Adriano Pillado, la cultura en buenas manos

Redacción de La Nueva.

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Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   Hace 91 años, en abril de 1931 falleció el contador Adriano Pillado, uno de los principales actores en el desarrollo cultural en nuestra ciudad.

   Pillado se radicó en Bahía Blanca en 1905, proveniente de la Capital Federal, “incorporándose con él a nuestro medio, un elemento de valía”, según mencionó este diario.

   “Poseía el caballero extiendo un carácter bondadoso, jovial, siempre abierto a las expansiones y a las más nobles solicitaciones del espíritu, con su cualidad especial de excelente “casseur” que le permitieron conquistar el aprecio unánime de todos los círculos en los que le tocó actuar”, se dijo al momento de su fallecimiento.

   Pillado había completado sus estudios universitarios en San Isidro, antes de radicarse en nuestro medio, donde se desempeñó como apoderado del Banco de la Nación Argentina y del Banco Hipotecario nacional, cargo que ejerció “con la dignidad y responsabilidad que caracterizaron todos sus actos”.

   Alternó su trabajo con su calidad de clubsman. Así concibió la idea de fundar la Asociación Cultural de Bahía Blanca, entidad que ocupó un puesto de vanguardia entre las similares del país---.-

   El nombre de Adriano Pillado tuvo continuidad en su hijo, Adriano Pillado (h), abogado de profesión, quien siguió muchos de los pasos de su padre, sobre todo en lo relacionado con la actividad cultural. A principios de la década del 30, contactó al arquitecto Wladimiro Acosta para que le diseñara su casa estudio en la esquina de la avenida Alem y 19 de mayo, obra considerada una de las más relevantes del movimiento moderno en nuestro país.

   Conocida precisamente como “la casa Pillado” está inventariada como bien patrimonial de la ciudad y es permanente objeto de estudio por parte de integrantes del mundo de la arquitectura.