¿Qué hay detrás del éxito logrado por la Universidad Nacional del Sur en los JUAR?
“Incorporamos al deporte como un espacio para mejorar la calidad de formación académica”, explicó Diana Sánchez, secretaria general de Bienestar Universitario.
Periodista de La Nueva desde 1995, especializado en rugby y básquetbol; con colaboraciones en casi todas las secciones de la redacción (locales, policiales, regionales, Ritmo Joven, revista Nueva, Espectáculos)
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Pasaron los Juegos Universitarios disputados en Paraná, donde la delegación de la Universidad Nacional del Sur se trajo muy buenos resultados en distintas disciplinas, para coronar a nivel colectivo con un subcampeonato nacional.
“Esto está impulsado por el Ministerio de Educación. Es una política de gestión de deporte universitario que viene afianzándose hace más de diez años. A nivel nacional nos agrupa la Federación de Deporte Universitario (FeDUA), que ha instalado estos encuentros, primero regionales y luego nacionales de manera regular cada año”, explicó Diana Sánchez, secretaria general de Bienestar Universitario (UNS).
“La dinámica de la competencia es encontrarnos por regiones una vez al año. Y las universidades que logran medallas de oro participan de la instancia nacional donde se hace una competencia con representación de todas las universidades, públicas, privadas e instituciones de nivel superior, con la participación de institutos de Educación Física o algunos institutos de formación que no necesariamente son universidades”, agregó.
Después de ganar la instancia regional, con una participación de 120 deportistas, las disciplinas que ganaron medalla de oro en la etapa realizada en Junín tiempo atrás, avanzaron a la disputada semanas atrás en Entre Ríos. Que contó con la participación de 4 mil deportistas de distintas instituciones de educación superior.
“Por los resultados de la regional, (a Paraná) llevamos atletismo, tenis, rugby, natación, vóleibol masculino, e-sports y ajedrez. Trajimos medalla de oro en tenis, básquet masculino por segundo año consecutivo y plata en e-sports y en básquet femenino”, dijo Sánchez.
Explicó, además, cuál es la finalidad de estas competencias deportivas en el ámbito académico.
“Desde que estamos en la gestión (NdR: 2019), la idea fue incorporar al deporte como un espacio que nos presta una oportunidad, para nosotros irreemplazable, en favor de la mejor calidad de formación de los estudiantes. Lo que nosotros vinimos a instalar, un poco provocativamente, es que el deporte no es ni colateral, ni periférico, ni secundario. Es inherente a la formación académica. Todos los procesos de formación, en lo que hoy se llama capacidades para la empleabilidad están poniendo el foco en lo que se llama habilidades blandas o capacidades de gestión, que tienen que ver con el liderazgo, trabajo en equipo, buena administración del tiempo, criterio para la toma de decisiones y tolerancia a la frustración”, afirmó.
Resultados y medallas
-¿Importan los resultados? ¿Qué lectura se hará, por ejemplo, de una universidad que no gane medallas?
-Acá hay una cuestión de supervivencia en el sistema del deporte universitario que está supeditada a la posibilidad presupuestaria. Ser miembros de la FeDUA nos permite que buena parte de los gastos asociados a este tipo de eventos sean cofinanciados. Y las reglas ahí son los resultados en la competencia. Tenemos un Departamento de Deportes al interior de la institución que hoy tiene tres mil estudiantes que practican actividades deportivas en diferentes niveles. Algunos hacen algo recreativo y tenemos equipos más competitivos, que participan de distintas ligas, interuniversidades y regionales. Mejores resultados nos redunda en mayores oportunidades de participar de este tipo de eventos. Con todos los beneficios que no se leen en una primera mirada. Por ejemplo, tienen la oportunidad de convivir cuatro o cinco días con estudiantes de muchas otras universidades en un ámbito de camaradería, donde se enriquecen desde lo social, amplían la mirada que tienen del ámbito universitario y las oportunidades en el mediano plazo en el ámbito profesional. Porque la condición para que participen es que sean estudiantes.
-Debe existir un porcentaje de los deportistas de la UNS que se forman y/o preparan para sus disciplinas fuera del ámbito académico, utilizando instituciones e instalaciones de clubes. ¿Esto lleva a la reflexión sobre la infraestructura propia de la universidad en tal sentido?
-Nuestros estudiantes universitarios ingresan a las carreras a los 17/18 años. Ahí tenés un pool de estudiantes que nunca practicaron un deporte regular, algunos que lo hicieron de manera amateur u otros que son federados. El 60 por ciento de nuestros estudiantes no son de Bahía Blanca. Es decir, un alumno o alumna que llega proveniente de un pueblo en el que estaba federado en handbol, por ejemplo, llega acá y si la institución no les provee rápido algún grado de libertad, interrumpen esa carrera deportiva. Para nosotros disponer de la infraestructura que anide a todas las disciplinas deportivas es inviable. Hoy no tenemos infraestructura deportiva. Sí tenemos profes y espacios compartidos o alquilados para practicar con regularidad. Lo que les permite la política de la universidad es continuar con la práctica. Para ello nos hemos nutrido de vínculos, acuerdos y convenios con instituciones locales y regionales vinculadas al deporte. Nos ocupamos de que el deportista no interrumpa su carrera.
-¿Y de qué manera, como dice, facilitan o propician la práctica deportiva?
-Por ejemplo, a partir del programa de doble carrera, para sensibilizar al interior de la institución en todas las concesiones necesarias para que un estudiante que cursa una carrera universitaria, no se vea obligado a desistir de su carrera deportiva. Hay muchos y muchas estudiantes de alto rendimiento en la universidad que, por ejemplo, tienen concentraciones en el Enard y están representando al país en eventos internacionales. Esa es la política: favorecer, visibilizar y generar oportunidades. Que ellos (estudiantes) se apropien. Priorizamos la cuestión de lo educativo porque somos una institución educativa. Lo que quremos es concientizarlos en que es necesario e incorporar el hábito del deporte, algo que les quedará para su vida y aún cuando dejen de ser estudiantes. Pero si interrumpen la práctica deportiva en la universidad, que es lo que mayoritariamente sucede, porque la demanda de lo académico suele desbordar, recuperar esa práctica más adelante es casi imposible. También estimulamos el deporte como una cuestión educativa, para que se apropien del hábito de alguna actividad saludable. Tienen que practicar deporte, por su salud y bienestar, por todas las cuestiones que estamos detectando, por ejemplo en relación a la salud mental. El deporte les otorga la oportunidad para socializar, crear vínculos y generar pertenencia hacia la institución.
Ganadores y ganadoras
El equipo masculino de básquetbol (modalidad cinco contra cinco) estuvo integrado por Manuel Ayala, Mateo Bocatonda, Tomas Bruni, Nahuel Dulsa, Iñaki Errazu, Alan González Galarza, Lautaro Méndez, Elías Molina, Juan Paronetto, Matías Ponzoni y Valentino Scoppa. El entrenador fue Walter Romerneszyn.
El combinado femenino -también modalidad 5x5- lo conformaron Camila Campagne, Lucero Díaz, Maria Emilia Fernández Palmieri, Azul Fernández Poulsen, Agustina Kenny, María Sol Kissner, Sol Belén Leda, Victoria Abril Martin Sahagun, Tamara Micaela Nieva Insaurralde, María Victoria Pérez, Josefina Rodríguez y Maria Sol Togni. Entrenador, Francisco Sansó.
Las tenistas femeninas fueron Valentina Bustos, Sofía Morales Melgratti y Guillermina Zukerman, y las preparó Alejandro Marchesi.
La medalla de E-Sports fue para Dardo Cañueto.