Bahía Blanca | Lunes, 06 de mayo

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El show más rockero de Agarrate Catalina

Una muy buena convocatoria volvió a generar la murga uruguaya que no se casa con lo tradicional.
El show más rockero de Agarrate Catalina. Aplausos. La Nueva. Bahía Blanca

Franco Pignol / fpignol@lanueva.com

Siempre que lo tradicional es complementado con otros estilos, con otras artes, se corren dos riesgos: sorprender a los desprejuiciados y poner incómodo a los conservadores.

La murga uruguaya Agarrate Catalina continúa por la senda de la innovación sin perder los orígenes de su folklore, pero apelando constantemente a la sorpresa como gancho.

Una base rockera de bajo, guitarra eléctrica y batería, con el acompañamiento de la percusión murguera (redoblante, platillos y zurdo), además de un acordeón a piano, hicieron de cómodo colchón para el coro integrado por 15 personas.

Así, el pasado martes por la noche en el Teatro Don Bosco se pudo vivir otra fiesta de esta murga tan aclamada como mal vista por varios tradicionalistas en la tierra oriental. Las entradas casi agotadas.

Salvando las distancias, les ocurre lo mismo que le pasó a Piazzolla o actualmente al propio Santaolalla en el tango. Con esto no queremos comparar las artes, sólo arrojar un poco de luz sobre los prejuicios que existen a la hora de modificar el folklore.

Y quienes hayan visto a los hermanos Cardozo, sobre todo a Tabaré, se darán cuenta que tiene la misma personalidad que el producto de la Catalina: sueltos, espontáneos, talentosos.

Es por eso que además de hacer hermosos arreglos corales sobre sus propias composiciones, le sumaron una banda de rock al formato "murga uruguaya" para conquistar a toda la platea, sin importar la edad.

La vejez, otra óptica

Otro de los puntos más altos de esta murga es el vestuario y el maquillaje. Para la primera parte utilizaron máscaras con frente y nariz grandes, bastones y sacos manchados con pintura y muchas corbatas colgando.

La idea fue convertirse en ancianos para hacer llegar los mensajes de sus canciones con fuerza: la vejez, la muerte, la honorabilidad de las personas y la importancia de cuidar a nuestras abuelos.

Técnicamente fue imposible concentrarse en las canciones más acústicas teniendo en cuenta un insistente "falso contacto" en algunos de los más de 30 cables que daban vuelta por el escenario.