Bahía Blanca | Sabado, 18 de mayo

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"La vida universitaria es tal cual se ve en las películas", contó Ramiro Santiago

El basquetbolista estuvo seis años en Estados Unidos, se recibió y a partir de ahora tiene que definir dónde jugará. Todo eso y más lo explicó en Diario Deportivo.

Con el título bajo el brazo retornó a la ciudad Ramiro Santiago, luego de seis años en Estados Unidos, donde además de jugar al básquetbol se recibió de Licenciado en Comercio Exterior.

A poco de bajar del avión, hizo "escala" en Diario Deportivo, que se emite por La Nueva Play, de lunes a viernes, de 13.30 a 14.30.

"Estos últimos tres meses fueron muy lindos, muy de locura, me recibí, con toda mi familia allá", destacó.

"No pensé que iba a volver así (recibido). Traté de pensar temporada a temporada. A mi primera universidad (Seward County Community College) fui por dos años y el primero no jugué ni un minuto, comí banco todo el año, fue muy duro. Me ayudó tener un compañero que hablaba español, porque yo llegué con un inglés muy básico, no entendía lo que quería el técnico de mí y otras cosas", reconoció.

"Encima -agregó- Villa Mitre estaba por ascender al TNA y yo sin jugar allá, me preguntaba, '¿qué hago acá?'".

El recorrido no es sencillo.

"Hay que estar duro de la cabeza. Cuando te va mal dudás de todo. Más que nada me costó pasar las Fiestas lejos de mi familia y amigos", señaló.

El segundo año jugó bien y ya fue titular. No obstante, la situación que afectó al mundo lo desestabilizó.

"La NCAA dio un año extra de beca por el tema de la pandemia. Y ahí se complicó, porque todos los jugadores que antes se recibían y dejaban becas abiertas en este caso volvieron un año más. Yo no podía volver a la Argentina, porque no sabía si después podía entrar a Estados Unidos. Fue difícil. Por suerte me puse de novio con Laura, que es brasileña, y su familia vive en Atlanta, entonces me quedé ahí hasta agosto", contó.

"Cuando ya estaba mirando pasajes para Argentina, me llamó el técnico de Harding para ofrecerme beca completa y dije: 'Ahora sí, ya está'", admitió.

"Como basquetbolista -reconoció- disfruté mucho, entonces, me permitía disfrutar más de lo que sufría".

Respecto de cómo muestran la vida universitaria, Ramiro aseguró: "Es tal cual se ve en las películas".

"Cuando llegás al aula te presentan y todos te aplauden. No es lo mismo como tratan los profesores a los alumnos regulares que a los deportistas", apuntó.

La rutina era pesada.

"Me levantaba a las cinco; cinco y media iba a pesas; a las 7 desayunaba; a las 8 ya cursaba. Después, técnica individual, Había como siete asistentes, inclusive algunos son estudiantes que quieren ser técnicos y están a disposición. Después almorzábamos y a las 2 de la tarde entrenamiento de equipo, cena y después tiempo para uno", detalló.

Respecto de su futuro, Ramiro tiene una prioridad.

"Me quiero quedar relativamente cerca de Bahía y mi familia. Mi novia está jugando profesional en Brasil, por lo que hay chances de que pueda ir a jugar la NBB ahí, también puede ser si se da algo de Liga Nacional", comentó.

Y en esto de regresar a su ciudad, no se olvidó del último equipo donde jugó en acá.

"No le cierro las puertas, a Villa Mitre siempre lo tengo en el corazón... Y si está la chance, tengo las puertas abiertas para todos...", aclaró.

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