Bahía Blanca | Lunes, 29 de abril

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Una mujer se encadenó en la fiscalía por los abusos a sus hijos

Erika reclama que su expareja -padre de una víctima y padrastro de otra- sea detenida. Asegura que existen pruebas suficientes. "Estoy desesperada", afirma.

Fotos y video: Rodrigo García-La Nueva.

Una mujer se encadenó hoy frente a la fiscalía general para iniciar una protesta para que detengan a su expareja, acusada de abusar sexualmente de dos de sus hijos.

Erika aseguró estar "desesperada" y "con el estado emocional por el piso", al considerar que al menos en una de las denuncias ya se reunió prueba suficiente para disponer la medida, pero que la fiscal Agustina Olguín, a cargo del caso, no pidió ninguna orden.

"Mi hija, que hoy tiene 13 años recién cumplidos, fue abusada por el padrastro entre los 11 y los 12. Pudo hablar en octubre y lo denuncié. Tiene todo, cámara Gesell, declaraciones testimoniales, pericias y un examen médico que confirma que fue víctima de abuso sexual con acceso carnal", detalló Erika, a quien no se identifica con su apellido ni su imagen para preservar a los niños.

"Al nene, que es hijo de él, lo abusó cuando tenía 4 y fue denunciado el 16 de este mes. Ya tiene pericia psicológica, que dice que es compatible con abuso sexual infantil y le dieron fecha de cámara Gesell para el 27 de marzo", amplió.

Los hechos, según contó Erika, sucedieron en la vivienda que la pareja -estuvieron juntos 5 años- ocupaba en Villa Talleres.

"Me voy a encadenar hasta que me den respuestas, porque tengo todo lo de la nena y se niegan a pedir la detención. Él está en Bahía, pero la cosa es que le dan tiempo para escaparse. Pasa el tiempo y no hacen nada", advirtió.

Erika aclaró que no conoce personalmente a la fiscal Olguín, aunque estuvo "miles de veces" en la fiscalía y se entrevistó con una instructora, quien, según su afirmación, no le da las respuestas que busca.

"Yo quiero que llegue detenido al juicio", afirmó.

El acusado, a quien tampoco se identifica por razones de vínculo con los niños, tiene 38 años.

A la protesta de Erika se sumó Mireya, madre de dos chicos de 6 y 8 años, quien también espera que se ordene la detención del supuesto abusador, un sobrino suyo.