Pigüé: es enfermera, tiene tres hijos y se recibió de Médica en la UNS
Mariana Nair Kees tiene 44 años y es de la primera promoción de médicos de la zona. Cuando comenzó a cursar sus hijos Sol, Thomas y Fermín tenían 17, 12 y 4 años.
Licenciada en Comunicación Social egresada de la Universidad de La Plata. Docente en nivel superior. Redactora de La Nueva desde 2010. En LU2 Radio Bahía Blanca tiene la columna "Buenas buenas" y se desempeña como redactora creativa. Es especialista en cubrir historias humanas de superación. Además, es profesora de yoga.
Firme sobre el escenario, con el título de Médica que le otorgó la Universidad Nacional del Sur en sus manos la enfermera Mariana Nair Kees, de 44 años, oriunda de Pigüé, no podía más que mirar la cara de felicidad de sus tres hijos y sentir una sola palabra en su mente como un mantra: "Legué".
Estudió la carrera con mucho sacrificio a la par que trabajaba como enfermera y haberse recibido aún le parece un sueño.
Nacida en Pigüé, lo crea o no, hoy es una de los profesionales que integran la primera promoción de médicos de la UNS que cursaron en la zona.
“Recibirme fue increíble porque al principio lo veía como un futuro tan lejano, y nunca llegaba el día, nunca llegaba. Aparecían cosas y más cosas. Ese día dije ‘lo logré, lo logré’”, expresó emocionada.
El apoyo de sus hijos Sol, Thomas y Fermín, quienes tenían 17, 12 y 4 años, respectivamente, cuando ella comenzó a estudiar fue esencial para que pudiera obtener este logro.
“Ellos siempre estuvieron adaptándose a todo, si mamá estaba, si no estaba, si mamá viajaba. Fueron mi pilar más importante para poder lograr la meta”, añadió.
Mariana solventó los gastos de su carrera con los ingresos generados por su trabajo de enfermera y en el Servicio de Emergencias del Hospital de Pigüé y durante un tiempo recibió el apoyo de la universidad con una beca.
“Me anoté en la carrera porque me pareció un sueño estar entre los 16 alumnos que iban a poder ingresar en la zona. Nos habían dicho que había 16 cupos y ahí empezó toda la movida”, dijo.
“El día que me pude inscribir en la carrera me dieron un papelito que era una constancia de inscripción. Llegué tan feliz a mi casa que lo pegué en la heladera con un imán. Estaba feliz. Ya me sentía recibida y era solo un papel”, destacó.
Cursar la carrera no fue nada fácil haciendo turnos rotativos en el hospital. Hubo días muy complicados en los que tenía que cambiar turnos con sus compañeros de trabajo o pedirles que la cubran y después devolver esas horas.
“Hubo días lindos y otros feos en los que uno quiere tirar todo pero después miraba donde estaba, volvía a agarrar todo de nuevo y seguía. Creo que la perseverancia fue una gran aliada en mi camino”, señaló.
La flamante médica contó con el apoyo de sus compañeros y compañeras de trabajo quienes siempre la alentaban a que diera un paso más.
“Cuando teníamos que hacer examen físico se prestaban a ser mi modelo para que yo practicara. Me decían ‘Vení y practicá conmigo’”, confió.
La modalidad de cursada fue así: los tres primeros años cursó en la sede UPSO y una vez por semana viajaba a Bahía Blanca a tener clase con el resto del grupo de alumnos de ahí. A partir de 4º año empezó a viajar a la localidad de Coronel Suárez a cursar en el hospital de esa localidad . También rotaba por los diferentes CAPS.
Durante la pandemia se implementaron las clases por Zoom.
"Al principio fue como muy loco todo, pero nos fuimos acomodando y pudimos seguir adelante con la carrera d esa manera. Fue nuevo para todos, profesores y alumnos, pero gracias a esa herramienta pudimos seguir . De lo contrario nos hubiéramos retrasado bastante"expresó.
Hoy disfruta de este logro de ser Médica junto a sus afectos y ambiciona seguir perfeccionándose para entregar sus conocimientos a la comunidad que la vio crecer.