Bahía Blanca | Martes, 07 de mayo

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La importancia de negociar con los fondos buitre

Por Federico Miguel Amadeo Cincotta
Foto: provincia.com.mx/

   Los Estados necesitan, al igual que los particulares, dinero para cumplir sus obligaciones y funciones.

   Existen básicamente dos maneras en que un Estado puede obtener recursos: el cobro de impuestos y solicitar plata prestada.

   El préstamo puede provenir del mercado interno o externo. En ambos casos, el Estado se compromete, luego de transcurrido cierto tiempo, al pago del capital más un interés. Así nace la figura del bono. O dicho de otro modo: el Estado emite deuda.

   Entonces un bono es un título de deuda que emite un Estado para financiar sus actividades a cambio de dinero prestado por el inversor, quien al término del plazo del bono recibirá el pago del capital más un interés fijado en el título de deuda.

   Cuanto más alto el interés, más atractivo es el bono para el inversor pero también más riesgoso. Este es un principio fundamental de todo inversor: cuanto más alta es la posibilidad de retorno, la inversión es más riesgosa y viceversa.

   Hoy se habla del default de la Argentina, pero ¿qué significa? No es más que la cesación de pagos; es decir, dejar de pagar lo que el Estado se había comprometido.

   Cuando el 23 de diciembre de 2001 se anunció que Argentina dejaría de pagar los bonos emitidos por el Estado, los bonos perdieron sustancialmente su valor en el mercado.

   En 2005, 2010 y 2013 Argentina operó un canje de deuda, o sea cambió los bonos que dejó de pagar por nuevos bonos.

   El inversor que poseía los viejos bonos no estuvo obligado a aceptar los nuevos; el canje fue optativo. A los inversores que no aceptaron el canje se los denomina holdout, que en inglés significa "quedar afuera".

   ¿Por qué se los denominó a "fondos buitre"? Porque aprovecharon una época de crisis para hacer dinero.

   El negocio de los fondos buitre es comprar títulos de deuda de Estados en dificultades económicas a precios muy reducidos (un 20% o 30% del valor) para luego hacerle juicio al Estado y recuperar el 100% del bono.

   Este tipo de negocios, a mi entender, es, si bien lícito, moralmente reprochable.

   A los fondos buitre no les importa que Argentina se empobrezca: quieren cobrar sin que importen las consecuencias para la población de un país.

   Es fundamental que Argentina negocie con los fondos buitre para no volver a caer en default ya que si eso ocurriera el país se vería muy dificultada para acudir a préstamos internacionales.

   No podría emitir deuda; en realidad, mejor dicho: podría emitir pero difícilmente alguien invierta si no confía en que Argentina luego pagará.

   Además, no olvidemos que los mercados se basan en la confianza. Expliquémoslo en forma más simple: si una persona te pide dinero prestado, vos le prestás y esa persona se compromete a devolvértelo en un año. Cumplido el año, no te devuelve y te dice: "Perdí mi trabajo, te pido por favor que me dejes pagarte el 50% y en cuotas, y además quisiera pedirte otro crédito".

   Vos, como inversor, ¿le prestarías dinero nuevamente?

   Probablemente no. Ahora, si esa persona te plantea buscar una forma para pagarte, es decir que demuestra intención de pago, y vos querés cobrar, muy difícilmente no encuentren una solución.

   Es por ello que es muy importante que Argentina negocie con los fondos buitre. Para que no perdamos la posibilidad de conseguir inversores.

   Si no hay financiamiento, esto provocará que el Estado no consiga el dinero que necesita para cumplir con sus funciones de invertir en infraestructura, educación, seguridad, salud, etc.

   Argentina se encuentra preparada para pegar un salto hacia el desarrollo pero para ello necesita inversiones, muchas de las cuales provienen del extranjero. Y los inversores no van a invertir si creen que Argentina no les va a devolver el dinero que le prestaron.

   Los holdouts nos afectan a todos los argentinos. El pueblo argentino está unido frente a los fondos buitre. ¿Por qué? Porque sabemos que nos afectan a todos; tanto el gobierno como el establishment saben que tenemos que negociar y que es fundamental encontrar una salida.

   Es importante que Argentina tenga voluntad de pago para que el mundo y principalmente los futuros inversores sepan que es un país que quiere cumplir con sus obligaciones, que está preparado para el desarrollo y que quiere salir adelante.

   El caso argentino pone de manifiesto otra vez que hay que buscar una solución a nivel global contra estos fondos buitres que quieren desestructurar a países que buscan desarrollarse y quieren pagar.

   Quizás habría que desarrollar el concepto de "orden público internacional" mediante el cual jueces a los que les incumba analizar casos en los que traten reestructuración de deudas de Estados soberanos deban considerar las consecuencias que generan para la población y no solamente analizarlo desde un punto de vista comercial.

   Citando a Cicerón: Summum ius summa iniuria, que se puede traducir por "sumo derecho, suma injusticia", "a mayor justicia, mayor daño" o "suma justicia, suma injusticia".