¿Cómo se inició el festejo del Día del Cerealista?
El 14 de agosto se conmemora el Día del Cerealista en Argentina, una fecha que honra a esta actividad y a todos los trabajadores que participan en cada una de las diferentes etapas que incluye.
Si bien su origen refiere a un memorable banquete realizado un 14 de agosto, al cual asistieron diferentes organismos de este rubro, en el Día del Cerealista se recuerda a las primeras toneladas de trigo que se exportaron en el país.
La conmemoración de esta jornada, que se realiza desde 1926, es una iniciativa de diferentes gremios vinculados al comercio y la industria de la producción agrícola nacional.
El espíritu de sus promotores fue no sólo establecer un día del año para hacer un alto en las labores habituales para estrechar relaciones y fomentar la amistad y camaradería, sino también procurar la concurrencia de todas las fuerzas productivas en una decidida acción para impulsar la expansión de la producción agrícola y el perfeccionamiento de la industria y el comercio de los cereales, “fuente de riqueza y piedra angular en la que descansa la economía nacional”.
La iniciativa nació de un grupo de socios de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. La idea despertó entusiastas adhesiones del comercio, la industria y la banca, de las empresas ferroviarias y la prensa, como también del Ministerio de Agricultura y otras reparticiones públicas.
El acto principal consistió en un gran banquete servido el 13 de agosto de 1926 en el porteño Prince George’s Hall, al que asistieron más de 300 comensales de todos los sectores de la actividad económica nacional.
Mucho antes, el 12 de abril de 1878, se llevó a cabo el primer envío de 4500 toneladas del cereal panadero o trigo, desde la ciudad de Casilda, Santa Fe. Carlos Casado del Alisal fue un corredor español que estuvo a cargo de esta misión.
Junto a seis buques a vela, condujo este cargamento por el Atlántico y logró arribar al puerto de Escocia. Al llegar a este país, debió enfrentar muchas dificultades, ya que no se deseaba cumplir el pago que se había acordado con anterioridad. De esta manera, Casado negoció el precio con determinación, con la amenaza de desechar el material transportado en el mar si no le pagaban lo que debían.
A partir de este momento, Argentina comenzó a ser considerada como “el granero del mundo”, un título que lo acompañó durante buena parte de su historia, con el Producto Bruto Interno por habitante más elevado del mundo en ese entonces.
¿Por qué se celebra?
Con el pasar de los años, el país vio nacer diferentes organismos que regulan y coordinan esta actividad económica. Uno de estos, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, se unió con el Ministerio de Agricultura para honrar a los que participan en este rubro.
El 13 de agosto de 1926, se llevó a cabo una cena en el entonces Prince George’s Hall. Asistieron más de 300 personas entre los cuales se encontraban miembros de los siguientes grupos: Sociedad Rural Argentina; Bolsa de Cereales y Bolsas de Comercio de Buenos Aires, Rosario y Santa Fe; Centro de Exportadores; El Mercado de Cereales; Cámaras del Yute; Cámara Arbitral de Cereales de Rosario; Cámara Gremial de Cereales de Buenos Aires; los Ferrocarriles del Oeste y del Sud Argentino y el Centro de Navegación Transatlántica.
El 14 de agosto de 1927 se repitió esta ceremonia con banquete en la Rottisserie Cifré, dando lugar a la primera celebración del Día del Cerealista.
En 1965 se unificaron muchas de las entidades mencionadas en la Bolsa de Cereales.
La importancia del sector
Desde sus comienzos, la actividad de este sector impulsó la economía del país y lo posicionó internacionalmente.
En esta participan diferentes actores que cumplen funciones para la producción, comercialización y transporte de cereales y granos.
Precisamente, el Día del Cerealista incluye a miles de trabajadores industriales, agricultores, acopiadores, molineros, cooperativas, corredores, exportadores y transportistas.
Su rol ha sido clave para establecer a la Argentina como uno de los principales productores de cereales en el mundo, como también para garantizar la distribución de alimentos a los hogares no solo de Argentina sino de buena parte del mundo.