El centenario del nacimiento de Amílcar Brusa
Fue un hombre de palabra, honesto, frontal, bastante cabrón, que amaba la disciplina: un gran formador.



José Valle / Especial para “La Nueva.”
En el mes de julio de 1999 me tocó viajar a Italia encabezando la delegación del boxeador Jorge Rodrigo “La Hiena” Barrios (del cual fui manager), el entrenador era el legendario Brusa.
Don Amílcar era un hombre de palabra. Honesto, frontal, bastante cabrón, que amaba la disciplina, un gran formador de hombres y grandes campeones.
La “Hiena” venció por nocaut en el octavo round al italiano Silvano Usini obteniendo el título superpluma de la Unión Mundial de Boxeo (WBU), en la localidad de Calatafimi, provincia de Trapani.
Don Amílcar, mientras compartimos largas sobremesas durante los días previos a la pelea, me comentó, hablando de la vida de Monzón y otros boxeadores, “que querés pibe, los boxeadores pasan de la bicicleta al Mercedes Benz sin escalas...”.
“Carlos fue como un hijo para mí, nunca me tuteó, ni fumó o bebió alcohol delante mío. Obedecía todas mis indicaciones. Fue un gran profesional... el mejor. Todavía lloro su muerte”.
Había nacido el 23 de octubre de 1922, en una estancia en Colonia Silva, departamento de San Justo en el norte de Santa Fe, fueron sus padres Pedro Porfirio y Carmen Rosa Céttolo.
Siempre recordaba que para asistir a la escuela primaria recorría caminando 24 kilómetros diarios.
Como boxeador amateur en la categoría pesado hizo 30 peleas y sólo perdió tres, dos de ellas con Rafael Iglesias, medalla de Oro en los Juegos de Londres 48. Llegó a ser campeón Guantes de Oro y de los Barrios en Buenos Aires.
Fue luchador de catch encarnando al “El enmascarado”, llegando a combatir con los legendarios Iván Zelezniak “El Hombre Montaña” y Martín Karadagián.
Mientras trabajaba en el Banco Español de Santa Fe comenzó su carrera de entrenador de boxeo, corría el año 1951.
En 1960 comenzó a entrenar a quien sería su obra maestra, el legendario Carlos Monzón. No se separarían más. Monzón, con Brusa como manager, realizó 80 peleas en el campo amateur y 100 como profesional, con 89 victorias, 7 empates, 3 derrotas (en las que Brusa no estuvo presente, fue atendido en estos combates por su ayudante Genaro Ramusio) y 1 pelea sin decisión. Ganó 61 combates por la vía del cloroformo.
En 1976 Brusa tuvo un durísimo enfrentamiento con el promotor del estadio Luna Park, Juan Carlos Lectoure, y debió irse a trabajar fuera del país recalando y haciendo escuela en las ciudades de Barranquilla, Miami, Caracas y Los Ángeles.
Regresó al país en el año 1995 a pedido del recordado presidente de la Federación Argentina de Box, Osvaldo Bisbal, para hacerse cargo del gimnasio de la entidad denominado "José Oriani".
En el año 2001, desencantado con el boxeo argentino, retornó a Los Ángeles para trabajar en el gimnasio La Brea Boxing Academy.
Los otros campeones mundiales que entrenó fueron los argentinos Miguel Ángel Cuello, Juan Domingo Córdoba, Jorge Rodrigo Barrios y Carlos Baldomir; los colombianos Miguel "Happy" Lora, Sugar "Baby" Rojas, Tomás Molinares, Luis Mendoza, Rafael Pineda y Francisco Tejedor; el dominicano Francisco Quiroz, el venezolano Antonio Esparragoza y el salvadoreño Carlos "Famoso"Hernández.
Además, tuvo a Alejandra Oliveras, quien se consagró campeona mundial de peso pluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) al ganarle a Liliana Palmera en Río Cuarto, Córdoba, el 12 de agosto de 2011.
Brusa es considerado el mejor entrenador de Latinoamérica en la historia del boxeo y figura en el Salón Internacional de la Fama del Boxeo de Nueva York en 2007 y en el de Los Ángeles.
Falleció en Santa Fe, el 27 de octubre de 2011, a los 89 años.
* El autor es historiador del tango, escritor y productor.