El auge de las ferias: promoción y venta y la respuesta del público
En espacios cerrados -clubes, sociedades de fomento, escuelas- y en plazas, se presenta todo tipo de productos.
Por Natalia Miguel
Cada vez son más las propuestas que, los fines de semana o feriados, se presentan en diferentes puntos de la ciudad, con una amplia variedad de productos que ofrecen los artesanos y emprendedores.
La actividad se inició casi tímidamente, en algún garaje o en un sector de la plaza, para convertirse hoy en un auge que parece no detenerse, al contrario, sigue creciendo y mucho.
¿Los motivos? Por un lado, la necesidad de los miniemprendedores y artistas de mostrar y vender sus productos y, por otro, debido a la respuesta de los vecinos que se dan cita en gran cantidad y consumen los artículos.
En estands cuidadosamente preparados se exhibe todo tipo de mercadería, desde ropa, calzado, perfumes, cosmética, carteras, bijouterie, plantas, flores, hasta adornos, velas, espejos, cuadros -todo tipo de elemento de decoración-, alimentos dulces y salados, y mucho más.
Las citas se dan en clubes deportivos, en sociedades de fomento, al aire libre, en otros salones privados, organizados, casi siempre, por particulares que alquilan los espacios y, a su vez, hacen lo mismo con los puestos. Previamente se fija la fecha y todo se empieza a organizar y difundir para que la gente participe activamente. Hasta ahora, los resultados han sido favorables. No solo lo demuestra la importante concurrencia, sino la fluidez con la que se llevan adelante los eventos.
Holística
Una de las opciones es la feria holística de bienestar, que propone asesoramiento sobre terapias complementarias y talleres, pensando en “lo bueno para nuestro cuerpo, mente y alma”, dijo la profesora Lorena Ausili, una de las organizadoras del evento que, por ahora, se realiza dos veces al año en el salón del Club Altense, con ingreso por calle Bernardo de Irigoyen al 800.
Precisamente la próxima fecha está pensada para agosto.
“La gente aprovecha absolutamente todo: desde jabones artesanales, sahumerios, productos naturales y de alimentación, y asesoramiento y charlas sobre biocodificación, constelaciones, reiki, reflexología, entre otros. En el último encuentro, hubo 32 feriantes”, dijo, por su parte, Laura Díaz.
Ausili, en tanto, comentó que la iniciativa surgió el año anterior. “Fuimos a una feria similar en Bahía y nos preguntamos por qué no en Punta Alta. Y entonces nos pusimos a trabajar en esto y gracias a Dios la gente de nuestra ciudad respondió muy bien. Hay muchas personas, vecinos nuestros, que están en este mismo camino”.
Mientras, Díaz comentó que el público y los mismos feriantes, cada vez que se hace un evento de este tipo, “nos renueva las energías, las ganas. Es bastante trabajo para nosotras dos, pero lo hacemos con mucho placer y la verdad que los resultados son excelentes”.
“Se pueden recorrer los puestos, donde están exhibidos los productos, y también se puede comprar o no. Además, siempre lo hacemos a beneficio de alguna asociación local. En el último caso, fue en ayuda del Comedor 'Los chicos del barrio', cuya responsable es Marta Páez”.
Lorena Ausili agregó que en un primer momento se pensó en una feria solamente para la gente de Punta Alta, pero luego, a raíz de la demanda, lo abrimos a personas de Bahía Blanca y la zona.
“Hay productos de los más variados, y también hay charlas y talleres, informando sobre las diferentes actividades, por ejemplo de arte-terapia, coaching, el arte de ser. Para ello se destina otro espacio, independiente del salón ferial, que está preparado para tal efecto”.
En definitiva, sostuvo que el público se acerca con curiosidad y se retira renovado. “Hay productos para todos los gustos. Y también encuentran cosas que, tal vez, desconocen, pero que les hace bien. Es un camino de evolución que todos necesitamos en algún momento. Vale la pena recorrer los estands porque se presentan muy buenos precios y promociones”, finalizó Laura Díaz.