Bahía Blanca | Viernes, 03 de mayo

Bahía Blanca | Viernes, 03 de mayo

Bahía Blanca | Viernes, 03 de mayo

Bahía Basket y otra muestra de que nada es imposible ante el campeón

La incandescente mano de Redivo y el contagio de sus compañeros lo hicieron posible: victoria por 84-71 ante Peñarol. El domingo se definirá la serie en Mardel. Luciano Mutti / lmutti@lanueva.com
Bahía Basket y otra muestra de que nada es imposible ante el campeón. Deportes. La Nueva. Bahía Blanca

La gente vitoreando a los suyos, las caras de decepción de los huéspedes y la ilusión de todos a flor de piel.

Ello resumió la escena final en el Casanova, en otra demostración de que nada es imposible sino se intenta. Siempre se puede.

Bajo ese espíritu, Bahía Basket se soltó en el 4º juego de la serie contra Peñarol, al que terminó maniatando por 84 a 71, estampando el 2-2 de una llave que tendrá definición el domingo, en Mar del Plata.

Ayer retornó a la actividad Juan Espil. ¡Perdón! Ese flaquito, bahiense, que sale rápido de las cortinas, planta los pies, se arquea, tira y las embocas casi todas es: Lucio Redivo. Otro genial tirador formado en nuestra ciudad que tanto hace acordar al escopetero surgido en Liniers.

El ex Pacífico está atravesando uno de sus mejores momentos y queda de manifiesto en la altísima confianza y eficacia que derrocha en el campo: cerró con 24 unidades (4-8 t3, 5-7 t2 y 2-3 t1), sobresaliendo en los momentos en que se hizo cargo de la ofensiva y jamás declinó ni se escondió.

El partido inició favorable al milrrayita, al dispararse 16-7 tras bombas de Massarelli y Leo Gutiérrez. El ingreso de Redivo más el repunte de Rasio, permitieron la reacción (20-22), aunque Peña englobó 5-6 desde los 6m75 en ese lapso y se lo adjudicó tranquilo: 20-27.

Y estiró su envión a los albores del 2ºC, cuando se distanció a 20-33 con otras sendos triples.

Allí, Bahía se activó al igual que Redivo y Byró, clavó un 8-0 (28-33) y lo redondeó con acción de 2+1 de Vaulet más tapa de Fjellerup, para obtener el PT por 41-40.

El unipersonal de Byró durante el 3ºC le abrió la puerta de la ilusión a Bahía, que se alejó paulatinamente: 48-42, 53-42 y 57-47.

Peñarol se desconcentró (antideportiva de Diez más técnica a Leiva en el banco) al tiempo que el local hacía su negocio y dominando la escena.

Ingresó 66-57 arriba en el 4ºC. Y no quedó más que disfrutar.

Porque Peñarol ya no tuvo energía para correr a la par de Bahía, que con Jasen pensante, Redivo incontenible, Rasio y Byró resolviendo, más la volcada de Vaulet, hicieron posible lo imposible.

¿Imposible? Se puede...