Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Donó médula durante la enfermedad de su hijo y salvó a un hombre

Fabián Sánchez decidió donar al atravesar un duro momento con su hijo Agustín quien estuvo muy grave. Resultó compatible con un canadiense y hoy son amigos.

-Me duele la rodilla.

Agustín Sánchez tenía 15 años cuando esta frase cambió su vida y la de su familia para siempre. Jugaba al fútbol en el club Rosario de Punta Alta y día a día sentía más dolor. Al principio todos lo atribuyeron al clásico "estirón" que dan los chicos a su edad, pero la situación era más compleja. Resultó que un osteosarcoma estaba devorando el fémur de una de sus piernas por dentro.

Tras el diagnóstico los especialistas de Puerto Belgrano y Bahía Blanca coincidieron en derivar su caso a Buenos Aires donde empezó una verdadera odisea que duró dos años pero que finalmente salvó su vida. Hoy tiene 26 años una prótesis interna que reemplaza gran parte de su fémur.

Durante ese proceso los papás de Agustín, Fabián Sánchez y su esposa Nora Gonzáles conocieron a muchas familias en los hospitales y se hicieron aún más sensibles al dolor ajeno a la par que atravesaban el propio. Por ello, tras conocer a Ingrid Valdivia de AyudaLe decidieron juntos ser donantes de médula ósea.


Agustín Sánchez disfruta de su vida luego de todo lo que luchó por estar bien.

"¿Cómo no ayudar a esos chiquitos que andaban en nuestros brazos con un sachet de suero y remedios que le van metiendo, peladitos? Vos decís ¿por qué no les puedo dar una mano? Quizás no a ellos pero si a alguien en el mundo que esté pasando por esa situación. Y a uno no le cuesta nada", reflexionó Fabián.

Tras anotarse en el banco de datos, en diciembre de 2017, recibió una llamada del Incucai en que le informaron que tenía 99 por ciento de compatibilidad con una persona que estaba enferma. Era un hombre de Canadá que hacía varios años que luchaba contra una leucemia.

"Ante semejante noticia ni esperé que ellos me llamaran, los llamé yo. Se sorprendieron porque hay gente que no se anima, muchos tienen miedo. Pero si pasaste por la situación como la que nos tocó a nosotros, el miedo no existe. Todo es ir para adelante y no aflojar", expresó.


Marc, el canadiense que recibió las células donadas por Fabián Sánchez.

En enero de 2018, luego de varios estudios previos, se concretó la extracción en el hospital Alemán.

No solo salió todo bien sino que hoy Fabián y Marc, quien recibió sus células, pudieron conocerse a través de internet y hacerse amigos.

"Nos escribimos de vez en cuando. Tenemos alguna dificultad con el idioma pero hoy, gracias a Dios, con la tecnología  existente nos podemos comunicar y entender a la perfección", contó.

A partir de la donación tuvieron que esperar dos años para que a ambos les revelaran la identidad del otro ya que así lo marca la ley en Canadá.

"Luego de ese lapso me llamaron del Incucai para consultarme si estaba de acuerdo con que le dieran mis datos porque él quería conocerme y charlar conmigo", comentó Fabián, quien 24 horas más tarde recibió el mail de Marc, que selló el inicio de un vínculo muy especial.

"Nos conocimos por Facebook y de ahí en mas tenemos este trato tan lindo y la posibilidad de haber pasado por esta experiencia maravillosa que es poder dar una segunda oportunidad a alguien que no conocés y que hasta el día de hoy está eternamente agradecido", dijo.

Marc tiene todo el circuito armado para venir a Argentina este año y visitar a sus amigos en Bahía Blanca y ya sabe hasta en qué hotel va pasar su estadía.

La historia de esta amistad es el ejemplo de cómo el dolor puede transformarse en empatía y solidaridad y ser una oportunidad para abrir el corazón y hasta salvar vidas.

El procedimiento de la donación: "Fue rápido, fácil y sencillo"

Fabián remarcó que el procedimiento fue sencillo, rápido y fácil y tuvo lugar en el Hospital Alemán de Capital Federal.

"Entré a las 9 de la mañana y poco después de las 11 ya había terminado. Allí estaba el courier esperando. Es quien lleva esas células al destinatario. A los tres o cuatros días me enteré que el trasplante había sido exitoso", añadió.

El presente de Agustín y su familia

Hoy Agustín se encuentra en buen estado de salud y agradecido, tanto como su familia, con todas las personas que apoyaron su proceso hacia la cura.

Él realizó su tratamiento oncológico en el Hospital Italiano bajo la guía y supervisión del doctor Horacio Caferri. La atención por la intervención ortopédica la llevaron adelante en el Hospital Naval Pedro Mallo con el ortopedista Leandro Ambrosía.

"En todo ese proceso que lleva muchísimo tiempo prácticamente vivís en el hospital y convivís con gente que no conocés y con otras familias que pasan por el mismo problema que el tuyo o quizás peores", dijo Fabián.

"A muchos los encontramos en la calle y podemos charlar pero otros lamentablemente partieron y no pudieron lograrlo. Igual nos seguimos viendo con esos padres para darles fuerzas para seguir adelante. A veces no sabés qué decir, ni cómo darles aliento, pero quizás, para ellos, con solo estar sea suficiente", manifestó.

Hay mucha gente más por nombrar, como siempre sucede en estas historias.

"Eterno agradecimiento a la gente del Hospital Italiano, Desde la chica que te sirve el mate cocido hasta los doctores residentes. Nos tocó un equipo maravilloso.. El cura, la hermana Caro, todas personas que no te podés olvidar",  concluyó.