Puerto: otro desafío de una gestión con crecimiento sustentable y sostenible
Gestión ética y profesional, sentido de pertenencia y prestigio e innovación. Son algunos de los valores que identifican al GCPBB y que, tras la inundación, cobran una sustancia más relevante.
Con un marcado crecimiento en su operatividad en consonancia con el camino hacia el bicentenario de la ciudad, misión, visión y valores representan las bases que se reafirman día a día en el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca (CGPBB), una entidad clave para el desarrollo productivo, social y económico local, en un momento clave de asistencia tras las consecuencias de la inundación del último 7 de marzo.
A la hora de las definiciones para una gestión que trascienda, se trata de lo siguiente:
—Misión: gestionar el crecimiento sustentable del complejo portuario de Bahía Blanca, liderando la planificación y promoviendo junto a los clientes y la comunidad, el desarrollo económico y social de la región y del país.
—Visión: ser uno de los puertos líderes de América del Sur comprometido con la sustentabilidad socioambiental y reconocido por la innovación y transparencia en la gestión portuaria, así como por servicios eficientes, seguros y de calidad que potencian la diversidad de cargas.
—Valores: gestión ética y profesional; sentido de pertenencia; prestigio e innovación; transparencia y auto sustentabilidad económica; seguridad y sostenibilidad; compromiso social y satisfacción de los clientes.
Así entonces, el directorio del CGPBB asume el liderazgo, el compromiso y la responsabilidad de la disposición de los recursos necesarios para desarrollar las políticas adecuadas —que se comunican— y conseguir los objetivos propuestos.
La dirección conduce el esfuerzo en pos de lograr la conciencia por la calidad, el desarrollo sustentable, y la protección de la seguridad y salud en el trabajo, basada en los principios de honestidad, liderazgo, desarrollo del recurso humano y compromiso de mejora continua.
Del mismo modo, la dirección reconoce que la información es un activo esencial y de alto valor, ya que es crítica a la hora de la toma de decisiones, tanto en el orden operativo como gerencial, resultando —en consecuencia— imprescindible adoptar las medidas necesarias para asegurar su integridad, confidencialidad y disponibilidad, a fin de lograr los objetivos en forma satisfactoria en tiempo y forma.
De qué se trata
La zona portuaria de Bahía Blanca está constituida por un conjunto de instalaciones diseminadas a lo largo de 25 kilómetros sobre la costa norte de misma ría. Dentro de la zona portuaria coexisten distintas entidades, nacionales y provinciales, cuya jurisdicción es preciso definir con el objeto de establecer las responsabilidades de cada una de ellas.
En lo que respecta al Consorcio de Gestión, su jurisdicción portuaria puede dividirse en dos sectores claramente diferenciados, el marítimo y el terrestre.
El marítimo abarca toda la extensión de ambas márgenes de la ría de Bahía Blanca y comprende el espacio geográfico determinado por la línea imaginaria que va desde Punta Pehuen Co al noroeste, a Punta Laberinto al suroeste, siguiendo el arrumbamiento general de la isobata de 10m y las líneas de ribera de ambas márgenes hasta su finalización.
Definida de esta manera la jurisdicción marítima, quedan bajo la responsabilidad del CGPBB el mantenimiento de las profundidades en el canal de acceso a la zona portuaria, así como el sistema de señalización de dicho canal, por lo que si bien las instalaciones portuarias mencionadas son autónomas en su faz administrativa y comercial, en el aspecto de la navegación son dependientes de las normas y tarifas que fije el Consorcio de Gestión.
Ingresando desde el Océano Atlántico hacia el oeste se encuentran —en primer lugar— las boyas para manipuleo de hidrocarburos de Punta Ancla y Punta Cigüeña, siguiendo luego el muelle comercial de Puerto Rosales e, inmediatamente a continuación, Puerto Belgrano, que es la base naval más importante de la Armada Argentina.
La entidad resulta clave para el desarrollo productivo, social y económico de Bahía Blanca, en un momento clave de asistencia tras las consecuencias de la inundación del último 7 de marzo.
Llegando al interior de la ría, están las instalaciones que constituyen el puerto de Ingeniero White, donde se hallan las instalaciones especializadas en la carga de cereales y subproductos, principal rubro de exportación del puerto, y hacia el oeste, el Muelle Ministro Carranza para cargas generales. En el sector se encuentra también emplazado el Muelle Multipropósito, destinado al movimiento de cargas generales y contenedores.
Entre el puerto de Ingeniero White y Puerto Galván, en la zona denominada Cangrejales, se encuentran Profertil S.A., Compañía Mega S.A y Louis Dreyfus Commodities (LDC). La primera, la mayor unidad mundial productora de urea y amoníaco; la segunda, una planta de fraccionamiento de hidrocarburos líquidos, sistema de almacenamiento y cargamento en barcos y la tercera una gran exportadora de productos agrícolas de nuestro país.
Posteriormente está Puerto Galván, constituido por diversos muelles destinados a cereales, subproductos y carga general. En su extremo oeste, además se encuentran las postas 1 y 2 para Inflamables, destinada a la recepción y/o embarque de productos combustibles líquidos y gaseosos, así como productos químicos.
En 2016 se sumó un tercer muelle que facilita la optimización de la operatoria de la nueva Central Termoeléctrica Guillermo Brown y, además, permite un descongestionamientos de los actuales sitios. (Fuente: puertobahiablanca.com).