Adrián Echeverría: “En el Zibecchi entrenamos como podemos y no como queremos”

Redacción de La Nueva.

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“El que pasó por Liniers sabe que primero te enseñan a ser persona y después jugador de fútbol, siempre fue así y hoy en día, con más de mil chicos en las formativas, esa regla se respeta más que nunca”.

Hoy muchos chicos del semillero chivo corren atrás del sueño que cumplieron Lautaro Martínez, Agustín Bouzat o Francisco Pizzini, por citar a los que actualmente figuran en las marquesinas de sus clubes, aunque el padre, el tío o el abuelo de alguno de esos gurrumines seguramente le comentó o le comentará quien fue Adrián Echeverría en la historia grande de la entidad de la avenida Alem.

“Gracias por la charla y por acordarse de lo que alguna vez hicimos como futbolistas”, fue una de las tantas frases amables que el ex arquero y hoy entrenador de las juveniles C (cuarta y quinta) de su amado albinegro dejó en el programa El Diario Deportivo, que se emite, de lunes a viernes, de 14 a 15, por La Nueva Play.

Como para que se de una idea: es el jugador con más presencias en la vida del club (748 partidos), se retiró a los 46 años después de 32 de carrera y ocho campeonatos oficiales obtenidos. Marcó cinco goles desde el punto penal y fue capitán del primer equipo durante más de dos décadas.

Asume que ir al Zibecchi (todos los días en bicicleta) le sigue causando tristeza, por las secuelas que quedaron de la inundación, y que cada una de las categorías “entrena como puede y no como quiere”.

Después de colgar los guantes, siguió ligado al club y, por más de haber recibido algún llamado para ir a trabajar a otro lado, nunca se traicionó a si mismo: “En el patio de mi casa siempre fui feliz”.

Sentido de pertenencia que le dicen...

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