Bahía Blanca | Domingo, 05 de mayo

Bahía Blanca | Domingo, 05 de mayo

Bahía Blanca | Domingo, 05 de mayo

Fiesta del Camarón y el Langostino: Panza llena, corazón contento

Ayer fue jornada folklórica en la Fiesta Nacional. Soledad cantó para más de 50 mil personas y en el predio desfilaron más de 70 mil. ¿Los gastronómicos? Chochos.

Soledad siempre cumple con las expectativas. Fotos: Tom Bernabé.

Aroma a frutos de mar que emerge vaporizado sobre esa paella que maneja la gente de “El Globito”. Muchos se acercan. Según dicen estaba rica… o riquísima.

Precaución. Depende a qué hora del día leas esto, tu panza puede rugir.

El segundo día de la Fiesta Nacional del Camarón y el Langostino en el Puerto de Bahía Blanca tuvo un tránsito impresionante en esa zona durante todo el día. Precisamente en los galpones y en el paseo de comidas. Un gran porcentaje de los gastronómicos lucían sonrisa amplia y sostenida. El dato, elocuente: la mayoría dijo que durante la primera jornada se vendió el 50 por ciento de lo que habían calculado para los cuatro días.

Y a juzgar por la cantidad de gente que desfiló por esa zona durante todo el día (70.000 según la organización), la mayoría va a tener que molestar a los proveedores hoy mismo. A reponer.

Ahora sí. Cual drone que todo lo supera ávido de información, esquivando silos, contenedores y barcos, nos fuimos a otra parte de la inmensa geografía portuaria: los escenarios.

El broche de oro de una jornada conceptual con mayoría de grupos folklóricos lo pusieron Nahuel Pennisi y Soledad, quien se fue ovacionada por 50 mil personas, según la cifra que comunicó Paola Marco y Sergio Donati, la simpática dupla de conductores.

La oriunda de Arequito entró al escenario a paso firme, con tacos, pantalón negro, cinto ancho característico, chaleco de cuero y un sombrero clarito. Desde que está en TV está cada vez más linda, aunque su belleza siempre estuvo cimentada en la presencia arrolladora que despliega en el escenario. Y en su buena onda. Dio fe de ello, justo un viernes santo.

"Soy muy creyente", aclaró emocionada hacia la multitud.

Desde lo artístico podemos analizar algunas curiosidades. Hace ya tiempo que intenta diversificar estilísticamente su repertorio. Si bien no abandona sus caballitos de batalla folklóricos (“A Don Ata” o “Entre a mi pago”, por citar algunos), anoche también se paseó por temas melódicos y cumbieros (hizo “La Suavecita” de Los Palmeras; “Se me ha perdido un corazón”, de Gilda; “Amores como el nuestro”, de Los Charros y “Cómo te voy a olvidar”, de Los Ángeles Azules).

"La Sole" ahora es Soledad. Ya no es más aquella adolescente que detonó la Plaza Próspero Molina revoleando el poncho con canciones íntimamente ligadas al cancionero popular argentino en tres por cuatro. Ese recuerdo está desactualizado. O mejor dicho: incompleto. Desde acá la felicitamos por tomar la decisión de seguir su deseo artísticos sin abandonar la esencia. Camarón que se duerme se lo lleva la corriente.

El show tuvo su pico máximo cuando interpretó “Aquel bahiano” y “El tren del cielo”. Los bises le pusieron la frutilla a otra gran jornada portuaria y también funcionaron a modo de despedida de los escenarios de Argentina, hasta nuevo aviso. Este fue su show número 35 de la temporada "estival".

La previa fue de Nahuel Penissi. El guitarrista enamoró con su voz de registro alucinante, oído absoluto y digitación de las cuerdas de su guitarra poco ortodoxa pero muy precisa. Arropado por una banda de lujo hizo mayormente temas folklóricos y bien clásicos como “Camino y piedra”, de Yupanqui, pero también, entre otros, sonó “Universo paralelo”, el tema que hace con “La Kónga” y la está rompiendo.

Yiyo y White, siempre presentes.

Entre los artistas de Bahía Blanca y la región hubo de todo. El folklore festivalero de Yiyo Cesarone (guitarra y voz, más local que nunca) y su banda abrió el escenario Camarón. Hicieron explotar a los presentes con el gato “El picaflor” y se despidieron con una selección de canciones en código huaino que las volvió explosivas (“Niña Chay”, “Duele”, “Amor, amor, amor” “Vienes y te vas” y “El humauaqueño”).

Completaron la banda Martín Boonstra (teclado), Diego Marello (sikus, quena, quenacho y toyo) y Rulo (batería).

¡Viva la patria! ¡Viva!

El escenario quedaba así prendido fuego para el ingreso de Karen Arranz y Alejandro Lavigne, dos artistas de cepa surera, que cultivan las raíces camperas y hacen del silencio y la guitarra criolla un tesoro invaluable.

Entonces la atmósfera cambió rotundamente. Aparecieron los arpegios increíbles de la guitarrista de El Perdido (Coronel Dorrego) y los recitados del paisano de Puán. Interpretaron temas de Yupanqui, López Terra, Alberto Merlo y hasta de Saúl Huenchul. De este último tocaron “Crucero Belgrano”, con un breve preludio de Arranz destacando el patriotismo y recordando el feriado del 2 de abril por el Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas.

"¡Viva la patria!", gritó alguien desde el público rompiendo el silencio. Un coro de miles de personas le respondió: “¡Viva”!.

También tuvo un debut sorprendente en la fiesta el cuarteto femenino Microclima. Hermosas canciones netamente folklórica, entre ellas una chamarrita, erizaron la piel. Hay un combo muy interesante ahí: la voz de Camila Eleno (foto), la guitarra de Mariana Ortiz, el bajo de Eva Baronio y el acordeón de Aldana Donofrio.

Energía positiva

Verde Tuna cerró el escenario Langostino con un repertorio lleno de canciones propias. La banda encabezada por Javo Pérez (guitarra y voz) y Natacha Fernández (voz) está logrando aumentar su base de público sumando recitales en vivo. Varios cantaban sus temas desde abajo del escenario, entre ellos su hit “Latinoamérica”.

Terminaron felices, haciendo una ronda y saltando con el “trofeo” que le otorgó la Sociedad de Fomento. El mérito de este grupo es que están ensamblando cada vez mejor una gran cantidad de instrumentos en escena: Además de la base tradicional de una banda de rock le suman percusión, quena, charango y violín. Complejo y desafiante, pero lo están logrando.

El próximo 11 de junio se presentarán en el Teatro Municipal con un espectáculo renovado. Mientras tanto están trabajando durísimo en estudio para comenzar a habitar la galaxia Spotify.

Completaron los shows de este escenario la niña de buen presente y gran futuro Mili Sayen, el dúo estremecedor Mil Puentes, el gran Lule Vitaquis y Kumara.