Bahía Blanca | Martes, 19 de marzo

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“Va a ser difícil recuperar el 1, pero siempre la luché y esta es una pelea más en mi carrera”

Después de haber sufrido la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda y de haber sido operado con éxito a fin del año pasado, Facundo Tavoliere, el arquero de Villa Mitre, ya se imagina un posible regreso a las canchas. Recién este lunes se cumplirán dos meses de la intervención, así que tiempo al tiempo. “Cuento los días como los presos”, deslizó con lógica impaciencia.

 

Fotos: Archivo-La Nueva

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Twitter: @elpeche1973

(Nota ampliada de la edición impresa)

“Voy contando los días como los presos, me siento bien y quiero acortar el tiempo como sea, pero sé que todavía no llegué ni a la parte media de la recuperación y que hasta mayo o junio no me puedo hacer ilusiones”.

Todas las mañanas mira el almanaque y cuando tiene que ser preciso con las fechas, no duda ni erra: “el 6 de noviembre me lesioné y un mes después me operaron”, aclara Facundo Tavoliere, el arquero de Villa Mitre que evoluciona sin molestias ni dolores después de haber sido intervenido quirúrgicamente por la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda.

¿Se acuerda cuando fue? Si es fiel seguidor del tricolor, seguro que sí: esa tarde, en el Carminatti, la Villa eliminó por penales a Olimpo en la semifinal del playoffs del Federal A, lo que le permitió llegar a la decisión por el ascenso, frente a Racing de Córdoba, chance que terminó dilapidando por esa maldita vía de los remates desde los doce pasos.

"No me hagas acordar, ¡qué amargura! Pero bueno, orgulloso de la hermosa banda que dejó todo una vez más, porque teníamos un plantel tremendo, competitivo y netamente ganador. Que se le va a hacer...”, fue la primera apreciación de “Balu” en lo estrictamente futbolístico.

Aquella tarde del 11 de noviembre, el “1” acompañó a sus compañeros a San Luis, al estadio La Pedrera, en Villa Mercedes, y a su regresó se enfocó en la rehabilitación.

--Hoy, ¿en que etapa estás?

--En la parte del fortalecimiento muscular, en intensas sesiones de kinesiología, más un poco de gimnasio (más que nada tren supeior) y mucha caminata. Es un proceso largo, de seis meses o más, y me tengo que acostumbrar a hacer todo al pie de la letra. Cualquier tipo de apuro o dejarte llevar por la ansiedad te puede condenar. El kinesiólogo (Joaquín Mercado) siempre me aclara que, cuando doy un paso hacia adelante, tengo que ser consciente de lo que está mal para no dar dos hacia atrás.

--Aunque falte mucho todavía, ¿ya marcaste en la agenda alguna fecha establecida para el regreso?

--En este tipo de lesiones recibís el alta a los 6 meses o después, cuando el injerto del ligamento ya se adaptó al cuerpo y cumple funciones de manera normal. Después es cuestión de cada organismo, de la condición física y mental de cada jugador. Se tienen que alinear un montón de factores para que, el día de volver a jugar oficialmente, no sientas miedo ni pienses en lo que te sucedió.

“Por arriba, casi sin meditarlo demasiado, te puedo adelantar que puedo llegar a volver a mediados o fines de mayo, pero eso lo digo ahora que me siento bien y con ganas. A mitad de febrero debería empezar a trotar, aunque eso dependerá de que la rodilla esté estable, no sienta dolores ni pase nada raro”.

--Daniel Moyano continúa y llegó Luciano Molini (desde Cipolletti) como refuerzo, ¿va a ser difícil recuperar el 1?

--Sí, más allá de que sé que voy a volver mejor que antes, el torneo ya va a estar iniciado y ellos corren con la ventaja de tener una pretemporada que yo no hice. Son muchos factores, pero llevo varios años de carrera, siempre la luché y voy a apoyar desde donde me toque, bajo los tres palos, sentado en el banco o mirando desde la platea.

--Si no te toca jugar, ¿va a ser un año perdido?

--No, ya te digo que no. En caso de que no me toque jugar, va a ser por alguna cuestión, y de esa cuestión tengo que aprender, así de clarito. Siempre traté de tirar para adelante, de ser positivo, de progresar, y esta no va a ser la excepción. Cuando un arquero pierde el puesto, después cuesta recuperarlo, pero por ahora estoy mentalizado en la recuperación y no me enfoco en lo deportivo o en la competencia interna que tendrán Moyano y Molini cuando yo ya esté pleno y en actividad.

--Llevan poco tiempo de trabajo, pero ¿cómo ves al Villa Mitre 2023?

--Se fueron los jugadores que uno preveía que podían emigrar, sobre todo por el alto nivel futbolístico que demostraron. Los que llegaron son jugadores de experiencia, como Fede Mancinelli por ejemplo, y con hambre de gloria, que es lo que siempre se necesita para conformar un plantel competitivo. En la zona de volantes se quedaron casi todos y otra vez se formó un grupo equilibrado, con la ilusión de trascender, bien emparentado a la historia de Villa Mitre.

--Nombraste a Mancinelli, es de Tiro, ¿ya lo cargaron?

--Nooo, a él y a “Mancha” (Víctor Manchafico) los volvemos locos con la edad; incluso “Mancha” está contento porque ya no es el más veterano del plantel. Así estamos, con gastadas y jodas permanentes, pero se sumó gente que viene a sumar, a tirar para adelante, lo que siempre caracterizó a este club y a lo que permanentemente apuesta el cuerpo técnico.

“Te cuento una: cuando yo era pibe, iba de alcanzapelotas de aquel grandísimo equipo de Villa Mitre que ascendió en 2006 y del cual Fede Mancinelli era parte. Me ubicaba atrás del arco que ocupaba el Loco Galán, que después fue de Fermín Ponte en las finales, veía los movimientos de `Manchi´ y pensaba `¡qué central, la puta madre!´ El otro día le hice mención sobre esos momentos y no se acordaba. Igualmente le manifesté que para mi era un lujo compartir equipo con él, un jugador que pasó por casi todas las categorías del fútbol argentino”.

--¿Cómo te cayó la ida de Sebastián Polla, que dejó de ser el asistente técnico de Mungo para convertirse en entrenador principal de Sansinena?

--Bien, sabía que en algún momento le iba a tocar la chance de ir a dirigir a un equipo del Federal A, por lo que sabe, por como es y por las distintas capacitaciones que hizo para, algún día, llegar a dirigir y estar al frente de un plantel profesional. Es inteligente y tiene un excelente manejo de grupo. Ojalá le vaya bien, menos contra nosotros, ahí sabe que el ganador debe ser Villa Mitre...(risas).