Bahía Blanca | Sabado, 04 de mayo

Bahía Blanca | Sabado, 04 de mayo

Bahía Blanca | Sabado, 04 de mayo

Buena Vista Social Club: a 20 años de la explosión de la "World Music"

De un día para el otro el mundo comenzó a escuchar música tradicional cubana. Todos agradecidos.
Buena Vista Social Club: a 20 años de la explosión de la "World Music". Domingo. La Nueva. Bahía Blanca

Agencia Télam

El título “Buena Vista Social Club” remite, como significado inmediato, a una grabación ocurrida hace 20 años que puso en relieve a la música tradicional popular cubana y que, a raíz de su inesperado suceso internacional, ayudó a propulsar todo un movimiento de mercado que integró músicas territoriales bajo la nomenclatura de “World Music”.

Fue el registro, en parte azaroso, de un colectivo de músicos cubanos tan excelsos como postergados de todo crédito en un gesto que se proponía reivindicar la tradición musical cubana que había tenido relaciones contradictorias con el proceso de la revolución socialista.

“Buena Vista Social Club” es el nombre de un antiguo club social de La Habana y el de una formación cubana de los ‘90. Y fue el nombre con el que se presentó una grabación impulsada por el guitarrista estadounidense Ry Cooder, publicada el 16 de septiembre de 1997, con músicos tradicionales de la isla.

Allí estaban Manuel “Puntillita” Licea, Compay Segundo, Rubén González, Ibrahim Ferrer, Pío Leyva, Omara Portuondo, Eliades Ochoa, Manuel “Guajiro” Mirabal, Amadito Valdés, Barbarito Torres, Juan de Marcos González y Papi Oviedo.

Una película clave

El director de cine alemán Wim Wenders grabó una presentación realizada en Amsterdam, en 1998, seguida de un segundo concierto en el Carnegie Hall, de Nueva York, que fue el centro de su documental (1999). El éxito de la cinta precipitó un inusitado interés por la música cubana.

Fue el inicio de conciertos, giras, lanzamientos de discos solistas de cada uno de sus integrantes y la consolidación de una etiqueta de mercado, en tiempos en los que todavía existían las bateas, y que la industria intentó replicar y comercializar con artistas locales del “tercer mundo” que estaban fuera de la escena internacional.

El hecho original tuvo su dosis de azar: la reunión de músicos para que remedaran la “era de oro” de la música cubana (1930-1950) fue una idea sustituta luego de que fracasara el plan original: una reunión entre artistas cubanos y otros de Malí, país con una rica prosapia musical. Ese encuentro fallido se concretó muchos años después, en 2011, en otro disco titulado Afrocubism, que bien merece ser escuchado.

Buena Vista era un club social que llevaba su nombre por el populoso barrio en el que estaba anclado.

“La sociedad cubana y caribeña e incluso la de New Orleans estaba organizada alrededor de estos clubes sociales. Había clubes de envolvedores de cigarrillos, de jugadores de béisbol y jugaban cartas y practicaban deportes y tenían sus mascotas, como perros.

En el caso del Buena Vista Social Club, allí se reunían músicos, como en los clubes de los Estados Unidos”, enfatizó Cooder.