Por qué los acusados en Bahía prefieren cada vez más a los jurados populares

Redacción de La Nueva.

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Audionota: Danilo Belloni

   Desde que se instaló el juicio por jurados en la provincia de Buenos Aires, a comienzos de 2015, el Departamento Judicial Bahía Blanca siempre estuvo al tope en el uso del sistema de juzgamiento.

   Se trata del tribunal civil de 12 personas -sin preparación profesional en el derecho- que evalúa la conducta de acusados por delitos graves y determina el veredicto de inocencia o culpabilidad, que en este último caso se completa con la sentencia de un juez técnico.

   La estadística de los primeros 7 años demostraba que Bahía había realizado poco más del 16% de todos los juicios por jurados provinciales (63 de 379), aunque la tendencia se potenció en 2022, con casi el 26% (17 de 66 debates), según los datos oficiales de la Suprema Corte de Justicia Bonaerense, publicados hasta el 17 de agosto.

   De acuerdo con la ley 14.543, solo los procesados por delitos cuya pena máxima exceda los 15 años de prisión (homicidios, violaciones, robos violentos, entre otros) pueden ser juzgados por un jurado popular.

   La decisión la toma el propio acusado. En realidad, aquellos que van a juicio por delitos graves tienen que renunciar al jurado para ser evaluados por magistrados profesionales.

Datos y presunciones

   ¿Por qué los detenidos en Bahía prefieren, más que en otros distritos, jurados populares?

   Hay respuestas de abogados que asesoran a los imputados, consideraciones en off de operadores del sistema y  especulaciones que permiten redondear respuestas para el interrogante.

   "Si bien es cierto que al principio hubo bastantes absoluciones, eso, con el correr del tiempo, se equiparó, no diría que alguien lo eliga porque es más ventajoso. No creo que haya una estrategia para elegirlo pensando en que es mejor o peor. Las estadísticas se han equiparado en ese sentido", opinó Pablo Radivoy, jefe de los defensores oficiales en Bahía.

   El abogado consideró que la elección, básicamente, tiene que ver con la estrategia.

   Sí remarcó algunos aspectos que pueden incidir, teniendo en cuenta las diferencias con el mecanismo tradicional.

   Por caso, los fiscales (acusadores) no están legitimados para apelar en caso de condenas, según lo marca el artículo 452 de la ley de jurados.

Juicios por jurados: modifican estrategias para convencer

   "Ese puede tomarse como un punto a favor para llevar a un acusado ante jurados populares. Por otro lado, Casación viene dando vuelta bastantes absoluciones de los jueces técnicos", agregó Radivoy.

   Leonardo Gómez Talamoni, penalista particular, dijo que a primera vista encuentra una sola explicación: "Al comienzo de esta modalidad el índice de 'no culpabilidad' era elevado, aunque hoy es más equilibrado".

   En cuanto al origen del sistema, propuesto en la Constitución de 1853, Gómez Talamoni sostuvo que llegó porque "de antaño la sociedad cuestionaba al poder judicial en general".

   "Como se pedía un mayor castigo para las personas acusadas de cometer un ilícito, se creyó conveniente dejar en manos de esa sociedad crítica la difícil tarea de emitir un veredicto condenatorio o absolutorio. No es sencillo para la gente de a pie 'hacer justicia', pero al ser un jurado anónimo (nadie sabe sus datos filiatorias ni su locación) está desprovisto de la presión extra que genera en un juez técnico la mayor o menor trascendencia del caso a juzgar", amplió.

"Más oídos"

   Valentín Fernández, también defensor particular, cree que para la elección hay "un mix".

   "Muchas veces se va a jurados por una decisión del cliente y no por un consejo del abogado. Algunos imputados creen que van a ser más oídos por los pares que por jueces técnicos.

   "Un punto importante es que el 98% de la prueba son los testimonios del debate oral, no está la famosa incorporación de prueba por lectura a mansalva, como en el juicio normal. En el juicio por jurados el expediente no lo toca el jurado. Debe resolver con lo que escucha en la sala", agregó.

   Fernández, a su vez, consideró que "en delitos donde hay complejidad, una pena en expectativa alta y pueden existir planteos subsidiarios, el juicio por jurados termina siendo una buena opción porque, en definitiva, lo que prima es el sentido común de los jurados".

   Otros operadores del sistema comentaron, por lo bajo, que también puede influir la imagen tradicional de Bahía con jueces más "punitivistas" a la ahora de fijar sanciones.

   "Evidentemente algo de eso hay. Bahía es un departamento judicial donde hay sentencias más duras. No voy a especular sobre los motivos, pero son más duros al momento de juzgar a una persona", comentó uno de ellos.

   El abogado Fernández admitió que "los tribunales orales de Bahía tienen una tasa de condena elevada".

Alternativas

   Radivoy, en tanto, planteó algunas deficiencias del sistema.

   "Si me van a condenar (a mi defendido) prefiero que sea un juez técnico porque su sentencia resulta más fácil de recurrir, porque está fundada. Distinto a un jurado, que dice culpable o inocente y no sé por qué", comentó.

   En su caso, aconseja la intervención de un jurado popular cuando la discusión es sobre el autor o cómo sucedió el hecho y, de haber cuestiones técnicas o de calificación legal que dilucidar, prefiere juez profesional.
"Son dos partidos distintos", comparó.

   De todas maneras, aclaró que no hay ningún instructivo o directiva de parte de la Defensoría Oficial para optar por el sistema de jurados. Queda a criterio de cada imputado y su abogado.

   Respecto de que la mayoría de los acusados que fueron juzgados por jurados populares recibieron condena en lo que va del año, el abogado Fernández también dio su parecer.

   "Hay que ver si se condena con el planteo del fiscal o de la defensa. Yo voy a un juicio de tentativa de homicidio y el acusado sale condenado por lesiones graves, es condenatorio pero es un triunfo de la defensa", explicó.

El 80% terminó en condena

Datos. De los 17 juicios por jurados que hasta mediados de agosto se realizaron en Bahía, el 80% terminó con condenas. Son 16 de los 20 imputados evaluados.

Delitos. Se juzgaron 8 casos de abusos sexuales, 6 homicidios y femicidios, 2 robos con armas y una privación de la libertad.

Resonantes. Las causas del maestro Juan Bongiovanni, condenado por abuso; los femicidios de Susana Melo y Agustina Bustos; la privación de la libertad del pescador Mauricio Dermit y el crimen del jubilado Ismael Cabral fueron algunos casos que se resolvieron así. En todos hubo condena.

Interior. Seis de cada 10 juicios por jurados durante 2022 se hicieron en el interior bonaerense. Sin embargo, después de Bahía aparece Lomas de Zamora, con 9 debates.