Control de precios: “Se produjeron algunas reincidencias de infractores”

Redacción de La Nueva.

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Por Pablo Andrés Alvarez /  palvarez@lanueva.com

   Ya sin la facultad de clausurar locales en caso de detectar irregularidades (transferidas por decretos provinciales y nacionales a las intendencias), el personal de Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) lleva realizados más de 250 controles a farmacias, supermercados y comercios minoristas en nuestra ciudad.

   Hasta al momento, y pese a que se comprobaron reiteraciones en faltas a nomas establecidas por la Secretaría de Comercio y el Ministerio de Producción para evitar abusos y escasez de productos, no se efectuaron clausuras.

    “Nosotros continuamos con nuestro rol de contralor, pero ahora, cuando encontramos inconsistencias, las comunicamos a la OMIC (Oficina Municipal de Información al Consumidor), que tiene las facultades para sancionar y hasta clausurar”, explicó Sebastián Mas, secretario general de la seccional bahiense de la Asociación de Empleados Fiscales e Ingresos Brutos (AEFIP).

   Y agregó: “Se produjeron algunas reincidencias de infractores, pero se está tratando de no llegar al extremo de cerrar el local. Se intenta que se corrija la acción”.

   De acuerdo a la opinión de Mas, la respuesta de los trabajadores de la AFIP ha sido muy satisfactoria.

   “Pese a que es una labor voluntaria, superamos las expectativas en el listado de inscriptos, por lo que se puede desarrollar un buen trabajo. Desde AEFIP siempre pregonamos la solidaridad y en esta oportunidad quedó de manifiesto nuestro compromiso con la comunidad, intentando que los precios no se disparen y nadie saque ventaja de esta situación que estamos viviendo”.

   A su vez, la gran mayoría de los empleados de la Agencia está trabajando en forma remota desde sus hogares.

   “Hay muchas cuestiones impositivas que no se detienen por la pandemia; incluso hay varios que combinan los dos labores. Somos concientes que el Estado va a necesitar de la recaudación para hacer frente a esta contingencia, por lo que estamos poniendo nuestro mayor esfuerzo para no descuidar ningún aspecto”.

   En el dispositivo, se rota el personal, como también las zonas de control.

   “En promedio, salen 15 inspectores por día, que básicamente se enfocan en farmacias, supermercados y comercios de cercanía en los barrios. También verificamos las denuncias que realiza la gente”.

   Según señaló Mas, la principal inconsistencia detectada es la de subas de precios.

   “En varios lugares detectamos faltantes de mercadería, pero son entendibles en la medida que en algunos productos no tienen producción o porque el canal de distribución se interrumpió en algún punto, porque se repite la ausencia de ese poducto en varios comercios en forma simultánea”.

   Y añadió: “No detectamos aumentos desproporcionados. Algunos eran de un uno por ciento y en otros llegaba al 30 por ciento en productos puntuales, más de eso no hubo ninguno. Lo que más nos preocupa en esos casos, no es la desproporción, sino la repetición. Porque cuando vamos, acceden a bajar los precios, pero evidentemente después los vuelven a subir”.

   “Por eso creemos conveniente que, en esos casos, haya un tipo de sanción, porque si no estaríamos atascados en el trabajo que se desarrolla”, cerró.