Lebbad dio vuelta el 6 y Bella Vista se quedó con un punto

Redacción de La Nueva.

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Por Gonzalo Antonio Martínez / gmartinez@lanueva.com

“ Déjame levantar la cabeza y ver si puedo salir de esta larga tormenta que no me suelta", reza una frase que Vicentico le dedica al viento en una de sus canciones.

Y por momentos, fue el hit que sonó en la cabeza de Bella Vista, que se vio sumergido en un mar de dudas cuando, a los 40 segundos del complemento, Bacigalupe asestó un inesperado golpe ayudado por el factor eólico. Como si fuera poco, en la jugada siguiente Flores empujó un tiro de Cayumán y revirtió la situación.

Lejos de sentirse liquidado, el equipo de Iribarren se rearmó y, con Lebbad como abanderado, llegó al empate.

Primero hay que decir que, por la calidad del rival, el empate no deja un sabor tan amargo como el último en condición de local ante Defensores de Valeria del Mar. El rojinegro tiene buen porte físico en la mayoría de sus jugadores, cuenta con dos centrales (De La Vega y Disipio) que van a buscar en todas las pelotas paradas, dos delanteros potentes (Cayumán y Silva) y volantes que saben a lo que juegan.

Por eso, los primeros quince minutos fueron todos del Expreso. Dispuso del dominio del balón, aprovechó las imprecisiones de Bella Vista (no se entendió con el viento) y mantuvo el riesgo lejos del arco defendido por Báez.

No obstante, en la primera de riesgo, Priore puso una pelota entre líneas cuando la defensa visitante se encontraba saliendo (los laterales quedaron enganchados) y Boquín, con todo el tiempo del mundo, estableció el 1 a 0.

El gol refrescó las ideas del dueño de casa. Báez fue protagonista tapándole a Lebbad, Vógel, Priore (tras un desvío en Bacigalupe) y Barroca sucesivamente para llegar al descanso con un único tanto en desventaja.

A la vuelta de los vestuarios llegó el desconcierto para los de Iribarren. A los 40 segundos, Bacigalupe metió un pelotazo frontal desde la mitad de la cancha que colgó a Luján y, dos minutos después, Flores empujó un tiro de Cayumán ante una débil respuesta del arquero.

Pese a ello, el dueño de casa no se desordenó y alcanzó el empate con un golazo de arremetida de Juani Lebbad; quien incluso asistió a Boquín minutos después, aunque la palomita del delantero se fue desviada.

Después llegaron las expulsiones de Caballero y Ciarniello en el visitante (la primera exagerada) y la Loma lo pudo ganar. Pero Boquín pecó de egoísta cuando Giordano la pedía en soledad por el sector derecho.

Repartieron unidades...