo una medalla en un festival de cortos en Santander, España.
“También estudié actuación con Marion Valdés y Oscar Sobreiro”.
—¿Cómo financió la película?
—Comencé por solicitar un subsidio al Instituto de Cine y, aunque a su director, Mario Soffici, le había encantado mi corto El nutriero, no me lo otorgó. Decidí entonces hacerla invirtiendo mis ahorros. Así y todo la inflación hizo lo suyo y no llegué a pagar al laboratorio los trabajos de revelado, montaje y sonido.
“Tuve el apoyo de Antonio Ripoll (montajista de Leopoldo Torre Nilsson y de Leonardo Favio), quien hizo el montaje. Y después debí afrontar, también, el costo de pasar la película de 16 a 35mm. Eso demoró más el trabajo”.
—¿Cómo fue el casting?
—Elegí actores locales. Sus aportes fueron valiosísimos; sin ellos la película no hubiera existido. Me siguieron sabiendo que no contaba con los medios necesarios, en una admirable demostración de pasión, garra y ganas de hacer. Quedé muy conforme con sus actuaciones; creo que una banda verdadera no debe estar tan bien como esta.
—¿Cuál es la temática del film?
—Se trata de un marginal obsesionado por el poder y por llegar a ser jefe. Refleja la ambición de quien quiere ocupar un máximo cargo.
“Me pareció atractivo el ámbito en que se desarrolla porque siempre me interesaron los thrillers y los westerns. Creo que no me equivoqué, porque el tema conserva su vigencia”.
—¿Cuánto tiempo insumió la filmación y en qué sitios realizó las escenas?
—Llevó unos 20 días de enero de 1975. Los exteriores fueron en Ingeniero White; en la Cueva de los Leones; la estancia La Vitícola y la playa de Monte Hermoso.
—¿Cuál es tu lectura sobre la película? ¿Conformó tus expectativas?
—En la mente se genera una perfección que, al plasmarse, deja de ser así, pero dejando eso de lado colmó mis expectativas. Tuvo una crítica positiva y se proyectó en el consulado argentino en Barcelona y en el Sundance Institute, Salt Lake City, en los Estados Unidos.
—¿No hubo más películas o proyectos similares después de Desafío al coraje?
—No. Mi dedicación posterior fue hacia la literatura. Aunque tuviera la posibilidad, no volvería a hacer cine.
“Sí estaría satisfecho de que fueran llevados a la pantalla algunos de mis cuentos, como ocurrió recientemente con Encuentro. Lo hizo Astro5films con un cortometraje de muy buena repercusión.
“Es lamentable la falta de apoyo hacia nuestro cine. Es una industria que daría trabajo a mucha gente pero que, a pesar de todos, siempre va a seguir con esfuerzos independientes. Es un fuego que no se va a apagar”.
El estreno, Tato y algo más
“Cuando la película estuvo terminada se la hice ver a unos distribuidores y le interesó a Acuario cinematográfica. Pero el tiempo pasaba y los cines no le daban un espacio; decían que no tenía actores conocidos. Al final, decidí colocarla en algunos cines individualmente”, recuerda Ventureyra.
Pero no sólo eso.
Miguel Paulino Tato, cuando terminó de dirigir el film, Facundo, el tigre de los llanos.
Debió, además, lidiar con El señor de las tijeras, como se conocía —por entonces— a Miguel Paulino Tato, interventor, durante la última dictadura militar, del Ente de Calificación Cinematográfica.
“Prohibió la película argumentando que era una ‘apología de la violencia’, cuando el film es todo lo contrario, ya que muestra que por ese camino se va al fracaso", cuenta.
“Al final la autorizó en el año 1981, con algunos cortes para justificar la prohibición y prohibida para menores de 18 años”, señala.
Desafío al Coraje se estrenó en nuestra ciudad el 16 de abril de 1982, a sala llena en la sección trasnoche del Cine Plaza.
Hace unos años el film fue adquirido por el canal Volver, que lo tiene en su grilla.
También está disponible en YouTube. El desafío, finalmente, quedó cumplido.
El film se puede ver aquí: https://www.youtube.com/watch?v=nYT6hQBTjSA