Bahía Blanca | Jueves, 03 de julio

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Si el estafador es de una ciudad y la víctima de otra, ¿quién investiga?

Casación resolvió un incidente de competencia por un caso que sufrió una jubilada bahiense a la que le robaron dinero y joyas.

Una discusión técnico-jurídica interesante, que se potenció en los últimos años a partir del crecimiento de las estafas virtuales o a distancia, es cuál es el lugar del delito, para determinar quién investiga y ordena las medidas para su esclarecimiento.

Un hecho registrado en Bahía provocó un incidente de competencia que acaba de definir el Tribunal de Casación Penal bonaerense. 

La discusión legal se dio entre el Juzgado de Garantías Nº 4 de nuestra ciudad y el Juzgado de Garantías Nº 1 del Departamento Judicial Mercedes.

Se trata de uno de los tantos hechos en los que un adulto mayor recibe una llamada de alguien que se hace pasar por familiar para obtener, mediante un ardid, dinero y joyas.

La víctima tiene domicilio en la zona de Villa Mitre, en nuestra ciudad, pero se estableció que el autor del delito se había comunicado desde la localidad de Luján, provincia de Buenos Aires.

La jueza bahiense Marisa Promé, de nuestra ciudad, declinó su competencia y consideró que debía actuar el juzgado de Mercedes.

Opinó que "el desarrollo de la investigación dio como resultado que los actos, a través de canales telefónicos, con fines defraudatorios fueron realizados desde Luján, lugar donde tuvo principio de ejecución y se desarrolló el ardid propio del delito investigado (estafa, en los términos del artículo 172 del Código Penal), resultando como lo más conveniente en atención a la eficacia de la investigación y mejor economía procesal". 

El juez de Mercedes, en cambio, entendió que no debía actuar y sí lo tenía que hacer su colega bahiense porque "las disposiciones patrimoniales perjudiciales se habrían concretado cuando la víctima entregó, en persona y en la puerta de su domicilio en la localidad de de Bahía Blanca, un paquete con 240.000 pesos, 4 pulseras de oro, alianzas, anillos, 4 medallas de oro con su cadena de oro y demás cuanto surge de la denuncia efectuada".

En principio mandó de vuelta las actuaciones a Promé, pero como la jueza mantuvo su postura, se consideró "trabada la litis" y se elevaron las actuaciones a Casación.

La disputa fue zanjada por la Sala IV, a partir de la intervención de los jueces Carlos Ángel Natielo y Mario Eduardo Kohan, quienes se inclinaron por la postura mercedina y dispusieron que la jueza local continúe a cargo del caso.

"Economía procesal"

Antes de analizar el caso, Casación le dio vista a la fiscal ante ese tribunal, doctora María Laura D'Gregorio, quien entendió también que "el lugar donde se produce la disposición material" es el que determina el juez natural de la causa.

"De la documentación acompañada, así como de la denuncia efectuada por la víctima de autos, surge claramente que la disposición patrimonial tuvo lugar en el ámbito de competencia territorial del Departamento Judicial de Bahía Blanca, lugar donde la víctima hizo entrega de sus pertenencias", afirmó la fiscal, para luego citar jurisprudencia en ese sentido.

Y los jueces de Casación, a su turno, coincidieron con esa postura.

"Estimo que no le asiste razón al declinante (jueza de Bahía), en línea con el parecer de la señora fiscal ante esta sede, de estarse ante la figura de estafa (artículo 172 del Código Penal), la competencia se debe atribuir al órgano del lugar donde se produjo la disposición patrimonial del agente a causa del ardid llevado a cabo", ratificaron.

Tiene dicho la Corte Suprema de Justicia de la Nación que frente a "hechos de tinte estafatorio" la competencia "puede ser atribuida en todas las jurisdicciones donde se hubieren perpetrado las maniobras ardidosas", pero que debe atenderse especialmente un principio de "economía procesal".

Por ese motivo Casación evaluó tanto el lugar donde se produjo el perjuicio patrimonial como lo dispuesto por el Código Procesal Penal, en cuanto a que la competencia "tendrá en cuenta la mejor y más pronta administración de justicia" y dispuso que se intervenga en nuestra ciudad, sin perjuicio que de la profundización de la investigación surjan claros elementos que conduzcan a derivaciones.

Simularon ser su hijo y su nieto 

Llamado. La mujer denunciante, E.E.F., dijo que el día del hecho cometido el año pasado, poco antes del mediodía, recibió un llamado a su teléfono fijo y escuchó una voz masculina que se identificó como su nieto.

Diálogo. "Hola abuela, cómo andas, yo ando paseando solo en el centro, compre unas cosas, bueno, chau abuela". 

Preocupación. El interlocutor cortó la llamada y la mujer, según la denuncia, intentó comunicarse con su hijo, para saber por qué su nieto menor estaba solo en el centro.

Contacto. En esa nueva comunicación preguntó si era su hijo. "Y si mamá, quién va a hacer...voy a mandar un chico que se llama Pablo Sandoval, que va a pasar a retirar plata, ya que por televisión dijeron que los billetes de 10 mil y 20 mil pesos pasaban a otros valores y también el oro le tienen que sacar el número 18, ponerle otra numeración para que tenga validez".

Paquete. La mujer preparó un paquete con 240.000 pesos y alhajas, que retiró un hombre poco después.