Bahía Blanca | Jueves, 03 de julio

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Alerta Rainbowex en Bahía: qué es un esquema Ponzi

Ante la advertencia de una presunta estafa a pequeños inversores de nuestra ciudad, una explicación de cómo funciona el sistema denunciado.

Imagen de Google.

En el marco de una presunta estafa a decenas de bahienses con un esquema Ponzi mediante la firma Rainbowex, muchos se preguntan de qué se trata este tipo de maniobras.

La firma mencionada fue denunciada la semana pasada por ofrecer espectaculares ganancias del 2 % diario en dólares a los inversionistas, que en general son pequeños ahorristas. No obstante, cualquier experto en finanzas advierte que esos niveles de renta son imposibles de manera legal.

Entonces, ¿qué es un Ponzi? Primero vale aclarar que el nombre surge de Charles Ponzi, un hábil estafador estadounidense de los años 20 del siglo pasado.

El esquema es el siguiente: supongamos que aparece un "vendedor de servicios financieros" que se llama Roberto. Este hombre conoce a dos personas y las convence de invertir 1.000 pesos en su proyecto, con la promesa de que recibirán el doble en un mes. 

Con 2.000 pesos en su cuenta, Roberto necesita encontrar 4 nuevos inversores para pagar los resultados prometidos a esas dos personas iniciales. Pero en realidad no hace ninguna inversión productiva, sino que a medida que se va sumando gente les va pagando a los primeros inversores con los nuevos ingresos.

Esta misma lógica se repite, siempre duplicando el número de nuevos inversores para cubrir las ganancias prometidas a las personas que fueron engañadas en el paso anterior. Es decir, el esquema comienza con 2 personas, aumenta a 4, se duplica a 8, 16, 32 y así sucesivamente. 

En un momento, esa bola de nieve llega a un límite de captación de personas y el pago de la rentabilidad deja de realizarse en los plazos prometidos, hasta que finalmente se deja de pagar por completo y Roberto se lleva el pozo obtenido, sin devolución de capital a ningún afectado.

En el caso de Rainbowex, la información que circula es que sus representantes en Argentina vendieron este sistema con el argumento de una supuesta inversión de activos en criptomonedas.

Como el negocio Ponzi sí otorga beneficios económicos a los primeros inversores, porque la idea es que estos atraigan a sus contactos para no perder la oportunidad, la bola de nieve fue creciendo hasta alcanzar a cientos de personas, especialmente en San Pedro, Gualeguaychú y Bahía Blanca.

En rigor, no existen denuncias formales ante la Justicia de gente involucrada que haya sido afectada sino que se están iniciando investigaciones de oficio.

Según diferentes medios, los presuntos ejecutivos de la empresa en realidad son dos actores polacos de segunda categoría y la supuesta referente mujer, conocida como "La China", una mujer sin trayectoria en las finanzas.

Estafa piramidal: las diferencias

Una variante de estas trampas es la llamada estafa piramidal. La primera diferencia es que el esquema Ponzi se basa en una idea de inversión fraudulenta, mientras que la estafa piramidal involucra también la venta de productos o servicios tangibles.

En este último caso, los participantes están involucrados en la venta de productos concretos y en el reclutamiento de nuevos miembros, incluso ofreciendo capacitaciones de venta que incluyen a grupos numerosos de personas.

Ahora bien, poniendo el foco en el vértice de la pirámide encontramos a una persona que ha reclutado a cinco trabajadores para que vendan sus productos. No obstante, aquí es donde aparece el problema.

Para vender los productos, el nuevo participante primero tiene que comprárselos al jefe de la pirámide y pagar una cuota mensual, por lo que el margen de beneficio es muy pequeño, y los ingresos no son representativos a no ser que venda en grandes cantidades. De hecho, siempre suelen ser pérdidas.

Por este motivo, el jefe ofrece la oportunidad de obtener mayores ingresos captando a nuevos vendedores. Esto permite al reclutador llevarse parte de la cuota de cada persona que capte, mientras que el resto se lo tendrá que dar al jefe.

De esta manera, se comienza a generar un entramado en el que los nuevos reclutas pagan cuotas a los antiguos participantes y, a su vez, estos pagan cuotas a los anteriores, y al final, la mayor parte del dinero va a parar a la cima de la pirámide.

El problema se hace más grave cuando se observa a que, al final, no se vende ningún producto. "¿Para qué voy a gastar mi tiempo en vender un producto que seguramente me traiga pérdidas si puedo ganar dinero de verdad consiguiendo a gente que lo haga por mí?".

Esta es la pregunta que desencadena el desastre y que cualquier víctima de una estafa piramidal se acaba haciendo en algún momento.