A diez años de su cierre, en Belisario Roldán todavía hay un basural
Donde se debía recuperar un gran sector verde con vista al estuario y fomentar un paseo público, hoy abunda la basura, la chatarra y, hace apenas dos meses, prendieron fuego un auto con un hombre adentro.
Federico Moreno/ [email protected]
En agosto de 2009, luego de 45 años de servirle a la comunidad bahiense, comenzó la erradicación definitiva del basural Belisario Roldán, ubicado a menos de 500 metros del balneario Maldonado. En el proyecto de ese entonces, se mencionaba no solo el saneamiento del área, sino también una puesta en valor con fines paisajísticos.
Años después, gracias a fondos provinciales de los cuales solo llegó un tercio, se realizó parte del denominado Frente Costero, una obra inconclusa en los metros finales de la lengua de tierra que se mezcla con el estuario, y a la cual hoy se puede acceder únicamente circulando entre toneladas de basura, escombros y hasta caballos muertos (ver foto).
El cadáver de un caballo, entre escombros y basura.
El sector, ubicado en la intersección de la ruta 3 y Belisario Roldán, y comprendido en una zona de reserva natural, en la que se encuentran el balneario Maldonado y el parque marítimo Almirante Brown --que el año pasado estuvo en el centro del debate por la intención de instalar una pista de motos y hasta generó una audiencia pública--, hoy no posee ni siquiera un cartel que promocione el acceso al Frente Costero, al que las pocas personas que se acercan cada día son apasionados pescadores a los que no les queda otra que tirar la caña en las aguas del estuario.
En 2009, tras el anuncio del cierre del basural en un programa de la Provincia que buscaba terminar con las quemas, el por entonces secretario de Obras y Servicios Públicos de la comuna, Rubén Valerio, informaba que “quienes llevaban elementos a ese basural deberán transportarlos al relleno sanitario”, así como también que luego del retiro de la basura superficial del predio y la compactación de la restante, se colocaría un cerco perimetral para impedir que se siguiera arrojando basura. Hoy, el único “cerco” es la propia basura acumulada a cada lado del camino de los más de mil metros que hay entre la ruta y los 200 metros asfaltados del inconcluso “Frente Costero”.
Hábitat
En el marco de la polémica suscitada el año pasado en torno a la instalación de las pistas de motocross y speedway, la concejal Gisela Ghigliani sostenía que “la aprobación del proyecto le llamaba la atención”, dado que en el 2016, la actual gestión municipal se había comprometido ante la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras, a concretar acciones con el objetivo de garantizar la conservación de las aves y sus hábitats”.
Además, la edil destacó en ese momento que la “recuperación de costas” no debe ser considerada como un elemento menor en la diagramación de las políticas públicas, dado que la misma figura entre los objetivos del Plan de Desarrollo Urbano de Bahía Blanca de 1970, y su reformulación en 1986; del Plan Estratégico de Bahía Blanca de 1999 y de las reformulaciones de los Códigos de Planeamiento Urbano y Edificación de 2008.
Hoy, a diez años de su “erradicación”, mientras que vehículos particulares, de empresas de contenedores y de otros rubros y hasta de la propia Municipalidad arrojan cada día basura y escombros en las estrechas y onduladas tierras del camino de Belisario Roldán entre la ruta y el estuario, ninguno de los funcionarios comunales de la actual gestión quiso hablar con La Nueva. sobre este tema.