Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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La teoría de los dos demonios busca su primer santo

Un militar asesinado por el ERP en 1974 podría ser considerado Santo por la Iglesia Católica por su llamado a la paz y a evitar el odio desde su cautiverio.

Nuestro país tiene todavía muchas páginas de historia por escribir relacionadas con el oscurísimo período que vivió nuestro país entre 1973 y 1983, con las acciones del terrorismo –de Estado y de distintas organizaciones--, delitos gravísimos muchos de los cuales todavía siquiera han sido considerados.

En ese contexto no puede menos que impactar la noticia que el Vaticano puso en marcha la causa para canonizar a Argentino del Valle Larrabure, militar secuestrado y asesinado por el denominado Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).

La canonización, acto mediante el cual se declara santa a una persona fallecida, fue autorizada por la Santa Sede para Valle Larrabure, asesinado en agosto de 1975 durante el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón luego de permanecer un año en cuativerio.

La petición fue presentada por monseñor Santiago Olivera. El cardenal Marcelo Semerano confirmó la autorización para iniciar el proceso.

“Su ejemplo puede ayudar a deponer sentimientos de enemistad y odio”, expresó el obispo Olivera, al resaltar el legado de Larrabure, entre los que sobresalen cartas que escribió a su familia desde su lugar de encierro.

“Larrabure nos remite a muy tristes y difíciles momentos en tiempos de democracia, marcados por la violencia, atentados, sin respeto a los derechos humanos. Pero el coronel, lejos de albergar sentimientos de odio o venganza, invitó al perdón y al amor”, señaló monseñor Olivera.

En una de esas cartas escribió: “A mis hijos, que no olviden mi mensaje: aun suceda lo peor, no deben odiar a nadie y devolver la bofetada poniendo la otra mejilla”.

“Nos toca a nosotros aprovechar la vida de este siervo de Dios para deponer sentimientos de ‘enfrentamiento, de enemistad y de odio”, se dice al justificar este camino del militar hacia la santidad.