Bahía Blanca | Jueves, 02 de mayo

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“Haz lo que yo digo...” parece el lema de un juez

Apenas llegó denunció irregularidades en el Juzgado. Afirman que prestó un auto oficial y lo chocaron.
El actual juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla.

En su más trascendente resolución administrativa, una vez que el año pasado llegó como titular subrogante al Juzgado Federal Nº 1 de nuestra ciudad, el actual juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, puso el acento en serias irregularidades de funcionamiento en la sede de Alsina 317, con evidente intención de apuntar contra su antecesor, Santiago Ulpiano Martínez.

Describió, en el marco de lo que llamó “Reorganización del Juzgado Federal Nº 1”, la existencia de detenidos a los que no se les había recibido declaración indagatoria, cientos de presos sin contar con su situación procesal resuelta, preventivas vencidas y casi un centenar de armas de distintos calibre, municiones y no menos de 40 panes de droga diseminados por distintos cajones y armarios.

De hecho, una vez difundido el informe, exhibió fotografías con todo el material secuestrado --incluso en medios gráficos nacionales--, para dar cuenta de la gravedad del caso.

El magistrado, reconocido miembro de la agrupación kirchnerista Justicia Legítima, se mostraba en ese contexto como un juez de conductas inflexibles e intachables, aunque parece que pocos días después borró con el codo lo que escribió con la mano.

Se cree que a fines de agosto de 2015 prestó uno de los autos oficiales (Renault Megane, patente HRL 350) a dos personas que para entonces eran ajenas a la planta del Juzgado Federal Nº 1. Y la historia no terminó ahí. El auto fue chocado y dañado en la zona de Tres Arroyos, donde quedó virtualmente abandonado, ya que el caso se mantuvo oculto. No hubo comunicación oficial ni extraoficial a la Cámara Federal de Apelaciones, el órgano jerárquico superior.

Ramos Padilla renunció a la suplencia el 31 de diciembre pasado, luego de una declaración de la Corte Suprema de Justicia, que declaró inconstitucional la ley de subrogancias, y el faltante del coche lo notó su sucesora, María Gabriela Marrón.

A partir de los datos que reunió la nueva jueza, se estableció que la colisión tuvo lugar la madrugada del 31 de agosto, en Tres Arroyos, y que el vehículo, al mando del cabo de la Policía Federal Mario Vajsejtl, estaba ocupado por Gustavo Puppo (secretario de él en Dolores) y Leandro Massari (hoy en funciones en el Poder Judicial local).