Bahía Blanca | Sabado, 11 de mayo

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El cementerio bahiense dejó atrás la crisis por el espacio

Debido al éxito del plan de recupero de parcelas por parte de la administración y al aumento de las cremaciones, la problemática  por la falta de tierras libres parece haber encontrado solución.

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Audionota: Marina López

La creencia de que el cementerio municipal se encuentra al borde de la saturación ya quedó atrás, luego de un intensivo programa para vaciar sepulturas y la paulatina inclinación de la población a la cremación de sus seres queridos.

El paso del tiempo y el crecimiento demográfico de la ciudad obligó a buscar alternativas para evitar el colapso del espacio físico que ocupa la necrópolis local.

Así lo explicó Daniela Calvo, jefa del departamento Cementerio de la comuna, quien ocupa el puesto desde 2015, momento en el que se puso en marcha el “Plan de Recupero de Espacio”.

“El problema de la saturación ya quedó atrás. No es un tema que preocupe. El resultado del programa de recupero de espacio fue mas que satisfactorio. Además, hemos hecho un relevamiento general del predio y ha sido muy alentador. Por eso creemos que no hay riesgo de que el espacio físico escasee”, opinó la funcionaria.

Calvo explicó que el vaciamiento de sepulturas ocurre por diversos motivos. Uno de ellos es cuando las cuotas no son renovadas. En esas ocasiones, se da aviso reiteradas veces para que esa sepultura sea solicitada; si no ocurre, se procede a la limpieza del lugar. Otro de los casos ocurre cuando la familia solicita la baja del espacio en nichos o tierras y opta por la cremación.

“Muchas familias optan por la reducción de los restos o bien deciden el traslado a otro cementerio. También hay casos de unificación de sepulturas”.

Precisamente, la constante suba de cremaciones también favoreció para superar la crisis de espacios.

Hasta el 31 de mayo de este año, de los 1245 fallecidos destinados al cementerio municipal, 252 fueron cremados, por lo que poco más del 20% se inclinó por esta opción.

“El crecimiento de esta tendencia fue muy notoria entre el 2015 y 2018, donde se convirtió en un boom. Y nosotros éramos los únicos que brindábamos este servicio”.

Según Calvo, el porcentaje disminuyó en los últimos años, debido a que también se habilitaron los crematorios de Parque de Paz y Bajo Hondo (Punta Alta).

“El número empezó a equipararse y redistribuirse este servicio entre los tres entes que contamos con esta opción. Pero el número se ha equiparado con la tendencia de otros destinos, como son sepultura, nicho o bóvedas”, explicó.

El incremento de casos también se puede encontrar en que muchos familiares deciden incinerar los restos de sus seres queridos luego de escoger en un principio tierra o nicho.

“Si el fallecido fue inhumado (tierra), se debe dejar transcurrir de 5 a 6 años para que la naturaleza ejerza su acción sobre esos restos y podamos entonces reducirlos y cremarlos. Si el fallecido fue destinado a tumulación (colocación en un habitáculo), ya sea nicho o boveda, se puede efectuar en cualquier momento, siempre y cuando la familia pueda cumplir con la documentación que se requiere para cada caso”.

“Hay un cambio cultural y generacional en este tema. Ya no sólo la gente joven, que es la más reacia a venir al cementerio o dispone de menos tiempo, escoge esta opción, sino que muchas personas mayores dejan expresado la intención de ser cremados”.

Precisamente, esa modificación de hábitos lleva a que la afluencia de público haya mermado mucho en los últimos años, aún más en épocas invernales y veraniegas.

“La gente viene más en otoño y primavera, cuando los días son mas apacibles. Obviamente que la cantidad aumenta considerablemente en fechas puntuales, como pueden ser el Día del Padre, del Niño, de la Madre y para las fiestas de fin de año”. 

“Para esas jornadas, se aboca personal para guiar los ingresos y egresos y de esa manera evitar embotellamientos de vehículos. Y preparamos cuadrillas de guardias, con la cooperativa que trabaja a diario en las instalaciones para atender los diferentes espacios, como ser los baños públicos”, explicó Calvo.

Mejoras en el predio

Los trabajos de mantenimiento en el predio también incluyen varias mejoras en las instalaciones.

En los últimos años, diversos sectores fueron restaurados y reacondicionados en el marco de un proyecto que todavía continúa.

“Se hicieron muchas obras en los últimos años, pero también se ha mejorado mucho en el aspecto administrativo para una mejor y mas ágil atención al vecino. Por ejemplo hemos reformado dos ordenanzas: la 13.024 referente al regimen de funcionamiento y la 19.440, concerniente a la cremación”.

Calvo enumeró 35 trabajos de infraestructura desarrollados en el último tiempo, entre los que se destacan la colocación de barandas en todas las escaleras de galerías de nicho; el levantamiento del muro sobre calle Cambaceres (a pedido de los vecinos); el reacondicionamiento y redistribución de espacios en las oficinas administrativas; la construcción de cordones cuneta; la extensión de red de agua para abastecimiento en todas las parcelas; la intervención y saneamiento del perímetro externo del predio; la construcción de veredas perimetrales y la refacción general del acceso.

--¿Qué proyectos existen a futuro?

--Tenemos varios, entre ellos la iluminación total del interior del cementerio; la colocación de cámaras de seguridad en diferentes puntos; el recambio de muros perimetrales de calles Abad–Tres Sargentos (son cercos recuperables que serán reemplazados por muros de material) e incrementar el número de escaleras móviles para las galerías de nicho.

Cómo es el proceso de cremación

El proceso de cremación lleva todo un trabajo previo en cuanto a lo administrativo, ya que se requiere de documentación según el caso particular que se presente.

“Todos los casos tienen su particularidad. Se trata con un familiar directo de manera presencial para no incurrir en ningún mal comprendido. Luego de presentarse la documentación, se otorga el turno para concretar el destino”. 

Hasta ese momento, el fallecido queda al resguardo en el depósito transitorio de féretros.

“Para las cremaciones que son solicitadas desde la zona, ponemos al servicio (para cotejar la documentación) nuestro e-mail y nuestro whatsaap, para que el se acerque por única vez a la administración”.

En cuanto a lo operativo, el día del turno otorgado, el féretro es traslado por la empresa que haya contratado el familiar hasta el crematorio, en el cual se concreta el acto crematorio. 

“En 24 horas son entregados los restos de cenizas en una urna que confeccionamos de manera interna aquí mismo”.

Al respecto, según señaló Calvo, hace varios años que no existe demora operativa en la realización de esta tarea.

“Claramente no es necesaria la adquisición de un tercer equipo para cumplir con la demanda. Con los dos que disponemos podemos cumplir con el requerimiento de la población en tiempo y forma”, dijo.

Pese a las dudas de mucha gente sobre el destino del cajón de madera, ya que su costo es alto, la realidad es que, ateniéndose a leyes ambientales, los mismos son incinerados junto con el cadáver.

El horno llega a unos 800° centígrados aproximadamente y, si bien varía según el tamaño del cuerpo, la duración de la cremación es de unas dos horas y media.