Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Balti Agudiak, "La Perla" de El Nacional que ya cumplió un sueño pero tiene muchos más

Con apenas 14 años juega en la Primera del Celeste y el pasado fin de semana marcó su primer gol. "No sé cómo explicar lo que es el hockey para mí", dijo el hermano de Martina y Lourdes.

En casa: Balti Agudiak en la cancha de El Nacional. Fotos: Pablo Presti-La Nueva. y gentileza familia Agudiak

(Nota ampliada de la publicada en la edición impresa)

 

Desde chiquito siempre se lo vio corriendo por las canchas, mirando algún partido o en un encuentro de formativas. Por lo general, vestido como para jugar y con alguna prenda de El Nacional, su club.

Aunque todavía sigue siendo un chico, suelto, con picardía y maduro, ya se codea y juega con los más grandes.

Baltazar Agudiak es uno de esos pibes que si fuera por él viviría en el club, casi todos lo conocen y el conoce todos los rincones de su segunda casa, siempre con el hockey como excusa.

"Desde muy chico siempre venía con mis hermanas acá al club y aunque no entrenara siempre hacía algo. Desde ahí creo que me acostumbré tanto que no sé cómo explicar lo que es el hockey para mí, es un montón. Desde que tengo memoria ya jugaba al hockey, fue mi primer amor", cuenta.

Balti tiene 14 años, es el hermano menor de Martina (exjugadora de El Nacional, hoy en Banco Provincia y parte de la Selección mayor de Bahía) y Lourdes (jugadora del Celeste) e hijo de María Gabriela Torre y Esteban Agudiak.

Baltazar en la cancha de La Quinta.

"Desde el principio se veía algo diferente, ya se notaba", cuenta Alexis Guastalli, exjugador y hoy DT de Primera y quien también fuera profe de Balti tiempo atrás.

"Y con el correr del tiempo -agrega- cada vez que íbamos a jugar a alguna cancha o venían a la nuestra, las nenas de formativas decían “¡uh vamos a jugar contra el Colito!”. Se acercaban todos a verlo y se quedaban asombrados viendo a un nene tan chiquitito pegar de derecho, de revés, pasar a las nenas como si nada… ya se veía que tenía algo diferente", agrega Alexis.

Sueño cumplido

Pese a su talento y pasión por este deporte, Balti se topó con algo: la dificultad de que Bahía no cuente con categorías formativas competitivas en la rama masculina y la traba que le ponía el calendario, ya que todavía no tenía (tiene) edad para jugar en Primera. Eso lo hizo probar con el fútbol, en Liniers.

"Fútbol tuve que arrancar por la edad, pero lo hice más que nada como para moverme un poco y hacer algo", admite, mientras la tarde empieza a caer y La Quinta se comienza a llenar de jugadoras.

El sabe qué categorías tienen práctica, por qué hay otro grupo moviendo en las canchas que antes eran de fútbol y quién las entrena. Mientras, lo cargan porque lo vieron posando para las fotos de esta nota y él se ríe. Casi todos lo conocen, claro, si es como el patio de su casa.

A principios de año y aun sabiendo que seguramente sólo iba a poder entrenar y no jugar (eso está permitido a partir de los 15 años), Baltazar habló con sus padres y decidió, de todas formas, arrancar hockey otra vez. Hasta que una noticia lo cambió todo y su primer sueño con el palo y la bocha se empezó a hacer realidad.

"Un día estábamos entrenando y Ale (Guastalli) me dijo que tenía una noticia y un regalo para mí. Me llamó y me dio la camiseta, no entendía nada. Y me dijo que la noticia era que iba a poder jugar en el torneo porque habían hecho una excepción, me dio una alegría increíble. Fue lo mejor que me pasó", reconoce Balti con una sonrisa.

"Con autorización de la Asociación y con el aval de los clubes nos permitieron que pueda jugar sin problemas con los chicos más grandes. Buscamos la camiseta más chiquita que teníamos y se la entregamos, ya siendo oficialmente jugador de la Primera de Caballeros. Imagino que para él, que siempre nos iba a ver a todos lados, ahora ser parte debe significar una alegría muy linda", contó Alexis.

A pocos días de cumplir los 15 años, "La Perla" -como le pusieron sus compañeros de equipo- no sólo ya jugó en Primera, sino que también se dio el gusto de anotar un gol en la victoria ante Palihue del pasado fin de semana.

Junto a Alexis Guastalli y sus compañeritos hace un tiempo atrás.

Balti marcó en el 9 a 0 ante el albiverde, que le permitió a Nacio ganar de manera invicta la etapa regular del Apertura y clasificar con ventaja deportiva a los playoffs.

—¿Cómo fue empezar a jugar después de que Ale te dio la noticia?

—Al principio me cagaba de la risa, porque me daba como vergüenza, pero al ser un amistoso no tenía tanta presión. Estaba re contento. Y cuando empezó el torneo ya habíamos jugado seis amistosos y eso hizo que estuviera más tranquilo, a pesar de que ya era por los puntos.

—¿Y hacer un gol?

—Eso fue una total alegría para mí, fue muy lindo hacer mi primer gol ya en la primera etapa.

—¿Qué te dicen tus compañeros?

—Siempre me incentivan mucho, no es que entre ellos hablan de otra forma de la que me hablan a mí, soy uno más del grupo aunque sea el más chico.

