Metratilato e insuficiencia renal: las causas del drama de Silvina Luna
La modelo permanece internada en terapia intensiva, en el Hospital Italiano de Buenos Aires. "Está muy débil a nivel general", dicen los médicos.
Desde que se sometió a una intervención estética en 2011, la salud de la modelo y actriz Silvina Luna se fue deteriorando poco a poco, y en los últimos meses su cuadro se agravó. Ahora permanece internada en terapia intensiva en el Hospital Italiano de Buenos Aires, está sedada y con respirador a la espera de una recuperación que le permite afrontar un trasplante de riñón.
Incluso, los médicos encargados de su tratamiento confirmaron que “el cuadro de Silvina es delicado" y que el martes se había intentado extubarla, algo que no pudo hacerse porque está muy débil a nivel general.
Su cuadro clínico actual deriva del procedimiento estético al que sometió con el doctor Aníbal Lotocki, a raíz de la inyección del biopolímero polimetil metacrilato que el médico -condenado a cuatro años de prisión- le colocó en sus glúteos.
Las secuelas de esa intervención fueron importantes y se agravaron con el tiempo: la modelo padece hipercalcemia e insuficiencia renal, que la obliga a someterse a diálisis tres veces por semana, cuatro horas cada día y a esperar una donación y trasplante de riñón.
La hipercalcemia produce depósitos de calcio en el riñón y un daño renal grave, y la densidad del calcio acumulado genera piedras que entorpecen la función renal.
Luna tenía 30 años en 2011, cuando se sometió a una intervención quirúrgica en la que el médico Lotocki le inyectó biopolímeros plásticos (polimetilmetacrilato, conocido como PMMA) en forma de microesferas en glúteos y muslos. Las secuelas de este procedimiento estético derivaron en un cuadro de hipercalcemia e insuficiencia renal. Un cuadro crónico que, desde entonces, le exige exámenes de laboratorios semanales y la sumió en una intensa búsqueda consultando a diferentes médicos para adoptar el tratamiento certero.
En 2014, Lotocki dijo que a la modelo “le hicimos una pequeña extracción de grasa de la cintura y esa grasa fue la que utilizamos para hacer un rellenito mezclado con un poquito de Metil Metacrilato”.
Luna, por su parte, recordó que el médico le había plantado el tratamiento como “algo inofensivo, que no tenía consecuencias”.
Realizan una cadena de oración por Silvina Luna
“Tuve muchas presiones, y muy pocas herramientas también... Hacíamos teatro de revista y el cuerpo hegemónico era todo. Se usaban las tetas grandes y el culo acá arriba. Y yo me dejé llevar por eso, por buscar una seguridad en el exterior y querer cumplir con ese estereotipo. Eso me llevó a la operación”, señaló.
Unos meses después de dicho procedimiento, la modelo se enteró que esa intervención estética estaba afectando su salud. Su cuerpo rechazó el relleno de biopolímeros y esto le produjo hipercalcemia.
“Cada tanto necesito internarme, mis niveles de calcio suben y mis riñones no funcionan bien. Requiero más corticoides, medicina que vengo tomando de forma crónica hace años. Y hoy estoy buscando otras drogas que puedan reemplazarlo”, explicaría.
El metacrilato y otras siliconas -indican los médicos- son sustancias que son complicadas de retirar. En el caso del metacrilato, hay problemas cuando se coloca en cantidades importantes porque puede generar hasta insuficiencia renal crónica porque puede migrar hasta el pulmón, taparlo, causar embolia y la persona puede morir. Los tejidos absorben estas sustancias, por lo que es casi imposible retirarlo del organismo en su totalidad, causando deformidades en las zonas donde han sido aplicadas.
Parte de ese calvario es el que sufre la modelo argentina: “Mi cuerpo rechaza eso (el relleno que le inyectaron). Después se empezó a estudiar y había otras chicas también que padecían lo mismo. Por eso llegamos al juicio oral hace poco, hice mi parte en la Justicia”, dijo.
Después de cinco meses de juicio, en febrero de 2022 Lotocki fue condenado por el Tribunal Oral y Correccional N°28 de la Ciudad de Buenos Aires a 4 años de prisión (y 5 años de inhabilitación para ejercer la medicina) por el delito de lesiones graves en una causa que le iniciaron en conjunto Silvina Luna, Stefy Xipolitakis, Gabriela Trenchi y Pamela Sosa.
Un año después se conoció la noticia de que Luna necesitaba un trasplante de riñón y que estaba en la lista de espera del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai). Fue ella quien se ocupó de hacer pública esta noticia, contando que “se encuentra con muchas energías y ganas de seguir viviendo”. (con información de Infobae)