Erize, un ejemplo a seguir
Los pueblos de la región tienen un enrome potencial turístico para explotar
Es habitual hablar de Bahía Blanca y la región, como un único núcleo, una zona que por su historia e intereses forma parte de un conglomerado que debiera potenciarse de la mejor manera.
Más allá de algunas localidades vecinas que se han consolidado en su desarrollo y progreso, existen otras que desde hace décadas vienen languideciendo, muchas de ellas a partir de la desaparición del ferrocarril, otras por circunstancias que afectaron su crecimiento.
Sin embargo, esos pueblos tienen un gran potencial a partir del turismo, “la industria sin chimeneas”, que debiera ser considerado y ser parte de una planificación que permita generar un medio para mejorar su condición integral.
Un ejemplo de esa alternativa la generó el pueblo de Erize, A 180 Km Bahía Blanca, Partido de Puán, con el denominado “Free Tour por un pueblo que se resiste al olvido”, el cual propone un recorrido por el lugar para conocer su historia y su arquitectura.
Erize supo tener mil habitantes y que guarda recuerdos de aquella prosperidad en sus tesoros arquitectónicos. Desde lo que alguna vez fue el almacén de ramos generales, pasando por la vieja estación de trenes o la iglesia del lugar.
La experiencia contará con la guía del arquitecto Roberto Rueda y de ex residentes quienes compartirán con los participantes las historias que atesora este poblado.
Erize nació en 1899, con la línea ferroviaria entre Guaminí y Saavedra. Actualmente tiene 24 habitantes y personas en tránsito como productores agropecuarios, ganaderos y gente de visita.
Si bien hoy no dispone de lugares de alojamiento o comidas, la posibilidad de generar este tipo de recorridos podría darle vida de manera periódica, a partir de la visita desde distintas localidades que lo rodean. Una propuesta interesante que podría extenderse a todos los pueblos que guardan un enorme potencial que vale la pena conocer.