—También vi que ya te pusieron un apodo...

—Ja, ja, sí todos me los pone el preparador físico, Ricky (Pagotto). Ahora me pusieron el Dibu, porque me dicen que soy igual al dibujito. Pablo (Laschiaza) me puso La Perla. Me gusta más ese, es como más importante ja, ja. Pero el Dibu no me parece malo, no me molesta ninguno de los dos.

Tirando magia en Rosario, en el torneo donde su hermana Martina fue subcampeona argentina con el Sub 16 de Bahía en 2018.

—¿A quién mirás de tus compañeros?

—Miro mucho a Lucho (Donati), Pablo (Laschiaza), Martín (Laschiaza), Tomi (Olguín), porque son todos buenos jugadores y buenas personas. Y adentro de la cancha tienen el carácter que a mí me gusta y yo los sigo a ellos por cómo juegan.

—Te he visto mirando partido de los chicos y hoy te toca estar adentro...

—Sí, siempre fui re fan de los chicos, me acuerdo que con tres o cuatro amigos más que jugaban conmigo en octava siempre veníamos a ver las finales de ellos. Soñaba con jugar una final, quiero jugar una final contra Uni que es el clásico. Ahora que lo vivo de adentro es re diferente, pienso ya estoy acá y ahora qué más falta. Se ve todo muy distinto, antes lo veía como imposible y ahora que estoy adentro pienso cómo llegué hasta acá y ahora qué más viene, ¿Qué más pasará? Si clasificamos a la final no voy a poder estar me parece, porque me voy a Buenos Aires. Así que la primera final me la pierdo, pero sé que entraron a los playoffs conmigo en el equipo y que soy parte; eso para mí es un montón.

Balti y su primer clásico con los mayores.

—¿Y cómo es jugar contra gente mucho más grande, sufriste en algún momento la diferencia sobre todo física?

—No. Nunca me pasó nada, y si pasa me piden perdón. Mis compañeros me cuidan y defienden. Y los rivales no es que me dicen algo ni nada, pero ante algún empujón o algo de eso enseguida me piden disculpas. Nunca me dio miedo, me acuerdo que al principio tenía dudas de cómo iba a ser el nivel, más que nada porque tenía miedo de que no me saliera una, pero la verdad que nada que ver.

En este sentido, su DT también aporta su mirada sobre el tema.

"Siempre hay cosas nuevitas como que va desbloqueando y nos deja sorprendidos. Aparte -cuenta Guastalli- no tiene miedo ni vergüenza a nada, en la cancha va a encarar de la misma manera a alguien nuevo como a alguien super experimentado o más grande. Es un caradura en el buen sentido".

—¿Y qué te dicen tus amigos que no son de hockey?

—Las primeras dos semanas me preguntaban, ¿cómo que jugás en Primera? Porque ellos lo comparan con fútbol o rugby, que lo ven como imposible, y no entendían. Yo les explicaba que por más que no haya categorías no es fácil llegar a Primera, yo estuve 8 años jugando al hockey con el sueño este de jugar en Primera.

Objetivos claros

Mientras cursa el segundo año de la secundaria en el Colegio La Salle (ex La Inmaculada), estudia Inglés en un Instituto y disfruta de otros pasatiempos, Balti tiene bien en claro sus pasos a seguir y sus sueños con el hockey.

"Mi sueño es terminar la secundaria y después irme a jugar a Buenos Aires con mis dos hermanas", cuenta Agudiak, hincha de Independiente por su abuela (Cacha) y para llevar un poco la contra en la familia. 

"Marti ya está allá y Lourdes después de este año se va a ir -agrega-. Seguro voy ir a jugar a Banco Provincia donde está Marti porque allá no es que hay solo Primera, también hay séptima, sexta, quinta… es otra cosa. Otro sueño es poder jugar en Los Leoncitos y después en Los Leones, cuando esté allá por ahí te ven más que estando acá en Bahía", se ilusiona.

—¿Hablás de hockey con Marti que ya está allá?

—Con ella no hablo mucho de hockey, más que cosas sobre los palos o cosas así. A veces me pregunta ella. De hockey no hablo con casi nadie más que con los chicos del club. Ni con mis papás, ni con mis hermanas. Pero porque no se da, no porque no me guste.

La banda de Nacio tras ganar el clásico ante Uni.

—Qué bueno que ya tengas tan decidido irte a Buenos Aires...

—Siempre que voy allá digo que me quedo. En joda, porque no puedo, pero siempre rezongo cuando me tengo que volver. Allá es todo un sueño. Le he escrito al DT de Marti, Ezequiel Diamante preguntándole por un palo, y me dice te esperamos cuando quieras con todas las ganas.

—¿Y más allá del hockey te gustaría hacer algo más?

—No hay nada que me guste como para estudiar y no tengo nada pensado. Si fuera por mí viviría todo el día para el hockey, me encantaría, pero sé que voy a necesitar hacer algo más sino como que me faltaría algo. Además, para tener otro grupo de amigos más allá del hockey.

El día del debut en Primera, un recuerdo imborrable.

"Si le sigue metiendo duro y trabajando mucho, tiene un futuro muy grande", resaltó Guastalli.

Para cumplir esos sueños todavía falta y seguramente llegarán en base a su talento y dedicación, mientras tanto, Baltazar disfruta de su club y de ser de Primera, como tanto imaginó alguna vez.